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Centro de Educación para el Desarrollo Guía de análisis multidimensional


Enviado por   •  7 de Febrero de 2022  •  Trabajo  •  11.294 Palabras (46 Páginas)  •  87 Visitas

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CORPORACIÓN UNIVERSITARIA MINUTO DE DIOS – UNIMINUTO

Centro de Educación para el Desarrollo

Guía de análisis multidimensional”

Esta guía le permitirá ahondar en las problemáticas de las comunidades donde realizará su Práctica en Responsabilidad Social y la posterior relación multidimensional a nivel local, nacional y de la Latinoamérica para comprender las realidades sociales desde perspectivas más amplias,

Esta guía será útil para la construcción de los planes de trabajo de cada equipo, ayudará a cohesionar las estrategias de los equipos de trabajo de UNIMINUTO a las apuestas de la organización social y a las problemáticas territoriales.

Actividad de trabajo colaborativo

Datos de los estudiantes 

 

Nombres Completos 

 

ID  

Cédula 

 

NRC 

Programa académico 

Semestre que cursa 

 

Luis Felipe Arias Gonzalez

 760876

 1.000.128.336

 5967

 Contaduría pública

 4 semestre

 Johan Camilo Herrera Charry

 761175

 1.001.331.322

 5967

 Contaduría pública

 4 semestre.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Nombre del proyecto social de formación: Una mano amiga.

Nombre de la organización social: Hogar del abuelo.

Ubicación de la organización social: Cazucá - Soacha

Nombre del interlocutor:

  1. En el siguiente cuadro cada equipo de trabajo debe identificar y profundizar en la comprensión de 3 problemáticas presentes en el contexto de práctica en responsabilidad social.
  2. La información que se consigna en el cuadro en cada uno de sus apartes debe ser construida por equipo de trabajo a partir de la búsqueda y discusión de la información. Se espera un análisis reflexivo y colectivo.

Para cada problemática detectada es necesario realizar el ejercicio de análisis.

Problemáticas presentes en el contexto de la práctica

Análisis a nivel local

Análisis a nivel nacional

Análisis a nivel latinoamericano.

¿Cuáles son las causas históricas, socio culturales, políticas y económicas del problema?

¿Cuáles son los efectos sociales, culturales, ambientales y políticos del problema?

Describa las condiciones o características del contexto que le permite percibir esta problemática.

Problemática 1: Economía.

Describa las condiciones o características del contexto que le permite percibir esta problemática.

Percibimos que esta comuna, actualmente es una de las más vulnerables ya que, las personas que viven allí por lo general sufren de violencia, desplazamiento forzado y otros factores que hacen que por desgracia esta población sea de las más escasas de recursos económicos.

A partir de las instituciones que investigan en el territorio esta problemática ubique los principales hallazgos que permiten caracterizarla a nivel local. (tenga en cuenta informes, datos estadísticos, entre otros)

Se espera un contenido mínimo de 700 palabras, con un texto construido con base en los documentos sugeridos. 

En la actualidad, la comuna 3 de Soacha, Cazucá, sufre de extrema pobreza, falta de calidad de educación, servicios y otros recursos básicos para toda la población los cuales están en extrema vulnerabilidad.

Cabe resaltar que el municipio, según el Censo del DANE, el porcentaje de personas con necesidades básicas insatisfechas (NBI) en Soacha fue de 13,20%, Personas en estado de miseria del 1,30%.

Basándonos en esta cifra podemos darnos cuenta de que por desgracia las personas que habitan esta comuna no cuentan con una estabilidad económica la cual les ayude a poder tener un estilo de vida digno, y es allí donde nos damos cuenta que la tercera edad tiende a estar dependiendo de la ayuda de la alcaldía de Soacha, por desgracia la ayuda no es suficiente, ya que la inversión de los mismos va destinados a otros aspectos, los cuales son de igual importancia que los adultos de la tercera edad, tales como educación, salud, vivienda, infraestructuras y otros.

El proceso de asentamiento de familias en la comuna data desde finales de 1970, a consecuencia de la ocupación de terrenos por parte de familias. Primeramente, por el apoyo del Partido Comunista Colombiano y de la Central Nacional de Vivienda, y luego de la urbanización pirata para venderlos a bajo costo a familias más pobres. Hacia septiembre del año 1988 se empieza a poblar la parte alta de Cazucá, por lo que se inicia a una sobrepoblación de esta loma, en la cual las reservas ecológicas fueron desapareciendo.

Claramente se ve que las familias que habitan estos espacios son la clase trabajadora, algunos por desgracia tienden a recurrir a la informalidad laboral para poder obtener sus ingresos los cuales les ayude a poder sacar a sus familias adelante, y allí también entra la tercera edad, los cuales deben también trabajar para poder mantenerse ellos mismos o sus familias.

-La informalidad en el país según Cárdenas (2007), especialmente en su dimensión empresarial y de género, es un tema que permanece relativamente inexplorado en Colombia. Sin duda, se trata de un fenómeno complejo, con múltiples causas y consecuencias, que es difícil de abordar de manera rigurosa por la poca disponibilidad de información relevante.

-Para Guataquí, García y Rodríguez (2011). Utilizando la Encuesta Nacional de Hogares (ENH) para las 10 principales áreas metropolitanas, durante los años pares entre 1988 y 2000 (con excepción de 1990), se encuentra que la tasa de informalidad fue del 56,3% en 1988 y que siguió una tendencia decreciente hasta 1996, cuando llegó al 52,8%. A partir de ese punto la tasa creció constantemente hasta llegar al 59,2% en 2000, lo que muestra evidencia de un comportamiento anticíclico de la tasa de informalidad. Por otra parte, pág. 15

-Según Cárdenas & Mejía (2007), concluyen que la porción de actividad económica que ocultan las empresas está fuertemente asociada a la corrupción de los funcionarios del gobierno (medida como el dinero que dichas empresas deben emplear en sobornos) pero no encuentran una relación entre las tasas de impuestos y el grado de informalidad.

Cabe resaltar en este caso que los actores informales casi siempre son personas que con anterioridad se encontraban en una situación de desempleo, los cuales decidieron como alternativa la informalidad en las calles de su localidad, otro factor importante es la educación ya que también se constituye como una causa de la creación de negocios informales, pero todo lo anteriormente mencionado es consecuencia de la desigualdad que se vive día a día en el país.

-Según López (2013), Se puede afirmar sin temor a equívoco que la mayoría de los casos se debe a políticas ligeras e inconsultas con el pueblo colombiano que aplican los gobernantes de turno, como por ejemplo la enorme carga impositiva regulada en las constantes reformas tributarias y la celebración de más de diez Tratados de Libre Comercio que conllevan a la desindustrialización del país y termina por acercar inexorablemente al abismo a la frágil economía nacional.

Por desgracia la tercera edad debe recurrir a la informalidad para poder sobrevivir, en Colombia este método de trabajo es de las pocas opciones  viables para la tercera edad ya que no pueden acceder a otro tipo de trabajos por lo que las empresas necesitan mano de obra joven y productiva.

A partir de las instituciones que investigan en el país esta problemática ubique los principales hallazgos que permiten caracterizarla a nivel nacional. (tenga en cuenta informes, datos estadísticos, entre otros)

Se espera un contenido mínimo de 700 palabras, con un texto construido con base en los documentos sugeridos.

Mantener el programa Colombia Mayor, aumentar su cobertura y el valor actual del apoyo, y reducir la edad de acceso al programa de pensión fueron las principales conclusiones de la evaluación del impacto del programa Colombia Mayor, liderado por el Departamento Nacional de Planeación y desarrollado por la firma Econometría.

Según Felipe Castro, director de seguimiento y evaluación de políticas públicas del DNP, el programa Colombia Mayor, que brinda un apoyo económico a las personas de la tercera edad de los niveles 1 y 2 del Sisben, tiene un efecto importante en disminuir la pobreza extrema. El subsidio económico oscila entre $45.000 y $75.000 mensuales.

Para Castro, es importante aumentar la cobertura dando prioridad a las zonas rurales. Señaló que este propósito se facilita con el aumento de la edad de acceso al programa, que hoy está en los 54 años para las mujeres y 59 para los hombres.

Leonardo Villar, director ejecutivo del Centro de Investigación Económica y Social - Fedesarrollo, también coincidió con que la cobertura de edad de hoy es demasiado alta y debe revisarse para avanzar en la ampliación del programa, creado en 2003.

“Debería restringirse al menos a las edades de pensión y posiblemente ser más restrictivo para no generar estímulos a la informalidad. 65 años parece una edad razonable para pensar”, puntualizó Villar.

Otra de las necesidades encontradas fue el ajuste al valor del subsidio que reciben los adultos mayores actualmente, pues el monto actual no es suficiente para superar la vulnerabilidad. Además de eso, se sugirió brindar programas complementarios de salud, vivienda, atención a víctimas, entre otros.

Fedesarrollo recomendó aumentar el subsidio en 50 %, lo que lo llevaría al nivel equivalente a una línea de indigencia. “Hacer eso con la cobertura actual (1.600.000 personas) podría costar cerca de 500.000 millones de pesos anuales. Para poder aumentar el subsidio de Colombia Mayor es indispensable ajustar primero las finanzas públicas y reducir el déficit pensional”, dijo Villar.

El director de Fedesarrollo propuso también la ampliación del beneficio a todos los que no tengan otro ingreso y no sea beneficiarios de terceros. “El problema de la vejez no es solo para los más pobres. También para quienes fueron de clase media y por la edad dejan de recibir cualquier tipo de ingreso”, señaló.

Panorama del envejecimiento en Colombia.

Programas como Colombia Mayor, administrado por la agencia privada Consorcio Adulto Mayor bajo el auspicio del Ministerio de Salud y Protección Social, resultan prioritarios, dado el desalentador panorama que viven hoy los adultos mayores en Colombia.

Para Eduardo Pizano de Narváez, director de la Escuela de Gobierno de Los Andes, es fundamental buscar más recursos para apoyar a los adultos mayores que contribuyan a “reducir las inequidades que se presentan y lograr un país más justo en condiciones de igualdad”.

Según cifras del Departamento Nacional de Planeación, uno de cada cinco adultos mayores se encuentra en condiciones de pobreza. En este aspecto no hay diferencias significativas entre hombres y mujeres mayores. Actualmente, solo 37 % tienen ingresos superiores al SMMLV y 20 % declara no recibir ningún ingreso.

Fedesarrollo señaló que la tasa de pobreza en los adultos mayores es el doble del promedio nacional. Situación que es atípica a nivel internacional e incluso en América Latina.

En 2050, la población mayor de 60 años pasará de 12 % a 23 %, eso representa casi el triple de adultos mayores que hay en este momento en Colombia.

podemos darnos cuenta que el estado tiene una base sólida de ayuda para las personas de la tercera edad, pero por desgracia la falta de estabilidad económica del país para otros aspectos, frena por completo un avance de este proyecto, después de todo el gobierno debe lidiar con otros problemas por la falta de inversión, tales como la educación, la infraestructura, vivienda entre otros.

Imposibilitando la atención e inversión necesaria para la tercera edad, que en la actualidad viven su vida en situaciones de pobreza o necesitando la ayuda de su familia para poder pasar sus últimos años de vida en tranquilidad, y otra parte deben buscar la forma de sobrevivir día tras día en caso tal que no tengan ingresos ni del estado ni de sus familias..

A partir de las instituciones que investigan en el continente Latinoamericano esta problemática ubique los principales hallazgos que permiten caracterizarla a nivel latinoamericano. (tenga en cuenta informes, datos de estadísticos, entre otros)

Se espera un contenido mínimo de 700 palabras, con un texto construido con base en los documentos sugeridos.

La calidad de vida de las personas mayores debería ser un tema de interés creciente en tanto que es el grupo demográfico con mayor crecimiento relativo durante las últimas décadas. Esto se debe al proceso de envejecimiento demográfico que experimentan todas las naciones del mundo. Mientras que hoy en Argentina hay 6 personas de 60 años y más por cada 10 niños menores de 15, se proyecta que en 2040 habrá tantos niños en ese rango etario como personas mayores. Estas grandes transformaciones en la estructura de edades de la población exigen analizar la situación actual de las personas mayores con el propósito de dimensionar y caracterizar las privaciones que padecen, y diseñar acciones para la población mayor actual y la venidera.

Se estima la magnitud y la intensidad de la pobreza en personas mayores en Argentina. A partir de reconocer la naturaleza multidimensional de este fenómeno, se analiza no sólo la pobreza por ingresos, sino también las privaciones múltiples y simultáneas de carácter no monetario. Se evalúa los determinantes que inciden en los diferentes aspectos de la pobreza y en la combinación que surge entre ellos. Dichas combinaciones, que reciben aquí la denominación de pobreza multidimensional, aluden tanto a la concurrencia de ambos fenómenos, monetario y no monetario (intersección) como a la de uno u otro (unión).

Dejando de lado lo que una privación implica en sí misma, la importancia de conocer la magnitud de estos fenómenos se justifica, por un lado, por el compromiso asumido por Argentina (y por 192 países más) de cumplir de los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS) listados en la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible. La erradicación de la pobreza extrema y la reducción a la mitad de la pobreza en todas sus formas es el objetivo número uno de los 17 formulados por Naciones Unidas y que entraron en vigor el 1.º de enero de 2016. Asimismo, los 38 países que firmaron el Consenso de Montevideo sobre Población y Desarrollo, entre los que figura Argentina, se comprometieron a “promover el desarrollo de prestaciones y servicios en seguridad social, salud y educación en los sistemas de protección social destinados a las personas mayores que avancen en calidad de vida, seguridad económica y justicia social” (Cepal [Comisión Económica para América Latina y el Caribe], 2013).

De la misma manera, el Estado se compromete a través de la Constitución Nacional a “legislar y promover medidas de acción positiva que garanticen el pleno goce y ejercicio de los derechos reconocidos por la Constitución y por los tratados internacionales vigentes sobre derechos humanos, en particular respecto de los niños, las mujeres, los ancianos y las personas con discapacidad”. El tratado internacional rector de los derechos de las personas mayores es la Convención Interamericana sobre Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores (en adelante, la Convención), y el Gobierno argentino oficializó su adhesión a esta a través del Decreto 375/2015. Las obligaciones vinculantes que figuran en la Convención se pueden resumir en su primer artículo, que compromete al Estado a “promover, proteger y asegurar el reconocimiento y el pleno goce y ejercicio, en condiciones de igualdad, de todos los derechos humanos y libertades fundamentales de la persona mayor, a fin de contribuir a su plena inclusión, integración y participación en la sociedad”.

Otro elemento no menos relevante para entender la pertinencia del fenómeno es la especificidad de este grupo demográfico y su tamaño relativo. Si bien se cuenta en el país con estimaciones acerca de la magnitud de la pobreza para la población en general y con estudios específicos para niñas y niños, no sucede lo mismo para las personas mayores. Se sabe, según estimaciones realizadas para este documento, que un 9 % de la población de 60 años y más vive en situación de pobreza monetaria, frente a un 31 % de la población entre 0-59 años.2 Estas cifras están referidas solo a la pobreza por ingresos y no cubren aspectos no monetarios que pueden llegar a ser muy importantes para la identificación de personas con privaciones y la elaboración de políticas públicas.

Podemos observar como la pobreza no está solo presente en Colombia, sino en distintos países como Argentina en este caso, donde también se lucha cada día para poder salir adelante, la tercera edad la cual también en un país como Argentina puede llegar a sufrir de extrema pobreza y aunque el gobierno trate de cubrir estas necesidades, le es complicado pues debe al igual que Colombia cubrir otras necesidades igual de importantes.

Luego de caracterizar a nivel local, nacional y latinoamericano la problemática describa las razones y hechos históricos, socio culturales, políticos y económicos que originan el problema.

Se espera un contenido mínimo de 700 palabras, con un texto construido con base en los documentos sugeridos.

El crecimiento poblacional de zonas periféricas a la ciudad de Bogotá, en especial el caso del municipio de Soacha, está determinado, en su mayoría, por las migraciones del campo a la ciudad. Aspecto que obedece a las consecuencias del conflicto armado, la crisis del sector rural y la adecuación de la fuerza laboral, los cuales giran conforme a las posibilidades que brinda el comercio en las zonas urbanas, así como a las opciones de empleo que ofrezca el sector industrial. A su vez estas condiciones se reproducen como resultado del reacomodamiento anónimo de miles de personas que buscan refugio y seguridad en la ciudad. (Morote, 2015). Los desplazados, solos o en familia, ingresan silenciosamente a la ciudad, pasan así de zonas rurales a hacinamientos urbanos, de relaciones de vecinos conocidos por años a relaciones con habitantes extraños y anónimos. Provenientes de comunidades tradicionales, se enfrentan a los determinantes de una ciudad moderna en los que todas sus relaciones varían o se modifican notoriamente. Este contexto al que se hace mención es propio de Altos de Cazucá, siendo este lugar, junto con Altos de la Florida, uno de los lugares más deprimidos de Soacha. En este Municipio, colindante con Bogotá –Departamento de Cundinamarca-, se concentran algunos de los mayores cinturones de pobreza de la ciudad y del país. Está situado en la falda de las colinas del municipio y comenzó a poblarse por invasión hacia 1975, por la parte baja de la loma, formando el Barrio Julio Rincón y desde entonces, no ha parado de crecer. Los barrios que conforman esta zona se encuentran sin legalizar y cuentan con una infraestructura de servicios muy precaria e insuficiente. A esta zona llega un alto porcentaje del total de desplazados que constantemente recibe el Municipio de Soacha y allí se mezclan con el resto de la población en un contexto de miseria y marginalidad. Según datos del censo experimental llevado a cabo en 2005, en la Comuna 4 hay 7.718 personas desplazadas, el 43.4% del total de población desplazada de toda Soacha -17.751 personas-, y, según este censo, la población total del municipio a esa fecha era de 364.625 habitantes, siendo la tasa de crecimiento de la población del 4,8%, tres veces mayor que el promedio nacional (1,6%) y

dos veces mayor que el de Bogotá (2,2%). La Comuna 42 , a la que pertenece Altos de Cazucá, contaría con 63.308 habitantes, la segunda más poblada del municipio. En términos demográficos existe un desacuerdo con respecto a la cantidad de habitantes que tiene la Comuna debido a la falta de información actualizada. Según el último Censo que data del 2005, siendo estas cifras las que se manejan de manera oficial en las entidades gubernamentales como la Alcaldía de Soacha, la población total de la Comuna 4, como se ha referenciado en líneas anteriores es la segunda comuna más poblada del municipio (Soacha) con el 17% de la población. Sin embargo, desde Morote (2015) se señala la necesidad de una actualización en los datos demográficos debido al gran índice de personas desplazadas que se ha trasladado a este sector del municipio. Según datos de la Personería Municipal, solamente del 2012 al 2013 se duplicó el volumen de desplazados que Soacha recibe, y se pasó de 1330 en el 2012 a 2500 en el 2013. Se informa que el total de población desplazada que acoge la Comuna 4 es superior a 17000 personas para el año 2013. En palabras de una habitante citada en el periódico de circulación nacional El Espectador: “Es que ni siquiera sabemos cuántas personas viven acá. Hace 12 años vivíamos 263.000 personas, pero nosotros hemos intentado hacer un conteo propio y ya alcanzamos el millón. Entonces, los recursos son mínimos para nuestras necesidades. Estamos cansados. Ya es hora de que se acuerden de nosotros”.

La población de la tercera edad también está perjudica en este caso, ya que ellos por desgracia también sufren de desplazamiento y la mayoría tuvieron que asentarse en altos de Cazucá, desde allí empezarían a buscar oportunidades en la ciudad para poder sobrevivir y adaptarse a este entorno, algunos por desgracia ya no pueden mantener el ritmo que les impone la ciudad es por ello que terminan dependiendo de sus familias o en hogares de paso.

Describa en este espacio las consecuencias sociales, culturales, ambientales y políticas que ha traído este problema a los contextos locales, nacionales y latinoamericanos

Se espera un contenido mínimo de 600 palabras, con un texto construido con base en los documentos sugeridos.

Los efectos sociales que produce esta problemática yacen en la pobreza extrema y dificultades que tiene la tercera edad para afrontar sus últimos años de vida, ya que el gobierno además de no poder invertir más en esta causa, va disminuyendo la atención a los espacios en donde están alejándose las personas de la tercera edad.

Otro de los problemas actuales de Colombia es ver como la pensión se va alejando para todas las personas que durante años entregaron o están entregando parte de su vida para poder obtener una vejez digna, nos menciona conexion capital (2020) Pensionados y estudiosos del tema aseguran que el sistema pensional colombiano tiene varios problemas. Los problemas de mayor relevancia: equidad, cobertura y sostenimiento. Además, que el desarrollo ha sido insuficiente y no hay voluntad política para mejorarlo. Tres grandes principios que son el gran problema del sistema de pensiones en el país, cuando se habla en términos de cobertura.” La cuarta parte de los adultos mayores reciben pensión, otra cuarta parte de los mayores vulnerables recibe el subsidio a la vejez, pero es un sistema segmentado”, indica David Forero, investigador de Fedesarrollo. Además, hay una gran proporción que no reciben ningún tipo de ayuda.

En equidad: la sociedad tiene problemas de acceso. Se está pagando entre 3 y 4 por ciento del PIB, cada año, es decir: uno de cada 4 pesos de los aportes de los colombianos en impuestos se va al pago de pensiones. "El sistema público de pensiones es altamente regresivo: una persona que cotiza por 20 millones de pesos al mes, puede estar recibiendo un subsidio de más de 1.000 millones de pesos", agregó Jorge Llano, vicepresidente de Asofondos.

Uno de cada cuatro pesos que pagan los colombianos en impuestos se va al pago de pensiones. "Aunque no tenemos una curva de gasto creciente para tener un sistema tan malo en cobertura, es muy caro", agregó Forero.  Esa sostenibilidad se dificulta en gran medida, porque mientras los que no se pensionan, subsidian el sistema, los de pensiones más altas, reciben mayores subsidios.

Nos menciona Gutiérrez, L (2015).  El reto más importante es la falta de una política integral hacia las personas adultas mayores que considere sus necesidades, garantice el acceso a sus derechos y atienda sus principales problemas. Los principales programas federales y estatales entregan transferencias monetarias que sólo reducen el impacto de la pobreza, pero no son suficientes para cubrir siquiera sus necesidades básicas.

Es por esto que la población de la tercera edad en Colombia es tan vulnerable, no obtiene la ayuda necesaria para poder superar la barrera económica que se presenta en gran parte del territorio, pero en especial en Cazucá donde nos podemos dar cuenta que la situación es extrema, la pobreza es un factor el cual no se está tratando como debería ser, y es por esto que salen otros problemas serios como es la salud de toda la población pero en especial de la tercera edad en donde se ve la escasez de medicamentos y la pésima calidad de la salud en comparación con otros países.

Problemática 2:

Vulnerabilidad de la tercera edad.

(Abandono).

Muchos de los adultos mayores se encuentran en un estado de soledad, es cierto varias fundaciones buscan suplir ya sea alimento o alojamiento, pero debería haber un mayor acompañamiento que los permita salir un poco del entorno ya sea de abandono u olvido por parte de sus familiares.

                     Cada día es notable que todo ser vivo envejece ya sea de manera directa o indirecta, se debe a que es un proceso natural de todo ser vivo que habita en la tierra, es el resultado de una serie de cambios físicos, psicológicos, biológicos, procesos psicomotores, y funcionales que se manifiestan o presentan de manera particular, única y diferente en cada individuo. Este proceso es irreversible y tiende a mermar las capacidades de todos los seres vivos, que además se caracteriza por la pérdida progresiva de la capacidad de adaptación y reserva del organismo ante los cambios. El abandono de las personas mayores es una problemática social no solo en Colombia, sino que en todo el mundo con cifras que constantemente están en crecimiento que merece la atención inmediata del estado, la sociedad civil, organizaciones y la comunidad en general, para lograr la sensibilización necesaria que permita entender la importancia del cuidado y atención de esta población y la necesidad de velar por el respeto de sus derechos. Es un proceso en el que el adulto mayor se siente discriminado, al alejarlo o ausentarse de manera consciente tanto física como psicológicamente de su propio entorno, no considerarlo en la toma de decisiones como en situaciones extremas, proceder al despojo de sus propios bienes por parte de aquellos que tienen la obligación moral y jurídica de procurarlos. Aunque hay artículos que defiendan la integridad y demás a la población adulta mayor hay gente que pasa por alto y vulnera así mismo a esta población, si bien lo dice la ley de 1850 del año 2017 emitida por el congreso de la república en el artículo 229A. Maltrato por descuido, negligencia o abandono en persona mayor de 60 años. El que someta a condición de abandono y descuido a persona mayor, con 60 años de edad o más, genera afectación en sus necesidades de higiene, vestuario, alimentación y salud, incurrirá en prisión de cuatro (4) a ocho (8) años y en multa de 1 a 5 salarios mínimos legales mensuales vigentes. La noticia fue revelada por la Secretaría de Desarrollo Social de Soacha, entidad que confirmó el abandono de cerca de 40 ancianos anualmente en el municipio. No obstante, reveló que se protegen alrededor de 110 abuelos en los tres hogares de paso con que cuenta la alcaldía. La cantidad de adultos mayores en situación de vulnerabilidad en Soacha es bastante grande, esto se da al no tener espacios que estén interesados en ayudar a esta comunidad. Por eso la situación está marcada en el olvido que tiene la sociedad hacia esta población y es que las condiciones en las que se dan son diversas como aspectos sociales, económicos y políticos. Mientras que en Colombia más de 400 ancianos son abandonados cada año, de acuerdo con el informe publicado por la Universidad de La Sabana de Bogotá, en Soacha, la Secretaría de Desarrollo Social protege actualmente a 110 abuelos en los tres hogares de paso y los 40 casos restantes reciben atención en los centros geriátricos de la ciudad.  Desde el área de trabajo social se inician procesos ante la comisaría de familia, que de todas maneras están sujetos a conciliación y en muchos casos no logra que el núcleo familiar de los adultos mayores cumpla con los acuerdos de corresponsabilidad establecidos. Las personas mayores institucionalizadas reciben los servicios de estadía y las tres comidas diarias, cumpliendo con las dietas balanceadas que buscan mejorar su estado nutricional, reciben valoración médica, tratamientos patológicos y terapéuticos, además cuentan con el servicio de enfermería las 24 horas del día, participan de actividades lúdicas deportivas y recreativas, y se presta el servicio de exequias a la persona mayor en caso de fallecimiento…

Cabe resaltar que el abandono no solamente es por parte de personas que hacen parte del núcleo familiar de estas personas, ya que el gobierno muchas veces no toma en cuenta esta población prefieren seguir despilfarrando los recursos en compras innecesarias o incluso prefieren pasar por alto las diferentes condiciones que atraviesa esta población tan vulnerable, se puede también evidenciar que en el sistema de salud muchas veces no saben dar un trato digno a esta población ya que no toman en cuenta que son personas más propensas a sufrir diferentes accidentes o cosas así.

Así lo concluyó un informe de la universidad bogotana de La Sabana en el cual se explica que la pirámide poblacional del país se ha invertido a tal punto de que hay más gente mayor de 60 años que niños menores de cinco. Es decir, se calcula que para el 2020 “por cada dos adultos mayores habrá un adolescente”, explica la investigación realizada por la Facultad de Medicina de esa universidad y la Asociación Colombiana de Gerontología y Geriatría. De esta manera Colombia avanza hacia el envejecimiento, pues además el nivel de fecundidad –capacidad reproductiva de la población–ha disminuido en más del 50% en el último medio siglo.

Muestra de ello es que la Encuesta Nacional de Demografía y Salud de 2015 reflejó que en 1.967 “el nivel de fecundidad por mujer era de 6,7 hijos e hijas”, mientras que hace 7 años este nivel llegó a “2,1”. El informe de La Sabana advierte que ese panorama es preocupante, dado que esta gran masa de la población adulta crecerá sin haberse garantizado sus condiciones básicas como salud o pensión. De hecho, en la actualidad existe un déficit de personal médico dedicado a atender esta población. Y es que, si bien desde 1.982 hasta la actualidad se han formado 2.000 gerontólogos en Colombia, de estos apenas hay 4% en actividad. “Lo anterior significa que actualmente hay 80 geriatras en el país y 30 en formación; la mayoría de estos especialistas se encuentran en Bogotá”, añade el documento. Además, y como si fuera poco, a este panorama se suma el hecho de que nueve de cada 10 médicos que se formaron como profesionales de la salud no tuvieron una instrucción específica sobre el cuidado o manejo del adulto mayor.

Otro de los aspectos críticos que muestra el informe es que el 74% de los adultos mayores no tiene pensión, por lo cual podría definirse en una situación de vulnerabilidad y prácticamente de abandono. Si bien el 90% de la población colombiana tiene acceso y cobertura al sistema de salud, apenas el 26% de las personas mayores de 65 años en el país goza de una pensión. Como consecuencia de esta situación, 40% de los adultos mayores sufre de depresión, con lo cual se convierte en la segunda patología más frecuente en esa población después de la hipertensión arterial. La investigación concluye que esta compleja realidad responde a la inequidad social y económica que afronta el país, ya que los adultos mayores no tienen “una pensión social universal no contributiva ``.Esto los deja aún más desprotegidos, pues muchos viven en pobreza extrema, con violencia, maltrato, abuso y con un acceso al sistema de salud muy deficiente”, añade el documento.

Los investigadores también pusieron en evidencia la exclusión que afronta la población adulta del país, a pesar de que “tener 60 o más años no es sinónimo de ser una persona vieja”. Como resultado de no conseguir un contrato y estar excluidos del mercado laboral, esta población suele sentirse inútil, inservible y como una carga para sus familias y para la sociedad en general, de acuerdo con los investigadores. En este sentido, una de las principales hipótesis a la que le apuntan los analistas es que el modelo de trabajo colombiano no es idóneo para esta población, pues suele caer muy rápido en la obsolescencia. A los adultos mayores se les deben dar más oportunidades de trabajo y estas deben adaptarse a las condiciones físicas y mentales de ellos. Lo anterior significa mayor apertura –por parte de los empleadores– a la flexibilidad laboral y al incremento de oportunidades de desarrollo y crecimiento humano de estas personas”, añade el informe.

                          En América Latina, se estima un promedio en el que tener más de 60 años es sinónimo de ser adulto mayor y las personas por encima de esta edad son normalmente omitidas de diferentes oportunidades laborales que exigen un gran esfuerzo de allí parte el desespero de depender de alguien o incluso quedar en la calle porque no tienen como sostenerse así mismo con otro tipo de actividades. Si bien esta es la tendencia general, también existen iniciativas de inclusión social que benefician a algunas de las personas en edad avanzada realmente son muy pocas las personas que saben de estos beneficios ya que el estado no hace tanta propaganda a estos planes beneficiarios a diferencia de otras cosas, entonces algunas personas no acceden a ello o porque no saben  de ello o porque saben que es un proceso demasiado largo en el cual puede llegar a nada. Algunos ejemplos son el turismo geriátrico, descuentos en transporte, actividades recreativas gratuitas, centros de adultos mayores patrocinados por los gobiernos, atención prioritaria en salud, entre otros. Estas y otras medidas complementarias serán determinantes para garantizar el bienestar de un segmento de la población que cada vez es más grande en la región.

Actualmente, en América Latina y el Caribe la población continúa aumentando y envejeciendo de forma sostenida.  La región experimentará un incremento en la población de adultos mayores que hace indispensable la formulación de nuevas políticas que aseguren una mejor calidad de vida para las personas en una edad avanzada. La reducción de la mortalidad y la prolongación de la vida están llevando a los países alrededor del mundo a tomar medidas para hacer frente a las necesidades de una población adulta creciente. Esto supone un gran reto para muchos países latinoamericanos que no están preparados a nivel social o económico para responder a dichas necesidades.

 

Según las proyecciones realizadas por la CELADE, la División de Desarrollo Social de la CEPAL, los países con mayor población de adultos mayores en América Latina son Brasil y México, seguidos por Colombia, Argentina y Perú. Además, este segmento de la población está en su mayoría conformado por mujeres.

 

El envejecimiento en la región se da en un contexto de pobreza y desigualdad de ingresos, por lo que, a los problemas de salud típicos de la tercera edad, se suman dificultades económicas que agravan la situación para muchos ciudadanos. Esto en contraste con países del primer mundo en donde una mayor proporción de las personas en la tercera edad gozan de buenas jubilaciones y actividades que les permiten una mejor calidad de vida.

 

Según los datos recogidos por la CEPAL, la cobertura de los sistemas de jubilaciones en Latinoamérica es muy baja por lo que los adultos mayores deben seguir trabajando hasta edades avanzadas o depender de sus familias de forma directa, viviendo en casas con sus hijos, y conviviendo con generaciones de nietos e incluso bisnietos. 1 de cada 4 hogares latinoamericanos cuenta con un adulto mayor. Las condiciones, sin embargo, varían dependiendo del país.

América Latina y el Caribe está envejeciendo a un ritmo sin precedentes. En 1960, el 3,8% de la población era mayor de 65 años. Para 2015, ese porcentaje había aumentado al 7,2% y se espera que para 2040 sea del 14,4%. Es decir, en 30 años, la población de adultos mayores se duplicará. En los mayores de 80 años, que hoy representan el 11% de la población mayor de 60 años, también habrá cambios: para 2030 serán el 15% y para 2050, el 26%. Este cambio demográfico en si es una noticia positiva, resultado de mejores condiciones de vida y avances en la ciencia y tecnología médica. Sin embargo, presentará múltiples retos para los gobiernos, que se enfrentarán a una población más longeva pero no necesariamente más saludable. Un estudio publicado por el Banco Interamericano de Desarrollo alerta sobre el creciente deterioro de la salud entre la población adulta mayor. El informe apunta a que, junto con la edad de la población, ha aumentado la presencia de enfermedades crónicas.

En la Edad Media los débiles eran los viejos, las familias que no podían mantener a sus mayores los abandonan y en ocasiones éstos eran recogidos por hospitales y monasterios; mientras que, entre las clases altas, si el anciano conservaba su vitalidad podía llevar una vida normal y si no se retiraba a una abadía hasta sus últimos días

Una de las razones más comunes de abandono del adulto mayor por parte de su núcleo familiar se da cuando este ha cumplido con su vida laboral útil, pues se convierte en una persona poco productiva económicamente, momento en el cual se rompe la interacción, la comunicación y el afecto, condenando a verse como una carga para la familia, realidad que viven miles de adultos mayores en nuestro país. Más de la mitad de las entrevistas se pudo percibir que el adulto mayor es consciente de la etapa que está atravesando, así mismo de que es víctima de malos tratos por parte de sus familiares, pero éstos no sienten ningún tipo de resentimiento hacia ellos, ya que explican que por motivos económicos sus familiares actúan de esa forma, también se evidencia su gran amor a Dios a quien se aferran y piden a diario ayuda para seguir adelante.

La política pública que se ha diseñado desde el gobierno para la protección al adulto mayor sin ingresos, y para prevenir la indigencia de los actuales trabajadores cuando estén en la condición de tercera edad, comprende básicamente dos programas: Colombia Mayor, y el programa BEPS. Como se deduce del informe del Min trabajo, el objetivo de la política pública de protección al adulto mayor no es, en ningún sentido, garantizar derechos y ofrecer un ingreso antipobreza, ni siquiera un ingreso anti-indigencia. Lo que han hecho los últimos gobiernos es impulsar políticas cuyo efecto no va más allá de atenuar los efectos sociales de un régimen pensional diseñado sólo para beneficiar a muy pocos, entre ellos, principalmente, los dueños de los fondos privados de pensiones. Así que la garantía de dignidad y de un ingreso antipobreza en la vejez no puede depender sólo de la existencia de un régimen pensional contributivo, menos en el contexto económico colombiano, caracterizado por la informalidad y la precariedad laboral. Los diferentes gobiernos han tratado estos problemas con políticas similares, con pocos avances y un desarrollo muy lento, pues sus resultados están limitados por el modelo de desarrollo económico que han impuesto estos mismos gobiernos, altamente dependiente de bienes primarios como el petróleo, y con problemas estructurales que hasta ahora no han tenido la voluntad política de resolver, como el de la propiedad de la tierra y la distribución del ingreso.

La directora de la entidad, Susana Correa, advirtió ante el Congreso de la República que, para 2021, la necesidad de recursos para los programas de Ingreso Solidario, Jóvenes en Acción (JA), Colombia Mayor (CM), Familias en Acción (FA) y Devolución del IVA, entre otros, aumentará a $10,52 billones, pero el Ministerio de Hacienda planteó un presupuesto de $8,73 billones, es decir, “en el proyecto hay un déficit de $1,83 billones”. “Los recursos asignados para la vigencia de 2021 realmente no son suficientes (...) el Presupuesto aumentó sustancialmente, pero también los programas”, comentó.

 

El abandono que sufre el adulto mayor es una situación que ocurre a diario. Una de las razones más comunes es cuando ha cumplido su vida laboral útil, es una persona que ya no es productiva económicamente para su núcleo familiar, se vuelve una carga potencial de costos para la familia, situación que es causal de rompimiento de interacción, relaciones, comunicación y hasta la afectividad. Siendo esta última de gran importancia para el fortalecimiento y crecimiento de una familia. Al producirse un quiebre en los puntos antes nombrados, el adulto mayor es desplazado del hogar, disminuyendo su mundo social provocando una serie de repercusiones como abandono familiar, social, aislamiento o cambios en los lazos afectivos.

Se estima que el 10% de los adultos mayores padecen de soledad maligna, es decir, aquella que compromete su salud física y emocional. De todos ellos, un 70% tiene un problema de salud grave asociado con la soledad, tanto en el campo psicológico como en el físico. A nivel general, la soledad influye en la salud cerebral de una forma muy similar al estrés crónico. Ambos provocan una respuesta negativa del sistema endocrino e inmunológico, lo que a su vez hace que organismo sea más propenso a desarrollar diferentes patologías. Según el director del Instituto de Investigaciones Psiquiátricas (IIP), el doctor Manuel Martín Carrasco, las enfermedades más comunes por el estado de soledad son “la hipertensión arterial, la diabetes, las infecciones repetidas, la ansiedad y la depresión”. En el caso de las personas ancianas, los efectos son más directos y negativos debido a la disminución de la resiliencia fisiológica, es decir, la capacidad que tiene el organismo para soportar y adaptarse a condiciones adversas, además de su reducción en los mecanismos de reparación como consecuencia misma del envejecimiento. Lo más preocupante es que se estima que el problema de soledad de los adultos mayores va en aumento y en unos años se podría convertir en un problema de salud pública mundial.

Como se puede observar existe un problema grave en lo que respecta al abandono del adulto mayor y al cuidado por parte de su familia dentro de un núcleo familiar, como también se evidencia la falta de cuidado humanizado en algunas entidades estatales, representada por la cantidad mínima de profesionales que se encargan de esta población y por la falta de atención de las mismas familias, representada en abandono y maltrato. Teniendo en cuenta que el abandono del adulto mayor ha aumentado considerablemente en muchas partes del mundo, este problema no sólo existe en el seno familiar, sino que también se está presentando en las instituciones de salud debido a la falta de interés y apoyo social, que muestran las familias y las instituciones de salud minimizando el problema. Por lo tanto, se concluye que existe un gran número de adultos que tienen la percepción de ser abandonados, de que existen pocos estudios al respecto, por lo que no es posible ofrecer respuesta positiva en la atención del adulto mayor con percepción de abandono.

Problemática 3:

Condiciones actuales del sistema de salud.

Para nadie es un secreto, que en la actualidad el sistema de salud en Colombia es deficiente,  la atención por desgracia no es completa en comparación con otros países, los procesos suelen ser muy demorados, y con la llegada del nuevo virus “Covid 19” a el país los procesos de salud se retrasan el doble perjudicando seriamente a la tercera edad.  .

El municipio de Soacha tiene dos hospitales, el Cardiovascular del Niño de Cundinamarca y el Mario Gaitán Yanguas, este último es público y se encarga de atender ciudadanos de Soacha, Sibaté y Granada.

“Tenemos servicios de cirugía, ginecobstetricia, anestesia, las 24 horas del día, toda la semana”, explicó Luis Efraín Fernández, gerente del hospital Mario Gaitán Yanguas.

Con los años ha ido creciendo comprando casas aledañas, pero no alcanza para atender a 1.200.000 personas y a la población flotante que llega por el fenómeno del desplazamiento.

“Está llegando mucho venezolano y en este momento hay un censo que hizo la Secretaría de Gobierno junto con otras entidades, donde se calculan unas 6500 familias. Nos aparecen casos de trasmisión sexual como sífilis y VIH”, afirmó Fernández.

En promedio atienden al mes 3200 urgencias, pero la infraestructura no da abasto.

“La infraestructura es insuficiente para la población actual”, aseguró el gerente del centro médico.

Al hablar del panorama de educación, tampoco mejora.

“El niño no tiene cupo para estudiar. Hay muy pocos colegios para la población que ha llegado”, manifestó Esperanza Castillo, habitante afectada.

En febrero de 2018 la Alcaldía de Soacha declaró la emergencia educativa en el municipio, pues había 6000 menores de edad a la espera de un cupo.

A pesar de los esfuerzos hay jóvenes que están en sus casas a la espera de un cupo. Y en el caso de la salud se está a la espera de la construcción de una nueva sede del hospital público. Cabe destacar que, el proyecto estaría listo para 2020 con un valor de 90 mil millones de pesos.

Por su parte, el gobernador de Cundinamarca, Jorge Rey, indicó que “esta es una ciudad que está en crecimiento aproximadamente un 7,5 % al año, lo que es una locura y, pues las necesidades en todas las líneas son apremiantes. Desde la administración anterior se ha venido trabajando en el estudio y diseños para proceder a la etapa de construcción, pero lamentablemente el contrato suscrito en 2014, en el 2016 y 2017 tuvo que liquidarse. Hubo incumplimientos por parte del contratista”.

Y añadió que “al final del ejercicio debemos propender a un área metropolitana, que permita la integración de esfuerzos entre los municipios cercanos y Bogotá, pero el área metropolitana es un matrimonio sin capitulaciones, primero tenemos que generar confianza porque como toda relación debe está basada en la confianza y todavía ni siquiera hemos empezado con el noviazgo”.

“Tenemos autonomía desde la ciudad de Soacha y aquí sin duda estamos recibiendo a diario cientos de colombianos que encuentran en Soacha una oportunidad y tenemos más de 180 mil desplazados, población víctima del conflicto armado y de cada 10 personas desplazadas siete se quedan en el municipio”, puntualizó Jorge Rey.

En la actualidad considerando la cantidad tan amplia de personas que ocupan el territorio de Soacha no se está cumpliendo con un sistema de salud digno, ya que como observamos solo se tiene 2 hospitales para atender a toda la población, y si vemos, la atención para la tercera edad esta fuera de toda prioridad, en especial en la actualidad, ya que como es de conocimiento para todos el virus es letal para la tercera edad. Los medicamentos escasean o hay que ir directamente a otros centros en Bogotá, donde las citas son lentas o la atención no es la adecuada para esta parte de la población.

Soacha cuenta con hogares de paso los cuales ayudan a algunos habitantes del municipio pertenecientes a la tercera edad, por desgracia estos deben depender de la ayuda de la comunidad y personas interesadas en colaborar, ya que, aunque es cierto que hay ayuda del estado es mínima comparada con la cantidad de personas que necesitan de la ayuda de estos hogares de paso y de los servicios que allí les brindan.

 

El sistema de salud colombiano tiene sus defensores y sus detractores. Lo paradójico es que, al nivel del diagnóstico, y a pesar de sus visiones antagonistas, ambos bandos tienen razón. En otras palabras, como veremos estas dos visiones son las dos caras de una misma moneda.

En efecto, tienen razón en el Ministerio de Salud y Protección Social cuando dicen que el sistema de salud colombiano ofrece mucho a sus usuarios, en particular da acceso a tratamientos relativamente recientes, a pesar de que son tratamientos costosos y que, por otro lado, los colombianos pagan una fracción muy baja directamente de sus bolsillos. Los gastos de bolsillo, determinados por los mecanismos de co-pago y las cuotas moderadoras son muy bajas en Colombia, lo que implica que, para un hogar colombiano es casi imposible “quebrarse” por las consecuencias financieras de los riesgos de salud. El Ministerio tiene razón de subrayar lo anterior, dado que es un atributo muy positivo del sistema de salud colombiano, incluso que países desarrollados podrían envidiar.

Pero al mismo tiempo, los detractores del sistema de salud tienen algunas críticas válidas. La realidad cotidiana que muchos usuarios del sistema de salud enfrentan en Colombia, las trabas administrativas, generalmente igual de dañinas que innecesarias, impuestas por algunas EPS a sus usuarios, o la negación de tratamientos que deberían cubrir, los tiempos de espera demasiado largos para la consecución de una cita que puede ser urgente hace que en diferentes encuestas los usuarios se declaran insatisfechos con la calidad de la atención recibida y del sistema de salud en su conjunto.

Si estas dos visiones opuestas son ambas ciertas, la primera conclusión que podemos formular es que seguramente la mejor solución no es cambiar todo del sistema de salud, porque en este caso tomaríamos el riesgo de perder los avances obtenidos en estas últimas décadas posteriores a la Ley 100. La segunda conclusión es que, es importante entender muy bien las fallas de mercado como las de regulación del sistema actual, porque si bien el sistema de salud parece muy funcional y adecuado en el papel, la realidad es otra. Como siempre, el diablo tiende a esconderse en los detalles, y sin un análisis profundo del sistema desde los lentes de la microeconómica, es poco probable encontrar las soluciones adecuadas.

Actualmente el sistema de salud colombiano se financia principalmente bajo la lógica de los sistemas Bismarckianos, es decir con parafiscales. Mejor dicho, son las cotizaciones de los trabajadores del sector formal que financian buena parte de los gastos en salud del país. Si uno analiza la experiencia internacional, varios gobiernos que eran Bismarckianos, como en Colombia, han optado desde hace varios años por financiar sus sistemas de salud con impuestos a la renta. Este es típicamente el caso de Francia. En efecto, para disminuir los costos laborales que contribuyen a alimentar el desempleo, se decidió pasar de un sistema Bismarckiano a un sistema de tipo Beveridge, es decir que, se financia con el impuesto a la renta. El día que se implemente esta reforma tributaria en Colombia, todo funcionará mejor: la informalidad en el mercado laboral bajará y tendremos una financiación sostenible del sector salud.

En la actualidad el sistema de salud Colombiano tiene como se mencionaba aspectos buenos a la hora de pagar un tratamiento que sea necesario para cualquier paciente del país incluyendo a la tercera edad, los problemas nacen principalmente desde la parte administrativa de la mayoría de las instituciones del país puesto que para poder agendar una cita aunque sea prioritaria tardaría demasiado, y podría incluso no cubrirse todo lo que verdaderamente se requiere para un paciente, llegando a necesitar de otras citas u otros tratamientos que por desgracia no se llegan a cumplir por la falta de administración que pasa dentro de las instituciones.

La noción de salud que, conforme expresa el doctor Ciuro Caldani, es variable según el espacio, el tiempo y las personas (2004/2005, 21), se ha modificado a partir del desarrollo de la Bioética. De este modo, del paradigma paternalista de la beneficencia se ha pasado al paradigma de la autonomía, que da prevalencia a la autodeterminación de la persona, comprensiva de la toma de decisiones en libertad y con responsabilidad. Tal modificación se plasma en el concepto mismo dado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), según el cual se considera a la salud como el estado de completo bienestar físico, psíquico y social y no sólo la ausencia de enfermedades, constituyendo por tanto un bien fundamental que le cabe a toda persona por el sólo hecho de serlo.

Esta consideración amplia de la salud, impacta en el Derecho y, particularmente, en el derecho a la salud.

Cuando hablamos del derecho a la salud nos estamos refiriendo a la posibilidad concreta y real del ejercicio del derecho a la salud. Entendemos que el derecho de acceso a la salud es un derecho con doble aspecto, esto es, material y formal. Así pues, hacemos referencia al ingreso de la persona a un sistema de salud, sin ningún tipo de discriminación –por razones de raza, sexo, condición económica, social, o edad– esto es, acceder a una consulta médica, obtener medicamentos, realizarse estudios, ser hospitalizada.

Efectivizado dicho acceso, al que podemos llamar material en tanto implica el ejercicio efectivo del derecho, se concreta el aspecto formal, representado por la realización de la salud, en tanto valor. El derecho a la salud se presenta como la facultad de las personas para alcanzar los servicios del sistema de salud a los fines del resguardo integral de su salud y, en consecuencia, de su vida.

Desde el punto de vista normológico es posible señalar que el derecho de acceso a la salud se halla implícitamente reconocido en el artículo 14 bis de la Constitución Nacional (CN) –3º párrafo– al hacer referencia a los beneficios de la seguridad social que el Estado debe otorgar, y en el artículo 42 –1ª parte–, CN. Así como también en el artículo 12 del Pacto Internacional de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC); en los artículos 12 y 14 de la Convención para la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, y en los artículos 23 y 24 de la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN). Fuentes formales internacionales, todas ellas de rango constitucional por su incorporación a la Carta Magna a través de la reforma del año 1994 (art. 75 inc. 22). Los preceptos mencionados imponen al Estado un deber positivo: la obligación de otorgar a todas las personas que habiten en nuestro territorio –entre ellos los ancianos–, los beneficios de la seguridad social, dentro de los cuales se incluye el acceso a la asistencia sanitaria. Pero también, al propio tiempo, otorgan a sus beneficiarios la facultad para alcanzar estos servicios, a través de relaciones de consumo que se desenvuelven en un marco de protección integral. El derecho al acceso a la salud de los ancianos es, por ello, un derecho humano social de acción positiva (ALEXY, 1993; VIDIELLA, 2000; LIMA MARQUES, 2005), que compromete al Estado y a la sociedad en su conjunto

De lo expuesto, surge que la salud de las personas mayores constituye una de las problemáticas más angustiantes de la actualidad, no sólo para los propios ancianos, sino también para los Estados, que deben atender el impacto que el envejecimiento de la población produce en la estructura político-económico-social, concretamente, en la atención de la salud. En este sentido, sostenemos que es indispensable trabajar por la construcción de un derecho a la salud de las personas mayores con sentido humanista, tendiente a lograr una vejez con calidad de vida, eliminando toda forma de discriminación, que garantice el acceso real a la salud de las personas de edad en nuestro país, en defensa del bienestar, la autonomía en la medida de lo posible y la dignidad de las personas mayores.

Tanto en Argentina como en Colombia al igual que en muchos países latinoamericanos podemos identificar como la atención a la tercera edad queda opacada, la administración y falta de atención por parte del gobierno pone en riesgo la vida de miles de personas de la tercera edad, ya que no se está tratando a esta parte de la población como se debería, es por esto que Argentina por su parte trabaja para obtener un derecho para que no haya discriminación y se pueda tener una vejez digna.    

El origen del problema de la mala administración de la salud en Colombia se debe principalmente a los señalamientos de diversos actores del Sistema General de Seguridad Social que consisten en que la causa principal de la reciente crisis del sector es la insuficiencia de los recursos financieros, la Procuraduría General de la Nación, en el marco de sus funciones de seguimiento y control preventivo a las políticas públicas, decidió hacer una revisión de las fuentes que están financiando el sistema, las funciones de cada uno de los actores que intervienen en su operación y los resultados que se están obteniendo; el panorama encontrado por el ente de control quedó plasmado en un estudio denominado “Financiamiento del Sistema General de Seguridad Social en Salud”. La Procuradora delegada para Asuntos de Trabajo y Seguridad Social, Diana Margarita Ojeda, dialogó con Hospitalaria sobre los principales hallazgos de ese organismo en la revisión a las finanzas del sistema de seguridad social en salud en Colombia.

¿Para la Procuraduría, cuáles son los aspectos más críticos en el manejo de las finanzas del sector salud colombiano? La Procuraduría, desde hace varios años, se ha interesado en la problemática de la salud en Colombia y ha evidenciado que hay una flagrante violación de los derechos fundamentales de los usuarios; el acceso a la salud es muy difícil en condiciones dignas y, en ese sentido, la Procuraduría ha hecho varios estudios y pronunciamientos sobre el derecho a la salud. Siempre hemos sostenido que la salud no puede ser un negocio manejado por sectores privados, donde se privilegia la parte financiera; la salud es un derecho y es un servicio público que pueden prestar los sectores privados, pero no como lo han venido haciendo. Este último estudio sobre el Financiamiento del Sistema General de Seguridad Social en Salud, concluyó que Colombia es uno de los países que más recursos gasta en el sistema de salud; en 2011 fueron 43 billones de pesos y, a pesar “Plata hay, la falla del Sistema de Salud en Colombia es estructural” de ello la queja constante es que a las EPS no les pagan, que a los hospitales tampoco les llegan los recursos y que las entidades territoriales se quedan con el dinero; hay una serie de trabas en el flujo de recursos que en últimas afecta al usuario. Plata hay, el estudio que fue realizado por el Centro de Investigaciones de la Universidad Javeriana Cendex, da cuenta de que en el sistema hay suficientes recursos, el problema es la tramitomanía y la intermediación que tranca el flujo de los mismos, pues la Ley 100 estableció un modelo basado en el mercado de oferta y demanda en el que se privilegia al asegurador y no al afiliado. Nosotros reconocemos que se han conseguido avances con la afiliación de más de 37 millones de personas en los regímenes contributivo y subsidiado; la afiliación ha aumentado, todos tienen su carnet, pero la carnetización no es sinónimo de acceso.

En conclusión, en Colombia el sistema de salud no necesita ser cambiado para poder obtener cambios notorios, lo que verdaderamente se necesita es que el dinero que se recibe de este se quede en el mismo para fortalecer la salud del país, y poder brindar un mejor servicio, ya que en la actualidad la salud se ha convertido en un privilegio cuando en realidad es un derecho para todos los colombianos de cualquier edad y estrato social. Además, la privatización de este derecho perjudica seriamente a las personas, ya que si no se está afiliado a una eps debe sacar un dinero el cual por lo general no se tiene, sumado a esto la falta de administración de los centros de salud tanto privados como públicos perjudica seriamente a todos ya que los procesos de agendamiento o de atención son muy demorados además de muy incompletos.

En salud, una atención de calidad es tan importante, que su ausencia tiene repercusiones no solamente sobre la eficiencia del sistema de salud o la percepción que los ciudadanos tienen de él, sino que, literalmente, puede costarles la vida. Un nuevo reporte del Lancet Global Health Comission sobre los sistemas de salud de alta calidad revela que en los países de pequeños y medianos ingresos que son la mayoría en América Latina y el Caribe mueren más de 8 millones de personas por enfermedades que pudieran ser perfectamente tratables por los sistemas de salud. De acuerdo al reporte, 60% de las muertes que podrían haberse tratado médicamente son consecuencia de una baja calidad de atención. Cabe reparar por un momento sobre las implicaciones: la mala calidad de la atención de salud es, actualmente, un mayor obstáculo para reducir la mortalidad que la falta de acceso a servicios de salud. En otras palabras, aún si se logra asegurar el acceso a un determinado servicio de salud, especialmente en los sectores más vulnerables de la población, el progreso queda anulado si no tiene la capacidad de salvar vidas y mejorarlas.

Según los autores, los sistemas de salud de alta calidad tienen el potencial de prevenir, cada año:

1 millón de muertes de neonatos, 50% de las muertes maternas, 2,5 millones de muertes por enfermedades cardiovasculares, 900.000 muertes por tuberculosis

La atención de mala calidad es un desperdicio enorme de recursos, y puede ser un problema aún en países de ingresos altos como Estados Unidos. En 2015 solamente, las muertes ocasionadas por enfermedades tratables significaron una pérdida de 6 billones de dólares para la economía estadounidense.

La atención desde la perspectiva de los pacientes

Naturalmente, la consecuencia del derroche y la ineficiencia del gasto en salud deteriora la confianza de los pacientes en los sistemas de salud. Según una nueva publicación del Banco Interamericano de Desarrollo, que analiza las experiencias de la atención primaria de salud en la región desde la perspectiva del paciente, 98% de los brasileños considera que su sistema de salud debe ser reformado. Y no es únicamente un asunto de percepción. La baja calidad asistencial puede resultar en condiciones de salud peores, agravamiento y persistencia de síntomas, pérdida de funcionalidad e inclusive recelo de regresar al centro de atención.

Hay problemas de calidad en todos los países – y para todas las enfermedades. Sin embargo, la intensidad del problema es variable; sigue siendo mucho peor en los países de bajos y medianos ingresos y, al interior de esos países, entre los grupos más vulnerables, como aquellos que viven en situación de pobreza o están marginados de los sistemas de salud por distintas razones.

En estos países: las mujeres y niños reciben el tratamiento o seguimiento clínico recomendado para visitas preventivas o curativas típicas solamente la mitad de las veces; los diagnósticos con frecuencia son errados para enfermedades graves como infarto de miocardio o asfixia en un recién nacido; el tratamiento para condiciones crónicas y mentales suele ser deficiente o alcanza los estándares mínimos, y la atención puede ser demasiado lenta en casos que requieren acción inmediata.

En conclusión, podemos observar como la salud, aunque parezca broma es lo más primordial para el ser humano después de la vida, por desgracia no podemos hablar de vida digna ya que la mala administración, la mala inversión del estado hacia este derecho y sus instituciones, provocan la muerte de millones de personas, pudiendo brindar la ayuda necesaria a millones de personas de la tercera edad los cuales son los más necesitados de este derecho el cual se les está vulnerando no solo a nivel nacional sino en gran parte de Latinoamérica.

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