Cerebro Y Conducta
Enviado por dorisoropeza • 23 de Octubre de 2013 • 5.720 Palabras (23 Páginas) • 1.058 Visitas
CEREBRO Y CONDUCTA.
Se han propuesto dos puntos de vista opuestos respecto a la relación entre cerebro y conducta.
El cerebro posee diferentes regiones funcionales.
Las funciones cognitivas están localizadas en la corteza cerebral.
Los rasgos afectivos y los aspectos de la personalidad también tienen una localización anatómica.
Los procesos mentales también están representados en el cerebro por sus operaciones de procesamiento elementales.
LA ÙLTIMA FRONTERA DE LAS ciencias biológicas, su reto definitivo, es la comprensión del sustrato biológico de la conciencia y los procesos mentales por los que percibimos, actuamos, aprendemos y recordamos, E n los dos últimos decenios ha surgido una notable unidad en la biología. La capacidad de determinar la secuencia de los genes e inferir la secuencia de los aminoácidos de las proteínas que codifican ha revelado similitudes inesperadas entre las proteínas del sistema nervioso y las de otras partes del cuerpo. Como consecuencia de ello ha sido posible establecer un plan general de funcionamiento de las células, que brinda un marco conceptual común para toda la biología celular, incluida la neurobiología celular. E l siguiente paso de este proceso unificador de la biología que constituye un desafío aún mayor y que esbozamos en este libro, será la unificación del estudio de la conducta, la ciencia de la mente, la neurociencia, la ciencia del cerebro. Este último paso nos permitirá lograr un enfoque científico unificado del estudio de la conducta.
Este enfoque global depende de la concepción de que toda conducta es el resultado de la función cerebral. Lo que conocemos comúnmente como mente es un conjunto de operaciones que el cerebro lleva a cabo. Las acciones del cerebro no sólo son el sustrato de conductas motoras relativamente simples como caminar o comer, sino de todas las acciones cognitivas que consideramos la quintaesencia de lo humano, como pensar, hablar, o crear obras de arte. Como corolario, todos los trastornos de la conducta que caracterizan las enfermedades psiquiátricas-trastornos afectivos (de las emociones) y cognitivos (del pensamiento)-son trastornos de la función cerebral.
La misión de la neurociencia es explicar la conducta en la relación con las actividades del cerebro. ¿Cómo ordena el cerebro sus millones de neuronas individuales para generar la conducta, y como son influidas estas células por ambiente, que comprende las acciones de otras personas? El progreso de la neurociencia en la explicación de la conducta humana es un tema importante de este libro.
Como toda ciencia, la neurociencia debe hacer frente de forma continua algunas cuestiones fundamentales. Los procesos mentales concretos ¿están localizados en regiones específicas del cerebro o la mente representa una propiedad colectiva y emergente del conjunto del cerebro? Si los procesos mentales específicos pueden localizarse en regiones cerebrales diferenciadas, ¿cuál es la relación entre la anatomía y la fisiología de una región y su función específica en la percepción, el pensamiento o el movimiento? ¿Es más probable que estas relaciones se pongan de manifiesto estudiando la región en conjunto o las neuronas individuales? En este capítulo consideramos en qué medida las funciones mentales están localizadas en regiones del cerebro y hasta qué punto estos procesos mentales locales pueden ser comprendidos según las propiedades de las neuronas específicas y sus interconexiones.
Para contestar estos interrogantes, analizaremos cómo la neurociencia moderna enfoca una de las conductas cognitivas más elaboradas, el lenguaje. Al hacerlo así nos centramos en la corteza cerebral, la parte del encéfalo implicada en las conductas humanas mas evolucionadas. Aquí vemos cómo el cerebro está organizado en regiones o compartimientos cerebrales, cada uno es constituido por grandes grupos de neuronas, y cómo las conductas muy complejas pueden localizarse en regiones específicas del cerebro y ser comprendidas en relación con el funcionamiento grupos de neuronas. En el próximo capítulo consideraremos el funcionamiento de estos circuitos nerviosos a nivel celular, empleando una conducta refleja simple para examinar la forma en que las señales sensitivas se transforman en actos motores.
Se han propuesto dos puntos de vista opuestos respecto a la relación entre cerebro y conducta.
Nuestra concepción actual de las neuronas, el cerebro y la conducta se ha forjado a lo largo del último siglo debido a la convergencia de cinco tradiciones experimentales: anatomía, embriología, fisiología, farmacología y psicología.
Antes de la invención del microscopio compuesto en el siglo XVIII se consideraba que el tejido nervioso funcionaba como una glándula, una idea que se remonta el médico griego Galeno, que propuso que los nervios transportan hacia la periferia del cuerpo un líquido segregado por el encéfalo y la médula espinal. El microscopio reveló la verdadera estructura de las células del tejido nervioso. Incluso así, el tejido nervioso no fue objeto de una ciencia específica hasta los últimos años del siglo XIX, cuando Camillo Golgi y Santiago Ramón y Cajal emprendieron las primeras descripciones detalladas de las células nerviosas.
Golgi desarrollo en método para teñir las neuronas con sales de plata que revelaba toda su estructura con el microscopio. Pudo ver con claridad que las neuronas poseían cuerpos celulares y dos tipos principales de proyecciones o prolongaciones: las dendritas ramificadas en un extremo, y un axón largo, como un cable, en el otro. Empleando la técnica Golgi, Ramón y Cajal fue capaz de teñir células individuales con lo que demostró que el tejido nervioso no es una red continua, sino una malla de células separadas. En el transcurso de este trabajo, Ramón y Cajal desarrolló algunos conceptos esenciales y muchas de las pruebas iniciales de la teoría neuronal, el principio de que las neuronas individuales son los elementos básicos de la señalización del sistema nervioso.
El embriòlogo norteamericano Ross Harrison proporcionó apoyo experimental adicional a la teoría neuronal al principio del decenio de los años 20, demostrando que las dos principales proyecciones de las neuronas, las dendritas y el axón, crecen a partir del cuerpo neuronal y que lo hacen incluso en un cultivo de tejidos en que cada neurona está aislada de las otras. Harrison confirmo la sugerencia de Ramón y Cajal de que la punta del axón da origen a una expansión denominada como el crecimiento, que dirige hacia su objetivo al axón en desarrollo (sean otras neuronas o músculos).
La investigación fisiológica del sistema nervioso comenzó a finales del siglo XVIII cuando el médico y físico italiano
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