Cine: Retrato De La Realidad

Muchas veces la realidad supera la ficción, y otras, esta primera es criticada por la última. Como sociedad utilizamos el arte, no solo para embellecer la vida, sino también para obligarnos a razonar, a pensara mas no sea, subliminalmente sobre un tema específico, que probablemente destruya lo que somos o el mundo que conocemos.

Es así que las películas reflejan el matrato que sufren millones de animales. Un claro ejemplo, es el film “El planeta de los simios”; su mensaje es representar la “superioridad” de los humanos, cuyo exceso de poder se ve alterado por el desarrollo intelectual de los simios, (producto de los experimentos realizados en ellos) dejando el planeta en manos de los mismos.

En el presente los animales son utilizados tanto para pruebas de productos farmacéuticos, investigaciones de enfermedades infecciosas o la reacción ante ciertos tóxicos, que alteran su genética/ funcionalidad, y su salud, para prevenir el riesgo de resultados dañinos en humanos. Cada año 115 millones de animales son usados en el mundo con fines científicos, donde la mayorí¬a de los experimentos son inútiles y repetitivos, y no aportan nada digno de mención a los rigurosos conocimientos de la Medicina.

El desarrollo científico es fundamental para nuestra humanidad, pero todo tiene su límite. Es sabido que la sociedad se opondría a la experimentación con humanos, ¿porque no tenemos el mismo trato con los animales? El hecho de que no puedan comunicarse, no significa que no sientan, ellos también tienen derecho a una vida plena y a morir como lo disponga la naturaleza, no nosotros. Existen métodos alternativos que nos indica que se pueden reemplazar los animales de experimentación, entre estos están: modelos, maniquíes y simuladores mecánicos, experimentación con plantas, estudios in vitro con líneas celulares, entre otros.

Es éticamente incorrecto dañar o matar a un animal mediante la experimentación científica, pero en realidad, ¿hasta dónde seremos capaces de llegar?

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