Comercio exterior del Ecuador

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INTRODUCCIÓN

Samuelson y Nortdhaus definen al comercio exterior como “… el proceso por el que los países importan y exportan bienes, servicios y capital financiero…”. Por lo que, el comercio exterior permite un incremento en la capacidad de consumo (calidad y cantidad), permite la creación de ganancias a las que posiblemente no se accedería en una economía cerrada. Ahora bien, el comercio exterior debe beneficiar a ambas partes, en caso contrario, no existiría.

Desde la participación de Ecuador en el comercio exterior, han existido los denominados “booms”^[1], los cuales a pesar no haber sido aprovechados al máximo por diversos motivos, fue y es un pilar fundamental en la economía ecuatoriana y su continuo desarrollo. Además de destacar las nuevas oportunidades del comercio y nuevas rutas comerciales.

La importancia de este ensayo recae, en la relevancia del comercio que ha surgido a lo largo de la historia hasta la actualidad (2016) y los nuevos horizontes del comercio. Por lo tanto, en el contenido de este ensayo se abordará los temas desde varios puntos de vista y opiniones de varios autores.

DESARROLLO

Al hablar de comercio exterior se hace referencia regularmente a exportaciones e importaciones, las primeras como base del desarrollo de un país y las segundas como base del consumo e inversión en capital en forma de maquinaria y tecnología.

Desde un inicio el comercio exterior ecuatoriano se ha caracterizado por ser exportador de alimentos y materias primas. Esto se da porque nuestra ubicación geográfica hace que la naturaleza sea generosa con la riqueza de la tierra, luminosidad y la gran diversidad climática.

Pero si Ecuador es un país con dicha riqueza, ¿Por qué no se ha industrializo?

Desde que Ecuador tiene participación en el comercio exterior han existido un sin número de contratiempos y problemas, desde caídas de precios internacionalmente, hasta gobiernos sin proyección despilfarrando los ingresos de las exportaciones. Pero a pesar de las falencias existentes en el trayecto de la historia cabe resaltar la importancia que ha tenido el comercio en el país, pues ha sido el motor de crecimiento, llegando en muchos casos mostrar saldos positivos en la balanza de pagos^[2]

Cabe recordar que durante la presencia de los españoles el oro de nuestro territorio fue saqueado inclusive hasta se llegó a pensar que se había acabado en términos generales, tanto fue así el saqueo que se llegó a pensar en dicha idea.

Booms del comercio ecuatoriano

En el siglo XIX fue el cacao el que se consolidó como el principal producto de exportación y la economía del país se construyó alrededor de éste. De hecho, la balanza comercial, registró únicamente un déficit en el año 1897. Teniendo como principal cliente el continente europeo.

Por otro lado, después de las dos Guerras Mundiales y sus efectos negativos en la economía mundial, en la década de 1950 el banano se convirtió en el principal producto de exportación para Ecuador.

El boom del banano incidió positivamente en el crecimiento del país, hay que reconocer que se desarrollaron políticas que buscaban la participación en comercio, pero lamentablemente no se diseñó propuestas que fueran duraderas y con una proyección a largo plazo, si no otra fuera la historia, si bien es cierto se invirtió en el sector público, además de construir carreteras asfaltadas, siendo un factor favorable para la logística de aquella época.

1972 inicio de la exportación hidrocarburífera

El auge petrolero nos llevó a las puertas del paraíso como lo mencionaba Alberto Acosta en su obra “Breve historia del ecuador”. Lo que incidió para que Ecuador sea integrado al comercio global no por sus productos sino por la cantidad de divisas que ingresaron en aquella época, tal como sucede en la vida normal “en donde a un rico le es más fácil que a un pobre conseguir un préstamo, el Ecuador petrolero consiguió los créditos que no había recibido el Ecuador bananero y mucho menos el cacaotero” (Acosta, 2001). Esto fue el detonante para que el Ecuador comience su carrera al endeudamiento por ello, no mejoró las cuentas fiscales debido a que los mayores ingresos se tradujeron inmediatamente en mayores gastos, principalmente de inversión.

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