Como Pensar El Desarrollo O Crecimiento Sustentable Estable
Enviado por carlosaravich • 11 de Mayo de 2014 • 2.486 Palabras (10 Páginas) • 361 Visitas
Abstract
El presente trabajo pretende ser un análisis reflexivo de la realidad argentina en el marco de su tránsito en el contexto de la crisis global, que en el decir de algunos pudiera estar poniendo nuevamente en juego los paradigmas de la eficiencia de los mercados. El planteo se enfoca particularmente desde la interesante óptica aportada por el Dr. Ferullo en su análisis de la noción de confianza en el pensamiento económico y utilizare su marco teórico para analizar y concluir sobre como pensar el desarrollo o crecimiento sustentable estable, evitando el crecimiento basado en invenciones financieras que lleve a los individuos a depositar su confianza en pompas de jabón, pensar en cómo las familias pueden crecer con el crédito(tal vez más lento) pero sin la terrible crisis de confianza en la que se sumió la economía mundial.
INDICE
Pág.
Marco Teórico…………………………………………………………… 4
Los datos del contexto………………………………………………… 7
Perspectivas y conclusiones………………………………………… 11
Marco Teórico
La economía está llamada a ser una ciencia moral, coinciden John M. Keynes y Amartya Sen, por poco que nos acerquemos a las esferas profundas del pensamiento económico moderno, los juicios de valor se tornan casi inevitables, sin cuestionar aportes innegables de los pensadores y grandes economistas, cabe preguntase si no resulta posible mejorar los resultados de la ciencia de la economía a través de una ampliación significativa de su campo de estudio, reducido de manera excesiva por el modelo dominante .
Keynes cuando piensa en la economía, lejos de ser una ciencia “estricta como la matemática”, forma parte más bien de la “tradición de las ciencias humanas(o morales).
Keynes pregona “El problema político de la especie humana consiste en combinar tres cosas: la Eficiencia Económica, la Justicia Social y la Libertad Individual. La primera requiere espíritu crítico, precaución y conocimiento técnico, la segunda, un espíritu desinteresado y entusiasta apoyado en un verdadero amor al hombre común; la tercera, tolerancia, aliento, apreciación de las excelencias propias de la variedad y la independencia… “
De la evolución del pensamiento económico y los conceptos que sostenían buena parte del contenido teórico de la teoría pre- keynesiana tomare el postulado conceptual de raíz clásica que está relacionado con la temática de la confianza, y que está referido a la supuesta neutralidad del dinero, en esta teoría el dinero no es demandado como un bien pues no brinda “utilidad”, su teoría cuantitativa que dice que cualquier cambio en la cantidad global de dinero provoca un cambio proporcional idéntico en el nivel general de precios, Keynes resalta la función del dinero como depósito de valor, como un bien demandado en si mismo ya que además sirve de tranquilidad y de confianza, lo que se valora más en tiempos de crisis.
El mensaje clásico de confiar que la economía necesita para ser aceitada en su funcionar simplemente asentarse en los mercados de funcionamiento libre y garante por si solo de estabilidad y eficiencia ya fue superado, tras la dura crisis posterior a la segunda guerra. La critica keynesiana aconsejo la necesidad de desterrar la confianza ciega en los mercados, construyendo economías verdaderamente mixtas, destacando el rol del Estado.
Luego la hipótesis de las expectativas racionales, la teoría de los mercados financieros eficientes y la teoría de los ciclos reales configuran una triada unida por un mensaje básico común: los mercados, en ausencia de toda regulación ajena a su propio funcionamiento libre y competitivo, son necesariamente eficientes. La confianza tiene que estar depositada esencialmente en la siguiente creencia: los mercados se auto-regulan y conducen naturalmente a la eficiencia productiva y a la estabilidad financiera.
No se trata de convertir esta cuestión en una dicotomía que nos obligue a elegir entre el crecimiento apoyado en el funcionamiento libre de los mercados y la estabilidad que frena esta expansión a través de interferencias y regulaciones especificas. De lo que se trata simplemente es de evitar el optimismo desmedido que nace de la confianza excesiva en la presunta existencia de una tendencia aparentemente irreversible hacia mercados más completos, y en consecuencia cada vez más eficientes. Cubrirse de riesgos con instrumentos eficientes es un importante avance en términos de eficiencia, pero cuando se pretende eliminar a incertidumbre lo que se pone en peligro es la estabilidad del sistema mismo. Una confianza excesiva en los mercados durante un momento en que el globo especulativo se infla, termina usualmente en una desconfianza excesiva cuando el globo comienza a desinflarse. Postular la existencia de mercados perfectos, es en el momento de construir modelos teóricos, tan licito como postular, en ese mismo momento, la existencia de gobiernos perfectos. Plantear un debate entre estos extremos es plantear una falsa dicotomía .
El problema de la confianza nos debería llevar a ubicarnos en lo que nos muestra la historia de las economías de mercado modernas y es que la estabilidad es mayor y el crecimiento se sostiene cuando la confianza de los individuos se deposita en los mercados y el compromiso firme del Estado en mantener alto y estable el nivel de producción y empleo, de manera simultánea.
“El mundo social, donde el futuro es en parte radicalmente incierto, la confianza no puede ser totalmente sustituida por ningún mecanismo “natural”. Aceptado esto, el pensamiento económico solo puede avanzar científicamente se apoya en una visión capaz de aceptar la incertidumbre como dato insoslayable de la condición humana. Todo conocimiento del futuro es siempre inseguro, lo que significa que el agente económico tiene necesariamente que adoptar, a veces, estrategias cuya razonabilidad proviene de convenciones y reglas sociales que comparten solo en parte la seguridad que brinda la “racionalidad” estricta del homo economicus. Si pretende tener un contenido práctico, aplicable al mundo real, la ciencia de la economía tiene que convivir necesariamente con la idea de la incertidumbre, imposible de ser transformada totalmente en riesgo calculable y asegurable. Aceptada la incertidumbre, el funcionamiento de los mercados financieros deviene inherentemente inestable, lo que nos lleva a concluir que la confianza en el funcionamiento de estos mercados necesita del complemento de la confianza en políticas de estabilización razonables. La certeza absoluta no forma parte de la vida económica y debería desaparecer también de la ciencia
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