Como podemos observar han venido ocurriendo una serie acontecimientos entre EEUU Y Siria, que como resultado han generado grandes conflictos

Como podemos observar han venido ocurriendo una serie acontecimientos entre EEUU Y Siria, que como resultado han generado grandes conflictos, debido a esto se ha visto también la intervención de otros estados que apoyan a las diferentes partes; de esta disputa nacen grandes aliados; enfatizándonos en una súper potencia llamada RUSIA que brinda su apoyo incondicional al estado de Siria, esto no nace recientemente sino viene desde la alianza comercial y estratégica con Damasco sobre todo de la eterna desconfianza de Moscú hacia intervenciones armadas de Occidente.

A lo largo de la historia se puede ver que Siria siempre ha sido uno de los pocos y más importantes aliados que le quedan a Rusia del viejo esquema de relaciones que heredó de la URSS, y quiere conservar su influencia en un país que considera clave. Al brindarle su apoyo, Rusia además de conservar esta influencia trae consigo otro tipo de beneficios para su país:  

Existen lazos comerciales en el campo energético, especialmente en el capítulo del gas. Pero Siria quiere ante todo defender su papel como superpotencia en la zona, y cree que este rol se mantendría interviniendo sobretodo militarmente en este conflicto, generando por lo menos un poco de seguridad a Siria al saberse que está preparado para cualquier tipo de ataque en contra de su estado y así no quedar devaluado tras una intervención unilateral por parte de las potencias occidentales.

Siria es un buen cliente de la industria armamentística rusa, uno de los sectores más importantes del país, esto sería claramente un argumento clave para explicar el apoyo de esta potencia hacia Siria, ya que aporta ahora mismo el 5% de los ingresos que obtienen los rusos vendiendo armas y que al verse una derrota en este estado, se vería afectada sustancialmente  Rusia en la parte económica, debido a la pérdida de su gran aliado comercial en cuanto a este sector fundamental para la economía de esta súper potencia como lo es el anteriormente mencionado.

Por otro lado Rusia  teme de igual forma en que con la caída del gobierno de Siria continúe la expansión del radicalismo religioso por medio de una sucesión de ‘primaveras árabes’ que están desplazando a gobiernos autoritarios de corte secular en favor de otros con apoyo popular y un fuerte componente islamista. Siria podría ser la próxima ficha en ese dominó tras la victoria de los Hermanos Musulmanes en Egipto. En círculos diplomáticos rusos se suele decir estos días que entre un tirano y otro elegirán “al que lleve corbata” en lugar de prendas religiosas.

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