¿Conozco Realmente A Mis Estudiantes?

¿Conozco realmente a mis estudiantes?

Objetivo de aprendizaje: reflexiona sobre su rol como docente en la promoción de aprendizajes, considerando el paradigma centrado en el aprendizaje, su rol docente y el del estudiante.

REFLEXIÓN

Los jóvenes de hoy en día presentan una evolución en el sistema de aprendizaje el cual nos obliga a replantearnos la manera de educar, de enseñar y de orientar, esto último no es con el afán de señalar que a los alumnos se les tenga que tratar como si ellos fuesen un problema, o por estar presentándose a cada uno de ellos turbulencias o crisis como mencionan Jacobson, Josselyn, Pearson, Geleerd y Deutsch, sin embargo estas “crisis” que presentan en algún momento de su adolescencia, impactan en la manera en la cual se les educa, ya que si bien nos apegamos los docentes al lado cognitivo del alumno sin tener en cuenta su entorno, la trascendencia en conocimientos se verá mermada ya que puede o no influenciar de manera importante en aprendizaje.

Daniel Offer (1969) menciona la “confusión” como un factor importante en el desarrollo que presentan los jóvenes en forma de ruptura, y tratando de entender la realidad y la problemática desde el punto de vista docente y el mío muy en particular, puedo observar que los jóvenes se encuentran si no en una confusión con ellos mismos, si en una confusión de identidad cultural, que los ha guiado al estado de confort o quizás conformismo el cual busca justificar el ¿por qué? y ¿para qué aprender? si las condiciones del entorno social no son las más propicias para su desarrollo, motivándolos a la ruptura de los esquemas de educación establecidos, y tratando de imponer nuevos paradigmas basados en la conformidad del más mínimo esfuerzo, es ahí donde cobra para mi sentido la propuesta de Espinosa Duque (2010), de buscar un enfoque diferente para abordar al adolecente en un nuevo concepto llamado “TAREAS”, las cuales como menciona deben de construir una percepción de su realidad, para así asumirlas y confrontarlas.

De estas tareas que menciona Espinosa, destaco el alejamiento de imagos parentales, puesto que en la experiencia vivida como docente y como padre de familia, he notado que le cuesta al joven tomar una decisión sin antes tener el reconocimiento o aceptación de la familia causándole confusión para asumir responsabilidades por miedo a ser reprendido por esta, es decir nuestro entorno es paternalista y muy dependiente.

Nuestra misión como docentes, tiene que ser más enfocada a la orientación del alumno, establecer un equilibrio entre la enseñanza cognitiva y la afectiva, esta última no con el afán su suplantar a la familia, si no establecer un lazo socio- afectivo el cual busque expandir el conocimiento mediante la reorientación de sus metas y ser más estimulantes de sus capacidades personales, intelectuales y emocionales, de ahí tenemos que partir los docentes para el rediseño

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