Conserjes

EL ORIGEN DE LOS TRABAJADORES RESIDENCIALES

Con el surgimiento de los edificios destinados a viviendas multifamiliares en el mundo y más recientemente con el nacimiento de la propiedad horizontal, resultaron necesarios el mantenimiento y administración de las áreas comunes en los edificios. Estas tareas recayeron sobre los mismos copropietarios o inquilinos, así como también sobre Administradores contratados, quienes a su vez necesitaron tener una persona que atendiera en el sitio y en el momento requeridos, los asuntos cotidianos o urgentes. Es así como nació la figura del “conserje”, asistente necesario en la administración de los edificios. El vocablo tiene su origen en la palabra francesa “con sierge” (el que cuida o conserva). En otras latitudes, como en España, por ejemplo, se les denomina “porteros”; en otros países también se les denomina “encargados de casas de renta”, etc.

Los Trabajadores y trabajadores residenciales anteriormente llamados “Conserjes”. Por mandato legal, no podrán seguirse denominando de esa manera, sino trabajadores residenciales como lo establece la nueva ley de trabajadores y trabajadoras, se ha dignificado el trabajo a las personas dedicadas a este oficio. Estos trabajadores (as) son personas que tienen a su cuidado la custodia, limpieza y llaves de un edificio o establecimiento público, además del aseo de las áreas comunes del inmueble independientemente de que habiten o no en él.

Los trabajadores y las trabajadoras residenciales gozan de todas las garantías y derechos constitucionales establecidos en su condición de ser humano, en su relación laboral, en cuanto a su participación ciudadana, así como su vida familiar y comunitaria. (Derecho a Cesta Ticket, prestaciones sociales y demás beneficios sociales) y su familia tienen los mismos derechos esenciales a la vida social, comunitaria, familiar y ciudadana, que el resto de los familiares del inmueble.

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