Constitucionalismo

Orígenes del Constitucionalismo: Jean Jacques Rousseau y “El contrato Social”.

Monserrat Alejandra Sanzana Cortez.

Profesora: Carmen Droguett González.

16 de abril, 2014.

Introducción.

Ya que dentro del amplio mundo de las letras, de la filosofía y de la política existen una serie y vasta gama de concepciones y autores que describen en alguno de sus textos los orígenes del constitucionalismo, es necesario el conocimiento y la interpretación adecuada de estos mismos, enfocándose particularmente en una visión a la vez, para así poder entender de mejor manera lo que cada uno desea expresar, junto con sus distintas percepciones.

Este es el caso en donde se abordará meticulosamente el trabajo expuesto por uno de los grandes filósofos de todas las épocas, junto con uno de sus textos de más renombre y critica, Jean Jacques Rousseau y “El Contrato Social”.

ANTECEDENTES.

Jean Jacques Rousseau.

Pensador de origen suizo, nacido en la ciudad de Ginebra en el año 1712.

No solo fue reconocido por sus brillantes obras con respecto al ámbito de la filosofía, sino que además tenía diversas habilidades en las cuales desarrollaba su vida y tiempo libre, como lo fue la música, e incluso se dice que la botánica. Se caracterizó durante toda su vida pública por representar los ideales clásicos de la ilustración, movimiento que marcó la época del siglo XVIII en los países de Europa, el cual acudía a un mejoramiento de la sociedad.

Autor de una diversidad de textos que nunca han estado exentos de polémicas, cuyas líneas demuestran la autenticidad, el pensamiento crítico y analítico acerca de la sociedad, como lo demuestra en su obra más culmine, “El Contrato Social”, el cual explica el origen según su concepción de lo que llamaremos Estado.

“El Contrato Social”

Publicado en 1762, es también conocido como los principios del Derecho Político, divido en IV libros donde el autor hace referencia a muchas de sus ideas políticas acerca de cómo se encuentra el hombre inmerso en la sociedad. En su contexto de carácter filosófico, intenta esclarecer cual es el deber que la persona como ser individual tiene con el estado y viceversa, cuan importante es la unión de fuerzas, diferenciar las distintas formas de gobierno e introducir el concepto de “voluntad general, entre otros temas”.

ORIGENES DEL CONSTITUCIONALISMO – J.J ROUSSEAU.

La libertad y su relación con el contrato social.

“El hombre ha nacido libre y, sin embargo, vive en todas partes encadenado” .

¿Qué es la libertad?, según la Real Academia de la Lengua Española “La libertad es la facultad natural que tiene el hombre de obrar de una manera o de otra, y de no obrar, por lo que es responsable de sus actos”. Es así pues que al definir este concepto implica necesariamente que el hombre se haga cargo de su razón para poder darle un uso a su libertad para los fines que este estime conveniente.

E. Stein (1973), sugiere que existen distintas formas de libertad, como lo son la libertad personal; libertad en la esfera privada; libertad de integración social; libertades culturales; y libertades económicas.

Para J.J Rousseau lo cierto es que existe un concepto de libertad natural que se involucra y relaciona de manera muy estrecha con el comportamiento de las personas, siendo esta una consecuencia de la naturaleza humana y cuyo principal objetivo es su propia conservación, siendo incluso una persona asocial.

La libertad pasa a ser de carácter individual, ningún ser humano puede otorgar una libertad que no le pertenezca para un determinado propósito, cada cual es dueño de ésta y es el individuo el que toma la decisión de qué hacer con ella.

“Renunciar a su libertad es renunciar a su condición de hombre, a los derechos de la humanidad y aún a sus deberes. No hay resarcimiento alguno para quien renuncia a todo, despojarse de la libertad es despojarse de moralidad”

Pues bien, para que la libertad no se pierda existe aquello que llamaremos “Contrato Social”, el cual parece ser la forma más eficaz para que el individuo no pierda sus acervos y se haga cargo de su libertad a través del pacto.

El contrato social una vez aceptado convierte a todos los hombres en seres igualitarios, sin diferencia alguna de poder, lo que significa que su libertad

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