Construccion Sociocultural De Los géneros

UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL

ESPECIALIZACIÓN EN ESTUDIOS DE GÉNERO EN EDUCACIÓN

ENSAYO: “CONSTRUCCIÓN SOCIOCULTURAL DE LOS GÉNEROS”

Profesora: M.C. Domitila Sandoval Osuna.

Alumna: Alma Liliana Pulido Vázquez.

Noviembre del 2012.

“CONSTRUCCIÓN SOCIOCULTURAL DE LOS GÉNEROS”

Este trabajo busca analizar y reflexionar sobre la perspectiva y estereotipo de las mujeres en la sociedad. En este sentido se busca profundizar a través de las diferentes investigaciones que se han hecho en torno a este asunto, en base a los significativos aportes de diversos autores como J. Anderson, Jill Conway, opiniones de Parsons, Margaret Mead sobre los roles de género, y de Ana María Fernández sobre los roles del hombre y la mujer, lo que constituye un aspecto fundamental para modificar los estereotipos que históricamente han ubicado a las mujeres en situaciones de sumisión respecto a la de los hombres.

Para lo anterior este presente trabajo se basa en distintos aportes teóricos, analizando primeramente los sistemas de género como objeto de cambio. Así como los esquemas culturales los cuales nos permiten darnos cuenta de los roles masculinos y femeninos. Además de hacer el análisis del tema espacios públicos (hombres) mujeres privadas (prohibición de tareas según el sexo), que enmarca la diferencia a través de las etapas históricas.

Podemos comprender a través de la historia el legado que se nos dejó sobre el sistema de género masculino y femenino, organizados totalmente de manera separadas el cual es “la mujer en casa” y el “hombre a la calle”, por lo que Anderson (p. 19) define el sistema de género como ““Un conjunto de elementos que incluye formas y patrones de relaciones sociales, prácticas asociadas a la vida social cotidiana, símbolos, costumbres, identidades, vestimenta, adorno, tratamiento del cuerpo, creencias y argumentaciones, sentidos comunes y otros variados elementos que permanecen juntos, gracias a una fuerza gravitacional débil y que hacen referencia, directa o indirectamente a una forma culturalmente específica de registrar y entender las semejanzas y diferencias entre géneros reconocidos, es decir, en la mayoría de culturas humanas, entre varones y mujeres”. Como podemos darnos cuenta es un sistema definido culturalmente hablando y es la manera histórica de cómo se han cargado los estereotipos a las “mujeres” y a los “hombres”.

Podemos darnos cuenta que a través del sistema de género como un sistema de reglas (p. 23), es porque hace referencia a lo que está determinado, prohibido o permitido, que nos indican si lo que hacemos está sancionado como correcto, o lo contrario, En otras palabras, si nuestra actuación está o no acorde con lo que la sociedad espera, según la categoría de género a la que cada uno de nosotros se desenvuelve, ya que como en todo encontramos diferentes sistema de reglas sociales, el género vive en constante reafirmación de la reglas, la cuáles son las que nos ordenan nuestras acciones y actitudes en nuestra vida diaria.

Y la que nos lleva dentro de lo que cabe, a dar cuenta a la sociedad de cómo nos desenvolvemos en nuestra vida, basadas en reglas, según la categoría de género es quien hace la deferencia. Anderson (p. 21) afirma al respecto que el sistema de género provee definiciones sobre qué es una mujer y qué es un varón, en que son diferentes y en que son similares, así es que el afán clasificatorio del sistema de género se entiende más allá de las personas para alcanzar emociones, sentimientos, actitudes, gestos, posturas y un amplio abanico de conceptos y abstracciones.

Es importante señalar que cuando se hace referencia a “sistemas de género” es porque abarca de manera integral los contextos donde se desenvuelven las personas. Para el autor la ventaja de poner atención al concepto que abarca sistemas de género, es porque hace referencia a las prácticas de la vida social cotidiana, a los modos de vivir y pensar, a las creencias, en fin, son las formas de expresarse de cada individuo de manera particular en cada sociedad, son construcciones humanas, no de hechos dados por la naturaleza, y como tal, no sólo están atravesados por los deseos, sentimientos, emociones y valoraciones que el ser humano les da, sino que además sirven para estructurar la personalidad individual y colectiva.

Cuando reflexionamos acerca de los “sistemas de género”, es porque hay que hacer referencia a la vida en sí que a su paso han llevado las mujeres en el desarrollo de su vida cotidiana, a su forma de vivir y de pensar, a sus creencias, a su forma de desenvolverse en la vida, el rol de la mujer ha sido muy estudiado, tratando de entender su desenvolvimiento en las diferentes etapas históricas de la vida, la sumisión de la mujer ya no concuerda con la actualidad, aunque si se encuentran mujeres en estos tiempos modernos con esos estereotipos. Podemos entender que todos estos cambios de alguna manera han mejorado las formas de vida de la “mujer”, y también entender que la única diferencia que debe existir con el “hombre” es el sexo.

Por tanto, la cultura que emana de cada contexto es la que define la discriminación y subordinación de la mujer ante la sociedad.

Lo anterior lo podemos comprender en base a las aportaciones de autores como Parsons y Mead, en las que se mencionan que estas culturas sin embargo tienen que acomodarse a los procesos de modernización, por ejemplo los escritos del autor Talcott Parsons estaban basados en la era de la modernización, que en ese entonces (1962) estaba vigente, el autor asumía que los roles de género tenían una base biológica y que el proceso de modernización había tratado una racionalización de la asignación de roles basadas en funciones económicas y sexuales, para Parsons la imagen de mundo moderno era que el matrimonio y la familia funcionaban sobre la base de lazos económicos y afectivos de apoyo mutuo, en los que la capacidad masculina para el trabajo instrumental era complementada por la habilidad femenina para administrar los aspectos expresivos de la vida familiar y a la crianza de las criaturas. A diferencia Mead, planteaba la idea de que los conceptos de género eran culturales, no biológicos y que podían variar considerablemente según el entorno.

Como podemos comprender las aportaciones de los dos autores tanto de Parsons como de Margaret Meads basadas en sus estudios, abre el panorama de porqué las formas de ver los roles hombre.-mujer han sido establecidos desde tiempos pasados,

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