Contaminacion Industrial
Enviado por degc • 4 de Diciembre de 2013 • 7.552 Palabras (31 Páginas) • 478 Visitas
INTRODUCCION
La industria ha sido y es el factor decisivo del desarrollo conseguido por los países más avanzados. Nuestro país tiene la estructura propia de un país industrializado. El desarrollo industrial viene dado por el crecimiento rápido de la productividad y de la población dando lugar a transformaciones sociales importantes como la urbanización. Cambio de las estructuras productivas en favor de la industria disminuyendo el peso de la agricultura. Revolución en las comunicaciones y transportes favoreciendo el intercambio de mercancías. Crecimiento desequilibrado de unas zonas respecto a las otras, concentrándose la población en grandes núcleos cerca de las zonas industrializadas y despoblándose las zonas rurales. El desarrollo industrial conlleva la utilización de nuevas tecnologías y la introducción de nuevas fuentes de energía. Con el desarrollo industrial aparece una nueva variante: la contaminación, que influye de forma decisiva en el medio ambiente y en la vida de los seres vivos. La contaminación del medio ambiente es producida por la actividad del hombre, que en muchos casos alteran los ecosistemas y son un factor de riesgo para su propia salud. La contaminación puede darse en el aire, en el agua y en el suelo. La contaminación del aire es el resultado de la creciente utilización de derivados del carbón, del petróleo para uso industrial y a la utilización de productos químicos. La contaminación del agua es producida por las aguas residuales de uso doméstico, industrial y agrícola. La contaminación del suelo se produce principalmente por la acumulación de residuos de la extracción de minerales, residuos sólidos industriales y domésticos. Hoy en día puede hablarse también de la contaminación producida por el ruido y la causada por la radiactividad.
La discusión actual en torno a la industria y el medio ambiente enun contexto de liberalización comercial y de flujos de inversión extranjera directa
A partir de la crisis de la deuda externa y de las reformas económicas de los años ochenta, las exportaciones se volvieron el principal impulso de las economías latinoamericanas al mismo tiempo que considerables volúmenes de inversión extranjera directa (IED), vinculados a menudo con actividades exportadoras, se dirigieron a los países del área. El efecto ambiental de la liberalización comercial y de la IED ha sido tema de grandes debates. Revisaremos brevemente la perspectiva que considera la liberalización comercial un peligro al medio ambiente; aquella que considera la introducción de normas ambientales más estrictas como una amenaza a la competitividad internacional de exportadores; los argumentos que desafían esta última postura; y, finalmente, una visión que considera complementaria la relación entre comercio y el cuidado al medio ambiente. Cabe señalar que gran parte de lo escrito sobre estos temas ha sido producido en los países desarrollados y no necesariamente reflejan las preocupaciones ambientales de los países de Sur.
a) Ante los fenómenos de liberalización del comercio y la creación de áreas de libre comercio, los ambientalistas se han preocupado particularmente de que la intensificación del comercio a raíz de la liberalización implique una mayor emisión de contaminantes y que se intensifique el tráfico de materiales tóxicos. La combinación de ambos elementos seguramente estaría aumentando los derrames transfronterizos y empeorando los problemas ambientales globales.4 Por otra parte, al liberarse los flujos de capitales internacionales, existe la preocupación de que se estén creando “paraísos de contaminación” en los países en desarrollo los cuales, dada su menor valoración del medio ambiente, atraerían empresas particularmente contaminantes. Al poder ahorrarse el costo ambiental de la producción, muchas empresas podrían interesarse en emigrar a esos paraísos, para desde allí ganar mayor presencia en el mercado internacional a costa de los exportadores más protectores del medio ambiente. Ligado a esto último está el reclamo de los sectores sindicales, particularmente de Estados Unidos, que temen la pérdida de puestos de trabajo en sus países como consecuencia de la reubicación de empresas estadounidenses en países con reglas ecológicas poco estrictas y desde donde ejercerían una competencia desleal. Este movimiento de inversiones a zonas con normas laxas generaría una reducción continua de estándares ambientales a nivel internacional, de manera de crear “una carrera hacia el piso” (“race to the bottom”) de los estándares ambientales mundiales.
b) Mucha de la discusión en torno a la relación entre medio ambiente y comercio, de especial relevancia a partir de la liberalización comercial, gira en torno a los problemas de competitividad. Existe la apreciación de que si las empresas deben internalizar los costos ambientales de su producción, el aumento de precios o la caída de utilidades que sufrirían los productores, reduciría su competitividad. Es decir, los países donde la regulación ambiental es más estricta, tendrían problemas para mantener o aumentar su participación en el mercado internacional. Al analizar la competitividad de los sectores industriales en el mercado internacional, también habría que esperar, en esta lógica, que aquellos rubros intensivos en contaminación, se expandieran más en países con reglamentos ambientales poco exigentes.
Una serie de estudios demuestra que la participación de las industrias contaminantes en la estructura productiva de países industrializados ha tendido a caer, mientras las de los países en desarrollo ha aumentado en el mercado internacional (Jenkins, 1998; Low and Yeats, 1992; Sorsa 1994). También hay estudios que demuestran que el índice de las ventajas comparativas reveladas (VCR) en sectores industriales más contaminantes es mayor en los países industrializados que en los países menos desarrollados, pero mientras en los primeros ese VCR tiende a reducirse, lo contrario ocurre en los países en desarrollo. El que las exportaciones de Estados Unidos hayan pasado de ser más intensivas en contaminación que sus importaciones en 1967, a la situación contraria en 1977, es también sugerente en este sentido.5 Aunque esta evolución parece sugerir que los países desarrollados, que cuentan con un marco regulatorio ambiental más estricto, han perdido competitividad en las industrias ambientalmente sensibles, este fenómeno también puede identificarse con un patrón propio de ciertas etapas de industrialización, donde actualmente varios países latinoamericanos han encontrado un nicho ventajoso, no basado en su rezago ambiental, sino en ventajas tales como el costo de la mano de obra y la disponibilidad de materias primas.
Este es el
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