Control de maleza.

Introducción

El siguiente informe da cuenta del cultivo de Remolacha en la zona sur de nuestro país, Chile. Específicamente en Renaico, región de la Araucanía. Considerando en esta segunda parte, procesos de aplicación de productos fitosanitarios, para el control de malezas enfermedades y plagas en todas las etapas de su desarrollo. Teniendo en cuenta condiciones edafoclimaticas, características y situaciones propias de este cultivo.

Con lo anterior se determina la maquinaria, equipos y aperos agrícolas necesarios para llevar a cabo las labores antes mencionadas, además de los que nos permite realizar las actividades de cosecha y post cosecha de remolacha, junto con la limpieza de los residuos resultantes de esta última etapa.

Por otra parte, se muestran las variantes de los posibles usos que se puede dar a los residuos de follaje y malezas que deja la maquinaria utilizada en post cosecha.

Control de maleza

En cultivos como la remolacha, la maleza compite con ella por espacio, agua, nutrientes y luz. Es por ello necesario mantener ausente de la superficie todo tipo de maleza, desde la preemergencia y hasta la misma cosecha de la remolacha, con el propósito de favorecer la productividad de la misma.

Para controlar la maleza presente en este tipo de cultivo es necesario seguir ciertas prácticas que eviten su aparición en el terreno que se trabaja.

Algunas de las prácticas que se pueden realizar son las siguientes:

• Realizar la última labor de preparación de suelo en una fecha cercana a la siembra, para evitar que las malezas emerjan antes de la remolacha.
• Contar con una densidad de plantas alta, considerar una plantación de 120.000 por hectárea dificultara el desarrollo y emergencia de nuevas malezas.
• Una vez terminada la siembra y de aplicado el herbicida de preemergencia, se debe regar. Con esto se estimula la emergencia rápida y homogénea de la remolacha, además de activar e incorporar los herbicidas residuales.
• Realizar el primer tratamiento herbicida en preemergencia, inmediatamente después de sembrar e incorporar con riego. Con esto se logra evitar de un 40 a un 70 por ciento el nacimiento de malezas y disminuye el vigor de aquellas que logran emerger.
• Durante la post emergencia se debe hacer aplicaciones de herbicidas apenas se advierta la presencia de nuevas malezas, es decir, en punto verde, no más allá del estado de cotiledón. Es importante no postergar estos tratamientos, aun cuando se considere que la presión de malezas en el cultivo es baja.

De lo anterior se puede afirmar entonces que, debido al lento desarrollo de la remolacha en sus primeros estados vegetativos se hace imprescindible la utilización de controles efectivos de malezas, hasta que la superficie foliar cubra por completo el suelo. De otra forma las plantas acabarían por ser ahogadas por las malas hierbas.

Hoy en día el mercado ofrece una gran gama de herbicidas que cubren las necesidades de cada potrero por muy amplio que sea en número de hectáreas plantadas y clase de hierbas que invadan el cultivo.

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