Creencias personales sobre la enseñanza
Enviado por Sofía Otero Álvarez • 5 de Noviembre de 2020 • Tarea • 1.058 Palabras (5 Páginas) • 77 Visitas
Asignatura | Datos del alumno | Fecha |
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Mis creencias sobre la enseñanza
Introducción[pic 1]
Una creencia plantea una reafirmación sobre una cuestión de hecho, un principio, una ley, etc. Normalmente se adopta una creencia sobre algo del cual no disponemos un conocimiento certero, y confiamos en esa creencia lo suficiente como para actuar de acuerdo a ella. Ortega y Gasset (2001, p. 5) decía que “las creencias constituyen la base de nuestra vida, el terreno sobre qué acontece”, de tal manera que en ellas “vivimos, nos movemos y somos”. Partiendo de esto, he reflexionado sobre todas aquellas creencias que tenía sobre educación, las que han dejado de serlo a través de la formación y experiencia profesional y las que todavía permanecen en esa categoría. En la práctica educativa, las creencias de la persona docente materializan y dirigen una parte importante de lo que ocurre en el aula, impidiendo que nuevas prácticas se realicen. Partiendo de esta circunstancia he planificado las preguntas y reflexiones siguiendo los ámbitos que propone Clarke y Hollingsworth, para lograr que se materialice el cambio en las creencias. He tenido en cuenta el dominio personal, el de la práctica de la enseñanza, el de las consecuencias en el aprendizaje de los estudiantes y el dominio externo.
Reflexión sobre mis propias creencias
Dominio personal: Creo que una de las características que ha de tener un o una docente es el de la creatividad. La creatividad entendida como un ejercicio diario de búsqueda de soluciones a los conflictos, de variedad de respuesta a la multitud de situaciones de aprendizaje que se dan en un aula, utilización de materiales, etc. La creatividad como motor de cambio, de fuente de la que nutrirse para no caer en un ejercicio repetitivo y cansino.
En relación a los valores que me parecen fundamentales en la labor docente destacaría tres. El valor de ser empático con el alumnado, el mantener una coherencia afectuosa y la alegría en lo que realiza. Estos tres valores, junto con la creatividad, generan una actitud frente a las situaciones de aula, más resolutiva y proactiva ante las dificultades.
Dominio de la práctica de la enseñanza: Para ello es fundamental una buena planificación y organización, no sólo de lo que se quiere transmitir, sino también del espacio físico en el que estamos durante la clase. El aula como un agente educador más. Mobiliario adecuado, espacios que favorezcan el movimiento y la autonomía, descentralización de la mesa de la maestra, facilidad para organizar talleres o trabajos grupales.
Dominio de las consecuencias en el aprendizaje de los estudiantes: Creo que es fundamental analizar el proceso de aprendizaje de cada alumno y alumna, para poder ofrecer el apoyo, la ayuda o el ritmo necesario en cada momento. No hay que desentenderse pensando que habiendo explicado ya, ha terminado nuestra labor. Necesitamos observar con calma, intervenir de forma individualizada y atender a la diversidad de ritmos de aprendizaje. Dejar a un lado las notas y preguntarse más “¿cómo puedo ayudar a …?”
Dominio externo: Otra creencia que tengo es que las familias son grandes aliadas para favorecer situaciones de aprendizaje y enseñanza. Son el referente emocional y de valores del alumnado. Si se trabaja conjunta y colaborativamente se pueden resolver muchos bloqueos internos, conflictos disruptivos en el aula, etc.
Conclusiones de las entrevistas
Para completar este trabajo he realizado dos entrevistas a dos personas ajenas al mundo educativo, transformando mis anteriores reflexiones en preguntas concretas. Curiosamente, las respuestas se han acercado bastante a mis propias creencias. Ambas personas valoran muy positivamente la creatividad en la práctica docente, ven fundamentales los valores humanos de empatía, comprensión, paciencia, etc. Han destacado la importancia del orden y el trabajo colaborativo , aunque no se han centrado en la organización espacial del aula. Han destacado también el deber de atender a la diversidad de ritmos de aprendizaje. En la cuestión de la participación familiar, una de las entrevistadas profundizó algo más, debido a su papel como madre y sus dudas a la hora de participar más o no en el colegio de su hija. Fue interesante descubrir que hay familias dispuestas a la participación pero que les falta una guía u orientación por parte del profesor/a o del propio centro.
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