Crisis Economica

Crisis económica de 2009

Estamos sitiados por las crisis internas, aunque también por los coletazos de las extranjeras, pues más para mal, los capitalismos plenos, semidesarrollados o en vías de serlo (Cuba, dando los últimos estertores, Venezuela, con sus alardes chavistas del “nuevo” socialismo, y China, de lleno en su capitalismo), son una conexión por la globalización del neoliberalismo económico.

Es un sistema donde estamos metidos a fuerza (por “la fuerza del destino”, para decirlo con la frase de una de las óperas de Mozart-Da Ponte), y no tenemos más remedio que intentar comprenderlas a través de las interpretaciones que hacen quienes a eso se dedican, con mayor o menor destreza en sus argumentos.

Dos libros al respecto circulan. Uno de ellos es La crisis económica mundial, que se integra por ensayos de 15 autores, a quienes debemos conceder el beneficio de la duda para conocer sus puntos de vista sobre estas crisis (la nuestra continúa profundizándose y nos lleva a la inflación con estancamiento, por las pésimas decisiones gubernamentales, apenas mediatizadas por las intervenciones del Senado de la República, como resabios de cuando la Roma senatorial).

La crisis petrolera de 1973 estalló devastadora en 1987 y no han parado sus efectos, sus nuevas causas, hasta en 2008 que el capitalismo estadunidense puso a parir al mundo, arrastrándolo al sube y baja de sus recesiones, esperanzas de recobrarse, vuelta a la caída y así en un serpenteo al estilo del juego mecánico de la montaña rusa.

Los dos libros son complementarios ya que uno de los ensayistas de La crisis económica mundial es Paul Krugman (Nobel de Economía de 2008) y leidísimo columnista económico. Krugman, revisado y con nuevas aportaciones, nos vuelve a presentar un texto: De vuelta a la economía de la gran depresión y a la crisis del 2008. Es un repaso desde 1928-1929, cuando el crack del capitalismo estadunidense y, 70 años después, cuando estamos los mexicanos atrapados por el calderonismo a punto de un desastre mayor que nos haga celebrar el bicentenario de la Independencia y el centenario de la Revolución (1810-1910) no con cohetones, bailes y discursos de la derecha panista, sino con protestas, guerrillas, desempleo masivo, hambre y otros malestares sociales.

Por eso es que el libro de Krugman y el de éste con Samuelson, Stiglitz, Soros, Toffler, Enrique Caroso, etcétera, nos sirven para comprender nuestras crisis (como consecuencia de los malos gobiernos que tenemos y sus peores políticas económicas) y la crisis que circula por el sistema capitalista mundial. Son textos de gran relevancia para al menos saber cómo la tuerca sigue dando vuelta y nos aprieta, en un contexto de angustia colectiva nacional y mundializada.

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