Critica Gastronomica
Enviado por pytufo • 16 de Mayo de 2013 • 9.477 Palabras (38 Páginas) • 309 Visitas
El propósito de esta breve obra es dar a conocer unas técnicas,
necesariamente violentas, útiles para la autodefensa. Decimos
necesariamente violentas, porque en ellas no tienen lugar ni la belleza ni
la deportividad. Entiéndase, pues, bien que el único propósito de estas
técnicas es el de, poner fuera de combate a un atacante, de la manera más
contundente y rápida posible. Si bien es cierto que observando las
fotografías que ilustran los distintos movimientos no es fácil advertir la
violencia, la verdad es que las diversas tomas y golpes, aunque no
resulten espectaculares — como las técnicas del Karate, por ejemplo— son
de una eficacia demoledora y sus resultados, por esto mismo, pueden
resultar dramáticos. En electo, practicados sin compasión, pueden arrojar
saldos de huesos rotos y ligamentos dislocados. Por ello, nuestra primera
advertencia ya la vislumbrará el lector: no aplicarlas más que en
situaciones de auténtico peligro; no usarlas en las grescas ocasionales
entre amigos ni mucho menos, naturalmente, para atacar. Estas son
técnicas de autodefensa y no un arma para abusar contra seres humanos
que ni siquiera buscaban pelea. Es un arma, sí, para defenderse de los
delincuentes que nos atacan por sorpresa, a mano armada, o de los
matones que abusan de su superioridad física contra un oponente débil.
Estas técnicas, entonces, representan un arma. No constituyen
ningún deporte. Aunque, eventualmente, puedan presentarse en
exhibiciones, a manera de enseñanza.
¿QUE ES EL AIKIDO?
El Aikido es un conjunto de técnicas muy precisas y científicas de
defensa, similares a las utilizadas en el Judo. Pero el Aikido no se rige por
ninguna regla: su ejecución es absolutamente libre, razón por la cual no
es un deporte, sino un arma para dominar a un enemigo más fuerte. Es,
sin duda, la forma ideal de autodefensa personal. Que debe utilizarse
únicamente en casos de verdadero apuro, es decir, cuando se trate de
elegir entre la propia vida o la del atacante.
ANDRE LEMONNIER 6
Las técnicas del Aikido se parecen a las utilizadas en el Judo, por lo
cual es necesario conocer este deporte para poder ejercer con verdadera
habilidad las técnicas de defensa. Lo principal es que el practicante
conozca y domine las manera de caer del Judo. Si no se sabe esto, es
menester adiestrarse convenientemente con un buen profesor de Judo, o
recurrir a una obra que explique claramente la teoría de las caídas. Está
demás decir, pues, que este manual resultará muy interesante a los
judokas. Más, apresurémonos a decirlo, también será de utilidad para
cualquier persona —de ambos sexos— que sólo se proponga aprender
dedicándole el tiempo suficiente con previo conocimiento de cómo ejecutar
las caídas elementales.
La antigüedad del Aikido se remonta al año 1185, ó sea, el nacimiento
del Seudo-imperio de Kamakura, descendiendo del Aiki- Jiu
jitsu, una de las artes marciales más importantes del Japón.
ASPECTOS BÁSICOS
Volvemos a advertir que las técnicas de Aikido no son suaves, Son,
por el contrario, peligrosas, rudas. No tienen, en verdad, belleza alguna.
Todo es violencia.
Para asimilar las enseñanzas expuestas en este manual—que pretende
ser instructivo, pero no exhaustivo— es necesario que los ejercicios
sean ejecutados con suma tranquilidad. No olvidar en ningún instante
que el único propósito, al ejecutarlos, es el de poner fuera de combate a
posibles enemigos de la manera más contundente y rápida posible..., mas
sin emplear tanta violencia que determine un final dramático. Porque
esto no es necesario, ni siquiera ante el más feroz de los delincuentes
atacantes.
Si se practican estas enseñanzas sin el espíritu necesario de
únicamente aprender para casos de suma urgencia en los cuales está en
juego la propia vida, los aprendices pueden terminar con ligamentos
dislocados y huesos rotos... en el mejor de los casos. Lo que se aprenda
—poniendo toda clase de precauciones— sólo deberá ser puesto en
práctica en casos de serio peligro. Por ningúnmotivo —incluyendo las más
agrias discusiones o peleas— deben ser empleadas estas técnicas en las
grescas entre amigos por motivos del momento y menos aún en líos entre
borrachos.
Los entrenamientos deben ser realizados entre buenos amigos y sin
emplear ninguna clase de violencia, ya que el que actúe como atacante
—Tori: quien hace el movimiento—, como asimismo quien juegue de
atacado —Uke: quien sufre el movimiento—, puede salir seriamente
dañado si se practican duramente. Todo ejercicio, entonces, debe ser
ejecutado con prudencia y amplio sentido "de responsabilidad.
AIKIDO Técnicas de Defensa Personal
La defensa personal es el arte de vencer, sin necesidad de
emplear armas, a cualquier atacante, no importa su fortaleza física.
Por lo tanto, el Aikido puede ser practicado por cualquier persona de
ambos sexos, sin tener en cuenta ni edad ni vigor físico. Una niña
de ocho años o un hombre de sesenta pueden ser serios combatientes
si han aprendido a dominar las técnicas de cada movimiento. Toda la
patencia destructora que posee el Aikido, debe hallarse en la
extremidad que golpea; es decir, más o menos lo que sucede con
la piedra lanzada por la honda. No se basa en la fuerza, sino en la
velocidad y en el dominio absoluto de cada técnica. Y si bien el
Aikido no constituye un deporte —ya que no es susceptible de
presentar competiciones; reglamentadas—, es una manera excelente
para mantener un aceptable estado físico, por cuanto su práctica
ejercita brazos, manos y piernas, así como la velocidad del
pensamiento.
Requiere una profunda concentración en la tarea; y esta circunstancia
ayuda notablemente al desarrollo de la disciplina mental,
moral y espiritual. Desarrolla, pues, la confianza en uno mismo y
también la imperturbabilidad.
Para practicar el Aikido es necesario dos personas. Uno hará
de Tori (quien efectúa el movimiento) y el otro de Uke (quien
sufre el movimiento). No es necesario contar con un Dojo (sala
de entrenamiento para las artes marciales japonesas) y ni siquiera
con un Tatami (acolchado
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