Cuento CENTE COUATL HUAN TLÁCATL.
Enviado por brisa456 • 15 de Mayo de 2016 • Resumen • 1.944 Palabras (8 Páginas) • 392 Visitas
CENTE COUATL HUAN TLÁCATL
CECPA, cente Couatl, opanotaya itzallan ome huey quame totomaque. In iquac inin opanotaya omallauh quahuitl, ipan ohuetzico; iman otillin yocueloquiz, iman open mocuellohua, mocuellohua. Zan nenca ocachi ipan opachitaya, ye iyomiquía, ihuan cente tlacatl ochantía amo hueca canin oyeya quauhtlatli, oquilnamic oquaquahuizquía, tlen oquichin: ocan intepoznecochtli oya oquaquahuito. Inin oacito quauhtla opanotaya ica nica oyeya Couatl oquicac tlazanatza omocuep ontlachix Couatl ompon oyeya Couatl oquitzatzilli quilhuía:
—Qualli tlacatl xihualla xinechiquanilliqui inin quahuitl, nechmictitica.
—Amo timitziquanilliz tlamo tinechquaz.
Couatl onahuat quilhuía:
—Amo timitzquaz, xinechiquanilliqui, yotimitzilhui amo timitziquanilliz, amitla timitzchihuilliz; tle amo timoyolcocoa? Xihualla xinechiquanilliqui, timitztlatlatía!
Zazan oquitlatlati Couatl, iman tlacatl omopacho, open quitequi ica tepoznecochtli in quahuitl; oncan oquíquanilli, oquiz Couatl; open motenpapalohua; yoquinequía tlaquaz; oquipiaya ce tonalli amo otlaquaya. Ima quitohua:
—Qualli tlacatl, ye napizmiqui, axan nia timitzquaz, nicpía ce tonalli amo nitlaquatica. Tlen tiquitohua, qualli tlacatl?
—Quénin! Tia tinechquaz! Quénin zazan iquión? inon yo timitziquanilli quahuitl ica otimiquizquía ihuan axcan ticnequi tinechquaz!
—Tle tehua qualli tlacatl, amo ticmati que ce qualli ica ce amoqualli moxtlahua?
—Amo.
UNA vez, una Culebra cruzaba entre dos grandes troncos muy gruesos. Cuando iba pasando, se resbaló un tronco yendo a caer sobre ella. Apretóse y ya no pudo salir. Luego comenzó a retorcerse, pero era inútil; cada vez se apretaba más y ya se estaba ahogando. Y sucedió que un hombre, que habitaba no lejos del bosque, recordó que debía salir a cortar leña; y así lo hizo. Cogió su tepoznecochtli’ y se fue a cortar leña. Cuando llegó al bosque e iba pasando por donde estaba la Culebra, oyó ruido; se volvió, y vio a la Culebra que estaba allí. La Culebra lo llamó y le dijo:
—Buen hombre, ven acá, quítame este árbol que me está matando.
—No te lo quito porque me comerías.
La Culebra le contestó diciéndole:
—No te comeré; quítamelo.
—Ya te dije que no te lo quitaré.
—¡No te haré nada! ¡Cómo!, ¿no te compadeces? Ven, quítamelo; te lo ruego.
Mucho le rogó la Culebra, que luego el hombre se acercó y comenzó a cortar el árbol con su tepoznecochtli. Luego que apartó el árbol, salió la Culebra y comenzó a lamerse los labios, quería comer. Ya tenía un día sin comer. Entonces le dijo:
—Buen hombre, me muero de hambre, ahora voy a comerte; tengo un día sin comer. ¿Qué dices a eso, buen hombre?
—¡Cómo! ¿Quiéres comerme? ¿Cómo es posible? ¡Yo te quité el árbol que te estaba matando y ahora quieres comerme!
—Qué, buen hombre, ¿no sabes que un bien con un mal se paga?
—No.
4 PABLO GONZÁLEZ CASANOVA
Occepa onahuat Couatl:
—Tle amo timoneltoca?
—Amo, amo noneltoca tlen tiquitohua.
—Tla amo timoneltoca, xiquinhuallica nahui tlaca ihuan mixtla niquintlatlaniz, ihuan tiquitaz que mellahuac, que ce qualli ica ce amoqualli moxtlahua.
Niman oya qualli tlacatl, oquitemoto nahui oquichyolcame. Amo hueca onene, zan ica nepa oquinnextito, oquinhuallicac cente Quacue, cente Cauayo, cente Hueymiztli ihuan cente Coyotl. Couatl open quintlatlanía occequin yolcame ixtlan qualli cecentiacan:
—Qualli Hueymiztli, amo mellac que ce qualli ica ce amoqualli moxtlahua?
—Quema.
—Qualli Quacue, amo mellac que ce qualli ica ce amoqualli moxtlahua?
—Quema.
—Qualli Cahuayo, amo mellac que ce qualli ica ce amoqualli moxtlahua?
—Quema.
Iman nin qualli tlacatl oquicac nochi tlen inin yolcame oconitoque, que nochi qualli ica ce amoqualli moxtlahua, omocamic. Za Coyotl opollihuía quitlatlaniz tla mellac onoce amo mellac tlen oquitohuaya Couatl. Oacito Couatl itech Coyotl:
—Qualli Coyotl, amo mellac que ce qualli ica ce amoqualli moxtlahua?
—Pollihui niquitaz que otieya huan icon qualli timitzilhuiz tla mellac onoce amo mellac tlen tiquitohua, tla qualli tiquaz nin qualli tlacatl onoce amo. Tlaximotlalli que achtopa otieya.
Occequin yolcame onahuatque tlamach:
—Man motlalli, tla tiquittacan!
Niman omotlalitihuetz occepa itzallan quame, oncan quilhuía Coyotl:
—Axan ompa ximocahua, tehuan ye tiaui.
Oquicateque, mocuellotica ihuan pitzatzi, que iman oquinextito qualli tlacatl.
Qualli tlacatl oquitlazocamachilli qualli Coyotl.
Axan, qualli Coyotl, cepan tiacan nochan.
—Tlen taitihue?
—Axan nicnequi timitzintlacolliz cequi piome.
—Amo, xiccahua; nehuatl ica nican nia.
CUENTOS INDÍGENAS 5
De nuevo respondió la Culebra:
—Qué ¿no crees?, ¿no estás convencido?
—No estoy de acuerdo.
—Si no estás de acuerdo, trae cuatro personas y delante de ti les preguntaré y verás cómo es cierto, que un bien con un mal se paga.
Fuese luego el buen hombre en busca de cuatro animales machos. No tuvo que andar muy lejos, cerca de ahí los encontró. Llevó un Buey, un Caballo, un León y un Coyote. La Culebra comenzó a preguntar a cada uno de los animales, delante del buen hombre.
—Buen León, ¿no es cierto que un bien con un mal se paga?
—Sí.
—Buen Buey, ¿no es cierto que un bien con un mal se paga? —Sí.
—Buen Caballo, ¿no es cierto que un bien con un mal se paga?
—Sí.
Cuando el buen hombre oyó lo que decían aquellos animales, que siempre un bien con un mal se paga, se asustó. Sólo faltaba preguntar al Coyote si era o no cierto lo que decía la Culebra. Llegóse la Culebra al Coyote:
—Buen Coyote, ¿no es cierto que un bien con un mal se paga?
—Falta que vea yo cómo estabas y así podré decir si es o no cierto lo que dices, y si está bien que te comas a este buen hombre, o no. Ponte como estabas antes.
Los otros animales contestaron juntos:
—¡Que se ponga; veremos!
Entonces, la Culebra se colocó otra vez entre los árboles, y luego le dijo el Coyote:
—Ahora, ¡quédate! nosotros ya nos vamos.
La dejaron retorciéndose y chillando, como cuando la encontró el buen hombre. El buen hombre le dio las gracias al buen Coyotito.
—Ahora, buen Coyotito, vamos juntos a mi casa.
—¿A hacer qué?
—Quiero regalarte algunos pollos.
—No, déjalo; yo me voy por aquí.
6 PABLO GONZÁLEZ CASANOVA
—Amo, tiahue!
—Axan tlaxquita,
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