Cuento Caballo Negro

En un lejano pueblo, había una familia los “Murphy Jhones” con la hacienda más extensa, de la región, riquezas abundantes, sin necesidades mayores, era la descendencia más poderosa de la zona.

En ese lugar lo que más destacaba era un caballo imponente pura sangre, su tamaño era impresionante y su hermoso pelaje brillaba como el sol, tras generaciones en la familia de regalo al primer nieto varón se lo daban un ejemplar similar, en 12 años Freddy Murphy junto con su esposa Lori Jordán solo tuvieron una hija Eimy Mhurpy Lori murió apenas la niña nació, Freddy se quedó con la niña olvidando así la tradición. Eimy al poco tiempo creció, conocida en la zona por ser única heredera de la gran fortuna. La chica se enamoró de Abraham Ray, trabajador pero pobre su familia insignificante comparado con la de ella su padre se enteró y le prohibió supo del amorío; Eimy se escapó con Abraham una noche así concibiendo gemelas su padre y lo mando a matar la familia del pobre hombre lo maldijo con rencor a la familia Mhurpy Jhones en el cual consistía que si Eimy primogénita tenía hijos todos murieran sin saber que ella se embarazo de Abraham; Freddy la perdono y la apoyo con las niñas Rachel y Zoe Murphy.

A las niñas les pusieron el apellido de su abuelo ya que el negó a su padre rotundamente, fue extraño que siguieran vivas después de tal maldición de su abuela paterna lo que las protegía era el caballo negro de la familia que cerraba el circulo protector

Freddy estaba viejo y cansado de vivir enfermo hizo prometer a sus nietas que siguieran su tradición que habían dejado a un lado por 30 años, días después murió y el caballo negro desapareció Rachel, era la única que le gustaba cabalgar con el ejemplar quería mucho al caballo de su abuelo se deprimió tanto que ya no quería comprar otro. Su madre enfermo junto con Zoe; Rachel se preocupó más por su hermana y su madre que por el caballo, de nada sirvieron los cuidados Rachel pues desprotegidas la maldición se cumplió y todas murieron.

Hay quienes afirman que cada noche de luna llena se escucha el galopar del caballo y el lamento de las mujeres.

POR: ARANTZA MONTALVO

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