Cuento De Horror
Enviado por kioya • 6 de Octubre de 2012 • 888 Palabras (4 Páginas) • 330 Visitas
LA CASA EMBRUJADA
Hace algún tiempo, unas jovenes sufrieron un horrible encuentro sin saberlo
en un paseo a los bosques de la ciudad de México, íban por la carretera, cuando de pronto
el auto en el que viajábamos Angela y su prima Raquel, se paró sin razón, lo habían
alquilado y se habían asegurado que todo estaba bien, por lo que decidieron bajar del auto
y pedir ayuda, ya como mujeres inexpertas en mecánica, ni siquiera lo intentaron arreglar,
tenían miedo de estropearlo más de lo que ya estaba.
Se colocaron las dos en la orilla de la carretera esperando que algún auto pasara y les
ayudara, era alrededor de las cinco de la tarde, y como era en el mes de noviembre ya
empezaba a oscurecer, empezaron a sentir miedo e inseguridad, se sentian solas al estar
en plena carretera.
Pero su suerte cambió en pocos minutos y Angela logró detener un auto, era un joven llamado
Antonio, les preguntó que pasaba y ellas no supimos explicarle exactamente el problema que
tenía el auto, el joven levantó el capó y miró si el auto tenía algún desperfecto, pero
como ya oscurecía y no tenian ninguna linterna el joven les sugirió:
- Miren, vivo cerca de aquí, en una pequeña casa, muy humilde, vivo con mis abuelos,
pero con todo gusto les ofrezco mi casa y mañana bien temprano vamos al pueblo mas
cercano y buscamos ayuda, y si no es algo grave hasta yo les puedo ayudar sin ningún
compromiso..¿que dicen?
Angela y Raquel se miraron y pensaron que era peor quedarse solas en la carretera,
y aceptaron la propuesta del joven.
Ocultaron el auto entre unos árboles y se dirigimos bosque adentro hacia el hogar del
joven, efectivamente no se encontraba lejos de la carretera, cuando entramos a la casa,
estaban una linda pareja de ancianitos sentados en unas mecedoras de madera, muy callados,
la abuela sólo les sonrió, ellas contestamos el saludo y el joven inmediatamente las llevó
a lo que sería su cuarto.
Al llegar la noche, Angela y Raquel no podían dormir de tantos ruidos que escuchábamos,
decidieron salir para ver que pasaba, y vieron que el cuarto del joven tenía la luz
encendida, y escuchában como se aclamaba desesperadamente a Dios pidiendo repetidas veces
perdón...pero no sabíamos
por qué, Angela se acercó a la puerta y le dijo a Raquel:
- ¡Mira!...
Bieron las dos mecedoras que se movían como si algo o alguien estuviera sentado ahí,
meciéndose, no había viento ni nada que las moviera, las dos se miraron asustadas y
corrieron a la habitación para encerrarce, cuando amaneció ninguna de las dos había
podido dormir. Cuando salieron de la habitación había un
...