Cuento de un vocho

Cuento “El vochito de ensueño”

Esta es la historia de un joven llamado Israel, quien pertenecía a la escuela más prestigiada de su pueblo. Israel no era excelente con las materias que llevaba en su escuela, pero lo que definía a éste joven era su gran imaginación, cuando le encargaban tareas sobre fabricar algo, era el primero de la clase. Vivía con su madre que se llama Eva quien es la mujer más bella que pudiese existir; Daniel era el Padre de Israel, pero, lamentablemente murió en un accidente de trabajo; María es la hermana mayor quien se casó con Enrique, un joven de su misma edad y se fueron a vivir juntos a otro país, pero, aunque ella no vivía con ellos para Israel, ella seguía siendo la persona más insoportable de todas.

Israel notó que él no quería ser un ingeniero en manufactura ni mucho menos un “licenciaducho”. A él le apasionaba viajar, recorrer las carreteras y apreciar el paisaje, sentir el viento… Un día Israel se preguntó, - ¡¿Pero ¡¿Cómo puedo viajar?!, no tengo dinero, y los autos están muy caros. Desde que Israel se formuló esa pregunta decidió empezar hacer planos para hacer un vehículo que lo llevara a donde él quería, sin preocuparse de que gastara demasiada gasolina. Israel dedico los días que no le dejaban tarea para irse a su casa del árbol que el mismo diseño, ahí era su escondite favorito, donde le gustaba estar solo. Él podía estar todo el día en la casa del árbol sin que se aburriera.

[pic 1]-Al cabo de muchísimas tardes libres que tuve, demasiados planos que fabriqué, ¡Al fin ya está!, con un suspiro enorme exclamó Israel. Lo único que faltaba era conseguir el material para fabricarlo físicamente. Israel estaba decidido a emprender la fabricación de este auto que pensó en dejar la escuela, para dedicarle todo el tiempo del mundo. Lo habló seriamente con su madre, quien al principio pensó que era mala idea, pero, si eso era lo que quería su hijo, ella lo apoyaba. - ¿Estás seguro de que quieres dedicarte es esto Israel?, preguntó su madre, - ¡Sí!, quiero llevar este vehículo a las familias de todo el mundo y que vayan a todos lados, le respondió.

El diseño del auto parecía un escarabajo, de esos gordetes y redondos, después de tener su diseño, le preocupo cual sería el nombre del su auto, pero no pasaron ni 24 horas para que la imaginación de Israel brotará desde su interior, - ¡Ya se!, le diré de cariño “Mi vochito”, dijo Israel con una sonrisa de oreja a oreja.

Israel ya tenía el plano de su coche, ya tenía el apodo perfecto, pero, le faltaba los más importante, fabricarlo. Del dinero que le daba su madre, guardaba ¾ partes para el material y el resto lo invertía en comida chatarra, pero, todo el dinero que guardaba no era suficiente para abastecer todo el material así que decidió ir con el herrero del pueblo conocido como Don Nicolás, a pedirle material que le sobrará de todos los trabajos que él hacía, algunas partes le servían pero la mayoría solo servía para la chatarra, así que opto por hablar con su hermana María para ver si ella le podía mandar dinero, y para su sorpresa, ella no contestaba. Israel estaba deprimido, sentía que todo lo que hizo, solo fue en vano. Fue a su casa del árbol a llorar y comenzó a aventar todas sus cosas, pues era frustrante tener que rendirse después de haber renunciado a su escuela.

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