Cuestionario Microeconomico
Enviado por PincheCosa • 3 de Marzo de 2015 • 2.263 Palabras (10 Páginas) • 177 Visitas
1. ¿Cuál es la diferencia que existe entre una utilidad cardinal y una ordinal?
UTILIDAD CARDINAL
Este término menos radical, aunque más creíble, de la utilidad cardinal consiste en asumir, por conveniencia o simplemente por necesidad, que cada individuo es capaz de asociar un número, o una puntuación, a cada nivel de utilidad, de modo que la escala construida permita medir, al mismo tiempo, el nivel alcanzado de satisfacción y establecer comparaciones.
UTILIDAD ORDINAL
Esto es menos rígido, y consiste simplemente en ordenar la utilidad. Cuando se hace referencia a “utilidad” en términos ordinales, se quiere reflejar solamente el ordenamiento de las preferencias. Se define entonces a utilidad como una variable cuya magnitud relativa indica el orden de preferencias.
2. Determine la función de la restricción presupuestaria.
En un período de tiempo delimitado, el consumidor dispone de una cierta cantidad de dinero que puede dedicar al consumo. Su renta puede ser quincenal, mensual, anual. Dada esta cantidad de dinero, que denominaremos R, el sujeto debe decidir qué bienes consumirá. Continuaremos suponiendo que la elección se enfoca solamente en dos bienes, entonces para averiguar cómo se agota el dinero destinado al consumo, necesitamos conocer, además de la renta, los precios de los bienes. Entonces, dada la renta y los precios, los conjuntos de bienes a los que puede acceder el consumidor vienen dados por la siguiente restricción:
(1) pxx + p yy ? R
3. ¿Cuáles son las características y supuestos de las curvas de indiferencia?
La curva de indiferencia es un gráfico que muestra diferentes conjuntos de bienes entre los cuales un consumidor es indiferente. Es decir, en cada punto de la curva, el consumidor no tiene preferencia por un conjunto u otro salvo por otra variable externa. Esto es, en cada punto de la curva de indiferencia el mismo nivel de utilidad (satisfacción) para el consumidor es el mismo, El principal uso de las curvas de indiferencia es la representación de los patrones de demanda potencialmente observables para los consumidores individuales en los paquetes de productos básicos.
Si representamos bienes sustitutivos, por ejemplo la curva de indiferencia entre la carne de pollo y de pavo, si hay mucha carne de pollo disponible con poca cantidad de ave nos será suficiente y viceversa la pendiente de la gráfica varía en función de si ambos bienes son complementarios o sustitutivos y si su relación es directa o inversa.
Sin embargo, las curvas de indiferencia tienen actualmente infinidad de aplicaciones siendo un buen ejemplo la frontera eficiente del Modelo de Markowitz de gestión de carteras como aquellas combinaciones de inversiones que dan la mayor rentabilidad al inversor para cada nivel de riesgo.
4. ¿Cuales son los tipos de curva de indiferencia que existen?
Distintos tipos de curvas de indiferencia
En la Figura 9 podemos observar distintas formas de curvas de indiferencia, estas curvas reflejan diferentes preferencias por los bienes. En la primera figura (a) observamos curvas de indiferencia para bienes que el consumidor considera como sustitutos perfectos, la RMS es constante a lo largo de toda la curva. Cualquiera de los dos bienes satisface igualmente la necesidad del consumidor.
En la figura (b) se presentan curvas de indiferencia de bienes que son complementarios perfectos y se consumen en proporciones fijas. Estas curvas indican que aunque la cantidad de uno de los bienes aumente, si la cantidad del otro bien se mantiene constante, la utilidad del individuo no se modifica. Por ejemplo los pares de zapatos, si aumenta la cantidad de zapatos del pie izquierdo, sin que se modifique la cantidad de zapatos del pie derecho, la utilidad que obtiene el individuo permanecerá constante.
En la figura (c) tenemos el caso de un mal y un bien. Un mal es una mercancía que no le agrada al consumidor. Sobre el eje y se mide la cantidad del “mal” y sobre el eje de las x se mide la cantidad del producto que le agrada al consumidor. Las curvas de indiferencia tienen pendiente positiva debido a que si queremos que el consumidor acepte una unidad adicional del producto que no le agrada, deberemos entonces, compensarlo con una mayor cantidad del producto que si le agrada para que se mantenga sobre la misma curva de indiferencia. Supongamos que al consumidor le agradan las bebidas colas pero no le gusta beber agua mineral, entonces si queremos que el consumidor acepte un vaso adicional de agua, deberemos compensarlo con una cantidad mayor de bebida cola para que se mantenga sobre la curva de indiferencia.
Por último la figura (d) muestra el caso en que el bien que se mide en el eje y se considera neutral. La utilidad del sujeto no varía según la cantidad del bien y que consuma, su utilidad sólo depende de la cantidad de x que consume. Cuanto más tenga de x mejor, sin importar la cantidad de y.
5. ¿Cuáles son los supuestos sobre las preferencias (Axiomas)?
Los economistas suelen partir de algunos supuestos sobre la "compatibilidad" de las preferencias de los consumidores. Por ejemplo, parece poco razonable – por no decir contradictoria – una situación en la que (x1, x2) > (y1, y2) y, al mismo tiempo, (y1, y2) > (x1, x2), pies significaría que el consumidor prefiere estrictamente la cesta X a la Y… y viceversa.
Por esa razón, normalmente los economistas parten de una serie de supuestos sobre las relaciones de preferencia. Algunos son tan importantes que podemos llamarlos "axiomas" de la teoría del consumidor. He aquí tres de ellos. Decimos que las preferencias son:
Completas. Suponemos que es posible comparar dos cestas cualesquiera. Es decir, dada cualquier cesta X y cualquier cesta Y, suponemos que (x1, x2) ≥ (y1, y2) o (y1, y2) ≥ (x1, x2) o las dos cosa, en cuyo caso, el consumidor es diferente entre las dos cestas.
Reflexivas. Suponemos que cualquier cesta es al menos tan buena como ella misma; (x1, x2) ≥ (y1, y2).
Transitivas. Si (x1, x2) ≥ (y1, y2) y (y1, y2) ≥ (z1, z2), suponemos que (x1, x2) ≥ (y1, z2). En otras palabras, si el consumidor piensa que la cesta X al menos tan buena como la Y y la que la Y al menos tan buena como la Z, piensa que la X es la menos tan buena como la Z.
El primer axioma, la completitud, es difícilmente criticable, al menos en el caso de los tipos de elecciones que suelen analizar los economistas. Decir que pueden compararse dos cestas cualesquiera es decir simplemente que el consumidor es capaz de elegir entre dos cestas cualesquiera. Cabría imaginar situaciones extremas que implicaran elecciones de vida o muerte
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