¿Cómo disminuir la contaminación de los buses del Transantiago?
Enviado por Chiqui Echavarri • 23 de Octubre de 2017 • Ensayo • 1.797 Palabras (8 Páginas) • 353 Visitas
Facultad de Letras – Escuela de ingeniería
Desarrollo de habilidades comunicativas para ingenieros
Pontificia Universidad Católica de Chile
¿Cómo disminuir la contaminación de los buses del Transantiago?
Juan Carlos Echavarri
RESUMEN EJECUTIVO
La contaminación ambiental es un tema de relevancia a nivel mundial, produciendo enfermedades y disminuyendo la calidad de vida de las personas. En Santiago de Chile, el sector que más contamina la ciudad es el de transporte, específicamente el transporte público. Esto se debe a la utilización de buses a combustión diésel, los cuales tienen un mejor rendimiento que otros combustibles fósiles, pero contaminan en mayor medida.
A pesar de haberse tomado medidas para disminuir la contaminación, el Transantiago sigue una de las fuentes de mayor contaminación en la ciudad. Debido a esto es necesario encontrar una alternativa más ecológica.
La alternativa planteada es reemplazar la flota de buses diésel por trolebuses eléctricos, los cuales no contaminan. Para lograr este objetivo se deben investigar los recorridos más contaminantes, desarrollar un proyecto de construcción de catenarias y conseguir financiamiento, de esta manera no afectar negativamente el servicio del sistema de transporte público durante el cambio.
INTRODUCCIÓN
Santiago de Chile es una ciudad que favorece la contaminación ambiental debido a que está rodeada de montañas, que dificultan la salida de las distintas partículas contaminantes. En 2016, la concentración de materia particulada (PM2.5) en ciudad de Santiago fue más del doble del estándar chileno (20 µg/m³) (Gramsch, Reyes, Vásquez, Oyola & Rubio, 2016).
También, según otro informe, el 49% de la contaminación es producida por el sector transporte, correspondiendo el 22% al transporte público, mientras que solamente un 9% a los vehículos particulares (Figueroa, Gómez, Jorquera & Labrín, 2013).
Estos altos índices de contaminación son perjudiciales para los habitantes de la región, porque produce distintos efectos en la salud, que van desde aumento de la mortalidad por causas respiratorias y cardiovasculares, hasta alteraciones del funcionamiento pulmonar, entre otros (Diez, Tenías & Pérez-Hoyos, 1999).
A pesar de que la implementación del nuevo sistema de transporte público en Santiago “Transantiago” tuvo como uno de sus objetivos la disminución de emisiones generadas por los vehículos de locomoción colectiva, este plan demostró ser insuficiente e incluso un fracaso en ese aspecto[a]. Esto se debe a que los niveles de contaminación provenientes del sector no han experimentado una baja significativa.
Por ende, el diseño e implementación de un nuevo plan de transporte público, el cual logre reducir los índices de material particulado en el aire, pero, además, ofrezca un servicio similar o mejor al actual, es urgente si lo que se busca es el mejorar la calidad de vida de los ciudadanos de Santiago.
El objetivo de este estudio es disminuir la contaminación del Transantiago, sin que esto afecte negativamente al servicio que este ofrece actualmente.
CRÍTICAS A LAS LÍNEAS DE ACCIÓN
Hoy, las soluciones que se le dan a este problema son ineficientes. Desde su implementación ha demostrado falencias y pesar de haber renovado gran parte de la flota de buses y reducido su índice de contaminación, este sigue siendo alto (Figueroa et al, 2013). También se han optimizado los recorridos, resultando en una mejora del servicio, aunque es evidente para cualquier usuario del Transantiago que éste continúa siendo deficiente (Gómez, 2007).
“El Plan de Modernización del Transporte Público en Santiago, o Transantiago, suponía una reforma radical del sistema de transporte de superficie de la capital. Aun cuando hay más beneficiados con esta reforma de lo que comúnmente reconocen los medios de comunicación, no es menos cierto que a más de tres meses de su puesta en marcha, el nuevo sistema enfrenta una situación crítica en muchos aspectos.” (Gómez, 2007).
Una vez implementada la reforma nombrada en la cita anterior, surgen muchos nuevos problemas. A partir de los nuevos recorridos troncales, quedaron zonas sin cobertura del servicio. También quedó reducido el número de buses y la frecuencia de éstos, aumentando los tiempos de espera (Gómez, 2007).
El problema es abordado de forma incorrecta. La disminución de la cantidad de buses claramente redujo la contaminación, pero a costo de empeorar el servicio. Asimismo, el aumento de la flota de buses o la frecuencia de estos resulta en una mejora del servicio, pero con un alza en la cantidad de material particulado del medio ambiente.
Por esto es que la solución no es disminuir la cantidad de buses. El mayor problema que presenta el sistema es la utilización de buses de combustión diésel. Estos motores, principalmente en buses y camiones, son los principales productores de material particulado (PM2.5) en Santiago de Chile (O’Ryan & Larraguibel, 2000).
La utilización de este tipo de motores se debe a que usan un combustible poco refinado, consumen menos y duran más. Es por esto que cada vez una cantidad mayor de autos utilizan esta tecnología, pero todo beneficio tiene un costo. Éstos motores producen más material particulado que los a gasolina, llegando a contaminar desde 50 a 200 veces más que los de gasolina. (Ferrís, Orteaga, López, García & Aliaga, 2003) Debido a esto nuestra ciudad está cada vez más contaminada y es necesario tomar medidas de esta situación.
PROPUESTA DE ACCIÓN
Una solución que contribuye a disminuir la contaminación del Transantiago de manera eficiente es reemplazar gradualmente la totalidad de la flota de buses a combustión diésel por trolebuses eléctricos, los cuales tienen un coste total menor a los de combustión diésel(https://upcommons.upc.edu/bitstream/handle/2099.1/22718/Juan.Pablo.Delzo%28722-TES-CA-5882%29.pdf?sequence=1&isAllowed=y). La implementación de esta solución es costosa y de larga duración, por lo que requiere financiamiento tanto del estado como de empresas privadas para así no afectar a los usuarios. Un aspecto positivo de esta reforma es que el beneficio es inmediato, y a medida que se reemplazan más buses, menor es la contaminación.
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