¿Cómo es tu familia?
Enviado por Fernando Go • 9 de Noviembre de 2021 • Resumen • 3.402 Palabras (14 Páginas) • 106 Visitas
¿Cómo es tu familia?
¿Estás satisfecho con tu vida familiar en la actualidad? Esta pregunta nunca se le ocurre a la mayoría de las fa milias con quienes trabajo. Antes de visitarme, la convivencia les parecía muy natural. Si no se producía una crisis familiar notoria, todos suponían que los demás estaban satisfechos con la situación. Sospecho que muchas de las personas que viven en familia no hayan querido hacerse esta pregunta -¿se sienten atados a la familia para bien o para mal, sin saber cómo cambiar?
Sientes que vives entre amigos, entre personas que quieres y en quienes confias, y que te quieren y confian en ti?
Esta pregunta generalmente da lugar a respuestas confu sas. “Caray! Nunca había pensado en eso; después de todo es mi familia” -corno si los miembros de la familia fueran diferentes de la demás gente.
Es divertido y estimulante formar parte de tu familia? Sí, realmente existen familias en que los miembros encuen tran que el hogar es uno de los lugares más interesantes y satisfactorios del mundo. Pero mucha gente vive año tras año entre familias que les resulta una amenaza. Una carga, o una aburrición.
Si puedes contestar “sí” a estas tres preguntas, estoy segura que vives en lo que llamo una familia nutridora. Si. Respondes “no” o “no mucho”, es probable que vivas en una familia que es más bien conflictiva o problemática. Después de conocer a cientos de familias, encuentro que puedo ubicar a cada una en una escala que va desde muy nutridora hasta muy conflictiva o problemática. Cada familia nutridora forma un núcleo, pero todas se semejan en su forma de actuar. También las familias conflictivas, sin importar la naturaleza de los problemas aparentes, parecen tener mucho en común. Quiero esbozar una imagen escrita de cada tipo de familia, tal como las he observado. Por supuesto, estas imá genes no describen a ninguna familia específica, pero en ellas cada quién encontrará formas de comportamiento de su propia familia.
Es fácil notar el ambiente que existe en una familia con flictiva, de inmediato me siento incómoda. A veces predomina cierta frialdad, como si todos estuvieran congelados; el ambienta es en extremo cortés y cada quien obviamente está aburrido. Otras veces, se introduce la sensación de encontrarse en un carrusel; se siente uno mareado y con falta de equilibrio o puede haber una atmósfera de tensión, como la calma que procedo
A la tormenta, cuando los rayos y truenos pueden caer en cualquier momento. En ocasiones, el ambiente está lleno de se cretos, como si fuera un centro de espionaje.
Cuando me encuentro en uno de estos ambientes conflic tivos, mi cuerpo reacciona violentamente. Siento revuelto el estómago; me duelen los hombros y la espalda y también la cabeza. Antes me solía preguntar si la reacción física de las personas que vivían en una familia así, era como la mía.
Después, al conocerlas mejor y tener la libertad de contarles mis reacciones, supe que efectivamente sentían lo mismo. Al pasar por esta experiencia una y otra vez, empecé a compren der por qué tantos miembros de familias conflictivas padecian males físicos. Sus cuerpos respondían como era de esperarse ante un ambiente inhumano.*
En las familias problemáticas, los cuerpos y rostros son una muestra viviente del conflicto existente. Los cuerpos están tensos y rigidos, o bien desmañiados. Los rostros de aspecto hu raño o triste, son inexpresivos como máscaras. Los ojos bajos esquivan la mirada. Los oídos obviamento no escuchan y las voces son duras, estridentes, o apenas audibles. Existe una actitud poco amistosa entre cada uno de los Miembros de la familia, no hay nalegría. La familia parece estar
Cualquier individuo tiene algún tipo de reacción fisica ante las personas que lo rodean, pero muchos no están conscientes de ella. La ma yoría de la gente aprende, a medida que va creciendo, a ahogar estos sentimientos. Con años de práctica, se logra inhibirlos a tal grado que hasta horas después comienzan el dolor de cabeza, malestar estomacal, etc., sin razón aparente. Como terapeuta, he aprendido a reconocer estas reac ciones en mi misma e identificar los sintomas en mis pacientes. Estos sin tomas significan una fuente de información para saber lo que nos está sucediendo. Espero que este libro les ayude a seguir las mismas pautas propias personas.
Unida por el deber y sus integrantes apenas se toleran mutua mente. De vez en cuando alguien hace un intento para suavizar las cosas, pero sus palabras caen en el vačio. Con frecuencia el sentido del humor es ainargo, sarcástico, aún cruel. Los adultos están tan ocupados diciéndoles a sus hijos lo que deben : y no deben hacer que nunca llegan a conocerlos en realidad, ni jamás los disfrutan como personas. El resultado es que ellos tampoco disfrutan de la compañía de sus padres como perso nas. A menudo resulta una gran sorpresa para miembros de familias conflictivas, que realmente puedan estar a gusto juntos.
Cuando he llegado a ver familias enteras en mi oficina, que trataban de vivir juntos en un ambiente asi, me preguntaba cómo habían podido sobrevivir./Descubri que en algunos casos las personas simplemente se evitaban unas a otras; se dedi caban tanto al trabajo y demás actividades fuera del hogar, que rara vez tenían algún contacto real con la familia.
Experiencia triste tratar con familias así. Veo la desesperanza, la desolación, la soledad, y comprendo el valor de gentes que hacen lo posible por cubrir las apariencias ---un valor que a la larga puede llegar hasta matarios. Hay quienes se aferran todavía a una esperanza, los que gritan, regañan a lloriquean. A otros ya nada les importa. Todas estas personas siguen año tras año soportando su desgracia, o en su desespe ración, haciendo infelices a los demás.
El concepto tradicional de la familia es el de un lugar donde pueden encontrarse el amor, la comprensión y el apoyo, aún cuando todo lo demás haya fracasado; el lugar donde podemos recuperar el aliento y sacar “nuevas energias” para enfrentarnos mejor al mundo exterior. Sin embargo, para mi llones de familias conflictivas, esto resulta un mito.
Nuestra enorme sociedad urbana industrializada, las insti tuciones con las que tenemos que convivir, sido proyec tadas para ser prácticas, eficientes, costeables y productivas -pero en muy pocas ocasiones para proteger y servir al cle mento humano del ser humano. Casi todos hemos experimen tado la pobreza o la discriminación, las incesantes presiones mundiales o demás consecuencias de las instituciones sociales
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