DECRETO 9.70

La semilla certificada se debe a los diferentes acuerdos binacionales e internacionales, los cuales permiten a las empresas extranjeras competir de la mejor forma en los mercados en los cuales entran, lo anterior se debe a que estas empresas deben tener las condiciones necesarias para garantizar un buen producto, además de ser amigable con el ambiente, sin embargo dichos tratados pasan por encima de muchas personas las cuales viven de la agricultura y que utilizan ciertas prácticas culturales para producir arroz, visto desde los ojos de las grandes potencias, estas prácticas se ven como piratería y como tal deben sancionarse por las entidades gubernamentales, en nuestro caso con el ICA y la resolución 970 que solo permite el uso de semilla certificad y la no reutilización de la misma, esto, acarrea mayores costos a los agricultores y deja desprotegidos a los agricultores por falta de políticas internas, además de no tener los recursos necesarios para competir frente a las grandes empresas, además que limitan la producción de los agricultores.

Entidades como la OMS y la ONU deciden sobre que pueden o no hacer las personas para el bien común de todos, sin embargo se afecta a muchas y se viola la soberanía de muchos países al atacar a sus miembros (pobladores) por no permitirles desarrollarse sino someterse frente a las grandes multinacionales. Lo irónico de ello, es que la excusa de los productos de las multinacionales son “certificados”, sin embargo esta semilla no siempre es viable y viéndolo desde la parte científico dichas semillas solo crean resistencia de diversos organismos a corto u largo plazo. Es bueno poder prevenir muchas enfermedades que afecten a personas y a los alimentos, sin embargo la modificación genética de miles de productos no es conveniente para la salud pública ni para el ambiente, ya que realmente se puede competir con las semillas de los agricultores, pues con el tiempo las mismas plantas crean la resistencia para superar las enfermedades que les atacan, solo seria ideal, tratar ciertas semillas que realmente acarren un problema económico y que afecten de forma relevante a los estados y sus miembros, en si no es necesario importar tanta semilla. Tenemos los recursos necesarios para tener los mejores productos sin que ello no implique ser menos frente a una multinacional, faltan políticas de estado que realmente velen por el interés de los colombianos y no por el de multinacionales

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