Antropologia Ley 9 70

Universidad de Caldas

La 9.70, Una tradición cultural paso a ser ilegal.

Para que se llevara a cabo el “Tratado de Libre Comercio” entre Colombia y Estados Unidos, fue necesario implantar una serie de resoluciones, para modificar el sistema de comercio, las cuales afectaron negativamente la estabilidad agraria, económica, social, cultural etc. de pobladores de nuestro país.

En primer lugar cabe mencionar la alianza que se encamina desde la presidencia de Álvaro Uribe por Colombia, George Bush por parte de Estados Unidos, y más tarde, conducido por el presidente Barak Obama, el cual realizo una promesa a su país donde les asegura que Estados Unidos es, y será el productor y fabricante de la mayoría de bienes y servicios, Colombia conducido por el presidente Juan Manuel Santos, los cuales llevan a cabo la firma de “Tratado de Libre Comercio”, (T.L.C.), que según las expectativas de los gobiernos iba a ser una oportunidad provechosa para los dos países, de dicho tratado se iba a obtener como resultado empleo, inversión y crecimiento económico. Una exigencia del gobierno de Estados Unidos para la firma de este tratado concurrió en establecer una ley, que fue aceptada por el gobierno Colombiano, el cual orden la intervención del “Instituto Colombiano Agropecuario” (I.C.A)”,y que notifico una resolución llamada 970, la cual protege los derechos de autor de las empresas que producen semillas, por esta razón los productos de bienes y servicios hechos en estados unidos están protegidos por esta ley para ser comercializados legalmente.

El “Instituto Colombiano Agropecuario” (I.C.A)”, a través de la 9 70, ha decidido que solo se puede utilizar semillas certificadas, la cual debe ser producida y comercializada por un productor inscrito ante el organismo, a estos productores se les llama obtentores, que son empresas que toman la semilla para modificarla y así creando una nueva semilla, registrada y certificada, y por ende el obtentor tiene todos los derechos de autor, y por esto nadie puede almacenar y comercializar o intercambiar gratuitamente estas semillas, sin permiso del obtentor, esta decisión fue tomada con una intención, que el campesino se vea en la obligación de depender de bienes y servicios extranjeros y se vea obligado a no reutilizar las semillas, comprar más, más costoso y a vender menos a menor precio, además los estándares establecidos por el estado solo pueden ser cumplidos por empresas extrajeras y de tal manera vaya suprimiendo la participación del colombiano en el mercado y los campesinos se ven en la obligación de solo sembrar semillas certificadas.

Los campesino escogían el mejor producto de las cosechas para reutilizarla como semilla, una práctica cultural, ancestral realizada de generación en generación, por esto tres mil quinientas familias cultivaban

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