DEMOCRACIA ESCOLAR O EL PROBLEMA DE LA NIEVE FRITA
Enviado por cuyeyo • 3 de Febrero de 2014 • 1.540 Palabras (7 Páginas) • 2.933 Visitas
INTRODUCCION
En nuestros días, la educación pública atraviesa por un proceso de transformación de enorme magnitud.
Por una parte, los estudios sobre la educación dejan en evidencia que los propósitos de asegurar la enseñanza universal, democrática y de calidad para todos los alumnos y las alumnas representan grandes desafíos, y qué, salvo excepciones, estamos muy lejos de alcanzar esas metas.
La formación de ciudadanos verdaderamente críticos, solidarios y libres no puede quedar en manos de una modelo de escuela burocratizada que responde a lógicas tradicionales de un aparato escolar que funciona con una fuerte discriminación selectiva donde la inercia institucional, que rechaza todo cambio, se apoya en una estructura vertical del poder.
LAS CONTRADICCIONES DE LA ESCUELA
- Dejar en el patio un caracol para entrar en clase y estudiar en el libro uno dibujado.
- Guardar silencio para empezar la clase de lengua.
- Repetir lo que dice el profesor de forma literal, aunque la pretensión sea que haya alumnos creativos.
- Conseguir buenos demócratas en una institución jerarquizada.
- Enseñar a participar sin que puedan decidir en asuntos sustanciales.
- Pretender coeducar en una institución tradicionalmente androcéntrica.
- Educar en libertad en un lugar al que hay que acudir obligatoriamente.
- Pedir que el niño no se distraiga viendo volar una mariposa por la ventana y pretender que fije la atención sobre una dibujada en el encerado.
- Dejar fuera la vida real para conseguir que la entiendan y la expliquen desde una situación artificial.
- Pretender educar a las personas en la solidaridad mientras se plantean de forma competitiva las actividades.
- Organizar trabajos en grupo, pero hacer una evaluación individualizada.
- Decir que cada uno tiene su ritmo, su estilo y su capacidad para aprender pero organizar de forma homogénea la clase.
- Querer que sean creativos y, sin embargo, hacer exámenes en los que tienen que repetir literalmente.
- Dar valor a la diversidad infinita de los alumnos y establecer un currículum único para todos.
¿QUÉ NOS EXIGE LA DEMOCRACIA?
● La participación es el princi¬pio básico de la democracia. Participa¬ción que no puede reducirse al ins¬tante del voto, sino que exige el diálo¬go permanente, el debate abierto, el control de las decisiones y la capaci¬dad de crítica efectiva. La participa¬ción en la escuela tiene múltiples face¬tas: se puede (se debe) participar en la gestión del Centro, en el desarrollo de sus normas, en la selección de contenidos, en el establecimiento de la metodología, en el proceso de eva-luación... La participación en las escuelas requiere tiempo, nuevas actitudes y transformación de las estruc¬turas.
• El pluralismo parte de la diversidad como realidad inevitable y deseable. Hay diferentes grupos, dife¬rentes personas y, por supuesto, dife¬rentes opiniones, motivaciones, pers¬pectivas y valores.
• La libertad es el eje sobre el que se asienta la democracia. Libertad de expresión, libertad de acción, libertad de agrupación. La democracia garantiza el máximo de libertad indivi-dual compatible con la misma libertad para los demás. La libertad radicada en la justicia plantea el problema de la igualdad de oportunidades. Se trata de alcanzar una libertad igual para que todos utilicen y desarollen sus capaci¬dades.
● La justicia es el correlato de la libertad. Porque la democracia no supone la libertad de los fuertes para aplastar a los débiles, sino una equita¬tiva garantía de condiciones de vida, relación y desarrollo. “La justicia cons¬tituye la garantía estructural de perviven¬cio para la democracia en todas sus manifestaciones” (Sarramona, 1993).
● El respeto mutuo. Es el punto de encuentro positivo entre el individuo y la sociedad. Es el principio que hace posible la convivencia en la diversidad. Respetar a los otros signi¬fica aceptar la discrepancia en las opi¬niones, en los planteamientos y en la forma de vida
• La tolerancia radical es el resultado del respeto mutuo. La acti¬tud tolerante nace de la considera¬ción de los individuos como personas de igual dignidad. Las actitudes de rechazo hacia las personas de diferen¬te raza, cultura, religión o país obede¬cen a la intolerancia.
● La valentía cívica: Una persona con valentía cívica no galantea con el desastre, no busca la confrontación por la confrontación y actúa con la convicción democrática y la esperanza de que se puede hacer justicia. Y aunque sean escasas las posibilidades de ofrecer una victoria a una causa justa, seguirá manteniendo su postura.
● La solidaridad:
“La solidaridad implica una disponi¬bilidad a traducir el sentimiento de her¬mandad en actos de apoyo a esos gru¬pos, movimientos u otras colectividades que están intentando reducir el nivel de violencia, opresión o fuerza en las institu¬ciones sociales o políticas.. La virtud de la solidaridad as¡ definida, no incluye un apoyo incondicional al grupo; al con¬trario, excluye el apoyo incondicional” (Heller,
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