DESARROLLO DE LA VOZ
Enviado por Azucenadelia • 8 de Noviembre de 2013 • 597 Palabras (3 Páginas) • 384 Visitas
1. Escúchate a ti mismo. Ya se trate de una simple grabación de correo de voz, un contestador automático o algo más avanzado, necesitas escucharte a ti mismo antes de aprender a mejorar tu tono de voz. Un truco: grábate a ti mismo hablando pero no te escuches inmediatamente. Espera un día. Este consejo viene de algunos de los mejores entrenadores de talentos en el país, que preparan a algunos de los oradores públicos más importantes. Debes permitir que el tiempo te separe de lo que has grabado para que puedas ser más objetivo. Graba algo. Espera un día. Luego escucha tu voz.
2.
Comienza a trabajar en las debilidades que oyes. Uno de los mayores obstáculos a superar es alejarse del habla "monótona". Esto sucede al estar en el teléfono y al hablar con grupos. Por alguna razón, tendemos a evitar el uso de la inflexión. Esto se debe a que estamos tratando de sonar profesionalmente. Pero, a decir verdad, tu tono de voz terminará sonando plano cuando te esfuerzas demasiado en ello. Usa la inflexión como lo haces cuando estás diciendo una broma divertida o una gran historia. Imagínate a ti mismo en la sobremesa hablando con tu familia. Deja que tu voz "suba" un poco durante las partes más emocionantes, como lo harías en una conversación normal. Esto mantendrá a las personas enfocadas cuando te estén escuchando.
3.
Aprende a calentar tu boca y tu mandíbula, al igual que calientas los músculos para ejercitarlos. Abre muy bien tu mandíbula y estírala, luego cierra y abre, y repite. Ésto también te ayudará a relajarte. Otro buen ejercicio para aflojar la lengua y las cuerdas vocales es mediante el uso de algunos pequeños trucos aprendidos de los entrenadores de talentos bien formados. Si estás conduciendo a una reunión o vas dar un discurso público, repite esta frase: "En los labios, los dientes y la lengua". Suena divertido; sólo pruébalo. Sentirás cómo se relaja tu boca. También párate delante del espejo y di - abriendo tu boca bien grande - “gu, go, gua, guau". Esto también estirará la boca y la mandíbula. No querrás hablar cuando estés completamente tenso.
4.
Habla desde tu interior. Probablemente has escuchado que deberías "empujar desde el diafragma". Es lo mismo. La idea es sacar la voz desde el centro de tu cuerpo en vez de hablar desde tu garganta. Encontrarás que es más fácil de lo que piensas. Todo lo que debes hacer es respirar, relajarte y hablar con naturalidad. Debes ser capaz de sentir tu vientre moverse un poco, justo debajo de las costillas, si presionas allí mismo cuando lo hagas. Esto le dará a tu voz un sonido agradable y resonante. También te protegerá de padecer dolor de garganta, que es lo que sucede cuando haces fuerza directamente desde las cuerdas vocales.
5.
Canta, incluso si crees que eres un cantante terrible. Sólo asegúrate de hacerlo cuando estés solo
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