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DIEZ CRITERIOS PARA FORMAR UN INVESTIGADOR


Enviado por   •  4 de Octubre de 2012  •  2.729 Palabras (11 Páginas)  •  565 Visitas

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DIEZ CRITERIOS PARA FORMAR UN INVESTIGADOR

Hernando Ruiz, M.Sc., MPA *

RESUMEN

Se sugieren y explican los principales criterios que a juicio del autor deberían orientar una política de formación en investigación del alumno en la universidad.

Por andar muchas veces de ‘árbol’ en ‘árbol’, los currículos y los docentes pierden de vista el ‘bosque’ de una formación cardinal que corresponde a la esencia de la institución universitaria; así, por ejemplo, las muy socorridas cátedras de metodología de la investigación terminan por ser tentativas aisladas, esporádicas y aburridas, con poco o nulo impacto formativo en los estudiantes. ¿Cómo propiciar más bien esfuerzos pertinentes y estructurados? ¿Cómo preparar de modo pertinente para tiempos nuevos de insospechados desafíos? ¿Cómo lograr que la formación en investigación y la investigación formativa (que no son la misma cosa) constituyan las dos caras de una misma moneda? ¿Cómo se podrá llegar a una necesaria simbiosis entre maestro y discípulo? En el fondo, son estas las reflexiones que se quisiera suscitar.

ABSTRACT

Basic judgements should be made before universities draft policy on research education. The author suggests and explains ten of those basic criteria.

The article also warns about failures that may prevent university organisations to succeed in structuring research-based competencies for their students; particular mention is made to often ‘research methodology’ courses, which more than an appropriate vehicle for the formation of the student’s mind and spirit on research, frequently result in annoying, isolated and irrelevant exercises with very little impact on overall educational goals.

As research corresponds to a cardinal component of any higher-education institutional function, the article sets down a number of questions with the intention of generating necessary academic reflection and debate insofar as the existence of pertinent research education policies is concerned. The following are some of the suggested questions: ¿How we could structure relevant research education activities in the framework of curricula and educational programs? ¿How to proceed in order that research can enable future professionals to come to grips with new times’ complex challenges? ¿How can we bring together research education and formative research, so that they constitute the two faces of the same coin? ¿How research education activities could integrate students and teachers in a productive equation?

PALABRAS CLAVES

Aprendizaje; Conocimiento; Cultura; Investigación; Formación; Futuro; Pensamiento; Políticas; Procesos; Revolución científica.

______________

* Ingeniero Civil de la Universidad de los Andes; M.Sc. de la London School of Economics; Master in Public Administration de la Universidad de Harvard. Investigador y promotor del desarrollo de nuevas tecnologías de Información y Comunicación en la Universidad Sergio Arboleda.

Para comenzar, es necesario evitar algo tan perverso como las ‘empirias’ en la vida académica. Por eso, el fin esencial de la institución universitaria de formar en investigación debe articularse mediante esfuerzos organizados, lógicos y eficaces. Primero, para contribuir a moldear seres humanos integrales, es decir, éticos, pensantes, conscientes y consecuentes. Y, luego, para preparar debidamente profesionales en competencias cruciales para moverse en los combativos y retadores tiempos que corren.

Por lo anterior, se ha considerado oportuno llamar la atención sobre la necesidad de articular políticas de formación en investigación de los alumnos, o sea decisiones y planteamientos deliberados y coherentes que principalmente articulen objetivos, proyecten acciones, unan esfuerzos, combinen recursos, definan metas y planteen resultados esperados, bajo condiciones de control y verificación.

Todo este trabajo debe soportarse entonces en unos criterios que resulten explícitos, concisos y claros. Con los que luego se sugieren se intenta contribuir a la discusión de cómo debe la universidad señalar rutas de formación investigativa para sus estudiantes.

PRIMERO: Simplicidad.

La investigación es antes que todo una actitud del espíritu y una manera sencilla de pensar y actuar. En su etimología, <in-vestigium-ire>, el investigador es como un detective que rastrea algún vestigio importante . Una pregunta, unos datos por observación, una mínima reflexión (todo lo cual se encuentra siempre en cualesquiera actividad humana) constituyen la esencia de la investigación. Hay que aprender a dominar estos básicos.

SEGUNDO: Afecto.

Cualquier esfuerzo de formación resultará inocuo (cuando no contraproducente) si no parte del principio de que se le debe transmitir al iniciado un verdadero gusto por la ‘aventura’ del conocimiento . Todo proceso de investigación que comienza con una búsqueda o descubrimiento sencillo (ojalá en el ámbito de la naturaleza) debe resultar cautivador para el joven. Alguien debe llevarlo de la mano en este empeño.

TERCERO: Pedagogía.

Pocos conceptos tienen un significado más profundo y bello que éste. Lo primero que aparece en él es la figura de quien orienta o guía, es decir el maestro, pieza insustituible de cualquier engranaje de formación investigativa. Hay que tomar en serio la noción pedagógica. Ella expresa el conducir, el persuadir, el corregir (pero con delicadeza!). Pedagogo es quien introduce de su mano al alumno (a ‘su’ discípulo) en un mundo nuevo de saberes y verdades; le enseña a dudar y buscar; le transmite la cultura; se convierte en un estructurador de valores y rasgos humanos desde su propia vivencia; es ejemplo y autoridad personal; sabe recibir y cumplir una misión. Sin este tipo humano del ‘maestro’ no hay formación posible, menos en la investigación.

CUARTO : Fundamentación.

En 1820, don Andrés Bello sentenció que “las artes de leer y escribir son como los cimientos sobre los que descansa todo el edificio de la literatura y de las ciencias”. Hoy, casi doscientos años después, ello resulta ser la más orientadora verdad.

No en el ‘leer y escribir’, sino en el arte (artesanal y duramente aprendido y practicado) del buen leer y el buen escribir, es que se forma y se erige todo buen científico, como también todo buen literato.

Al mismo tiempo, existen otros ‘básicos’ sobre los cuales apoyar un proceso de formación investigativa. Entre ellos se

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