DISCURSO SOBRE LUIS DONALDO COLOSIO

Ciudadanos todos que me escuchan:

Agradezco esta maravillosa oportunidad que se me brinda de hacer uso de la palabra.

Se la responsabilidad que esto implica, más aún cuando el auditorio esta integrado por personas distinguidas en nuestra comunidad de diferentes quehaceres, pero identificados porque compartimos ideas y propósitos y porque todos somos producto de la cultura del esfuerzo y del trabajo

Nos unifican muchas cosas, por las cuales pudiéramos estar reunidos, pero hoy, nos hemos congregado para rendir un póstumo homenaje a un hombre que supo sembrar en nuestras vidas, la esperanza de tener un México más próspero, más equitativo, más justo y más democrático.

A 17 años de la muerte de Luis Donaldo Colosio Murrieta, un grupo de líderes políticos de nuestra comunidad se ha dado cita en el monumento levantado a su memoria.

Abundar sobre esos trágicos acontecimientos sobradamente conocidos, resultaría redundante, por ello no abordaré lo ocurrido en Lomas Taurinas, de Tijuana B. C.

Los restos mortales seguramente se han transformado en otras materias.

Siempre nos habremos preguntado, que habría sido de nuestra Patria si Luis Donaldo Colosio hubiera llegado a ser el Presidente de México.

El, lo declaró reiteradamente: su primer compromiso era erradicar la pobreza. Para ello proponía “ una profunda reforma social que se refleje en más y mejor educación para nuestros hijos, que nuestros jóvenes estén mejor preparados para el futuro, pero no solamente para la competencia una educación que transmita los valores que todos y cada uno de nosotros profesamos, los cuales nos identifican como mexicanos, que nos hacen enorgullecernos cada día más, no solamente de nuestra historia y de nuestro presente, sino que nos hacen ver hacia el futuro con aliento y con optimismo.

Sin embargo hoy, a 17 años de su muerte, lo seguimos recordando, porque el hombre trasciende, se proyecta a través del tiempo y del espacio, por sus obras, por sus ideas, por sus pensamientos.

México, nuestra patria, no es la misma que en 1994. De cerca de 90 millones de habitantes ahora somos más de 112 millones. Somos mas de 22 millones que en esa época.

Lamentablemente, la pobreza también ha crecido: hoy supera a más del 50% de la población, esto es cerca de 60 millones de habitantes viven en la pobreza.

Simplemente por esto, las ideas de Colosio tienen plena actualidad, tienen vigencia, porque requerimos urgentemente un cambio, porque requerimos una transformación de nuestras estructuras.

Porque seguimos viendo, como Colosio, “un México de trabajadores que no encuentran los empleos ni los salarios que demandan; pero también un México de trabajadores que se han sumado decididamente al esfuerzo productivo, y a los que hay que responderles

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