DIVERSIDAD, INTEGRACIÓN Y EDUCACIÓN ESPECIAL CHILENA

¿Quién no tuvo problemas para aprender en el colegio?

Es una respuesta que creo la gran mayoría no contestaría, ya que siempre hubo alguna asignatura que costaba más entender, o alguna vez le preguntamos mas de una vez a que se refería con esa pregunta a la profesora. Es normal que algunos entiendan ciertas cosas y otros no, puesto que somos todos distintos. He aquí mis grandes dudas sobre la educación diferencial en Chile, la integración y la diversidad.

Hoy en día podemos observar en distintos colegios la discriminación al clasificar el ingreso de alumnos nuevos en los establecimientos según la situación socio económica, al implementar reglamentos internos sancionando como falta grave a los que presenten identidad homosexual (noticia de televisión), escondiendo en salas a niños con un aprendizaje mas lento para no entorpecer la calidad educacional de la institución, golpeando a niños por ser de una forma distinta o simplemente por ser llamado “NERD”, molestando a niños extranjeros; si estas cosas que a mi parecer son superficiales o características interiores de la persona. ¿Estaremos preparados para recibir a un alumno con discapacidad física o algún trastorno mental que se haga visible en el aula? Considero que a los niños con deficiencias o problemas muy notorios, se les tiene un sentimiento de lástima, por esto, quizás sea mas fácil aceptarlos, lo que no significa integrarlos, tomando en cuenta que: integrar, significa alguien o algo pase a ser parte de un todo (RAE, 2001).

En mi opinión, todos somos parecidos pero nunca iguales, todos tenemos corazón, pulmones, huesos, ojos, boca, etc. Cuesta entender cuando alguien mira “RARO” a otra persona o a un niño, si hay algo con lo que estoy de acuerdo es que “Cada niña y niño, independientemente de la etapa de vida y del nivel de desarrollo en que se encuentre, es un ser único con características, necesidades, intereses y fortalezas que se deben conocer, respetar y considerar efectivamente en toda situación de aprendizaje. Igualmente, se debe tener en cuenta que la singularidad implica que cada niño aprende con estilos y ritmos de aprendizaje propios” (Tatiana Bacigalupe Lazo, educadora de párvulos, Pontificia Universidad Católica, documento reflexión docente, Ministerio de Educación, 2001; http://www.educarchile.cl/Portal.Base/Web/VerContenido.aspx?GUID=274bb6a5-11fc-4cd3-9bcf-4d68d7b46af1&ID=196628).Por ello será mi lucha incesante de lograr un cambio de pensamiento en cuanto a la educación especial chilena.

En primer lugar y para cambiar este pensamiento erróneo, creo y según mi práctica parte de los padres del menor, sin darse cuenta, son ellos mismos quienes limitan a sus hijos, ellos al escuchar sólo el nombre de la enfermedad se ponen una barrera enfrente, pensando y asegurándose que el niño no saldrá adelante y no podrá hacer nada, de una experiencia propia, muy cercana, se diagnostico al pequeño una parálisis cerebral, la cual no le permitiría caminar, hoy en día, el niño corre, salta y juega con dificultades pero lo hace, no fue un proceso rápido, en primera instancia nadie tenia esperanza de nada, pero hacia falta demostrarles que quizás con un poquito de estimulación y ayuda lo lograría. Muchos padres (con esto no quiero culparlos), son quienes prohíben al niño su libertad, su desarrollo y esa sobre protección entregada hacen que el menor se sienta extraño, raro, distinto a los demás y por esto hay discriminación.

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