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De Invisible A Invencible


Enviado por   •  5 de Noviembre de 2013  •  443 Palabras (2 Páginas)  •  624 Visitas

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DE INVISIBLE A INVENCIBLE

En algún momento de la vida, en alguna situación, en algún espacio, en alguna circunstancia, a veces de manera imperceptible, todas las personas han sido marginadas. Sí estimado invencible, todos en algún momento, se han sentido invisibles.

Las sociedades han hecho sentir a sus integrantes que no encajaban, que no calificaban, que son diferentes, que no tienen mucho dinero, que no poseen un estereotipado aspecto físico.

El mundo entero siempre ha marginado de alguna forma. Piense, Los clubes excluyen a las personas que no se parecen a sus miembros, las equipos deportivos excluyen si uno no es lo suficientemente bueno, los bancos excluyen si uno no tiene el suficiente crédito, hasta las pandillas excluyen si uno no es lo suficientemente malo… Y si analizamos, nunca se es lo suficiente, nunca se es lo suficientemente rico, lo suficientemente preparado, inteligente, lindo, bueno, extrovertido o popular.

¿Alguna vez se sintió excluido?

Si le sirve de consuelo, uno de los personajes más grandes del Antiguo Testamento también se sintió así.

La historia cuenta que Saúl, primer rey de Israel, después de enumeradas desobediencias y motivaciones incorrectas es despedido de su cargo como rey, inmediatamente, Dios pide al profeta Samuel, que vaya a Belén a ungir al nuevo rey que Dios había provisto.

El escogido era uno de los 8 hijos de Isaí. El relato bíblico cuenta que Isaí hizo pasar delante del profeta a 7 de sus hijos, de mayor a menor, de grande a pequeño, de fuerte a débil, más Dios no escogió a ninguno de ellos.

Cuan menor, pequeño y débil habrá sido David, el octavo hijo, que ni siquiera ante los ojos de su padre fue considerado para ser presentado ante Samuel. Y ¡ahí está!, en algún momento todos nos hemos sentido como David, ¿no es cierto?

Pero, por favor ponga atención al siguiente versículo, el cual, explica porque es que David llegó a ser el gran Rey después: “Y Jehová respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón”.

Estimado invencible, Dios mira lo que los demás no ven: sus sueños, aspiraciones, motivaciones, ganas, talentos. Ante los ojos de su padre y del profeta, David no tenía nada para dar, pero lo que tenía era suficiente para Dios. Recuerde, cuando la sociedad piense que no tiene nada, Dios pone su todo, para que lo que no tenía que ser, ¡sea! Y al igual que David usted este en la realeza, y créasela pues usted es hijo del Rey. Un invencible.

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