Declaraciones de derechos humanos
Enviado por andrewitab • 24 de Mayo de 2012 • 1.705 Palabras (7 Páginas) • 552 Visitas
n la actualidad aunque existen numerosas declaraciones de derechos humanos, y todas las constituciones políticas reconocen formalmente los derechos fundamentales y consagran garantías judiciales para su efectivo cumplimiento, el sistema tanto económico como político mantiene sistemas institucionales que contribuyen a su violación sistemática, masiva y reiterada, frustrando la aspiración de las poblaciones menos favorecidas a la protección de sus derechos y a una mínima suficiencia económica; violaciones que día a día ocasionan muertes prematuras a causa de la pobreza.
Me parece que una reforma del orden global como lo propone Pogge no influiría en los factores locales de pobreza, aunque con él crecimiento acelerado de nuestra sociedad, ya es necesario considerar diseños alternos factibles que permitan un orden global pero no precisamente para atenuar el efecto de la violación de los derechos humanos. Aunque Pogge demuestra estadísticamente que unos 300 millones de seres humanos han muerto por causas relacionadas con la pobreza (hambre, diarrea, neumonía, malaria, sarampión y enfermedades perinatales), y éstas son mucho mayores que el de las víctimas de las dos guerras mundiales y la dictadura de Stalin, por ejemplo, al respecto es pertinente hacer una distinción, pues aunque la violación es mayor no es la más grave, pues quienes son responsables de las muertes y padecimientos en el Tercer Mundo por el sistema institucional que crean o mantienen no buscan infligir sufrimiento a las personas ni causar su muerte, aunque la causen; mientras que los dictadores y generales que dirigieron esas acciones bélicas deliberadamente reprimieron los derechos y acabaron con la vida de millones.
Pogge compara la magnitud del número total de personas que murieron en la Segunda Guerra Mundial que es superado cada tres años por el número de personas que mueren debido a la pobreza. Un ejemplo también es la comparación de la situación actual de la pobreza mundial y sus nefastas consecuencias con el genocidio de los judíos en la Segunda Guerra Mundial. Al respecto si bien es moralmente grave, cuando personas con poder político y económico firman una resolución que encarece medicinas o tratamientos se causan automáticamente muchas muertes, así los firmantes no tengan la intención dolosa de causarlas, lo es aún más grave enviar personas a una cámara de gas o fusilarlas junto a una zanja.
Al defender el injusto esquema de distribución actual se perjudica de manera directa a los pobres de todo el mundo. “Los países ricos están involucrados en un crimen contra la humanidad al mantener el actual orden económico global”, afirma Pogge. El principio de responsabilidad política y jurídica de las personas y las instituciones se debe reformular para que corresponda con la realidad de la interdependencia global. El orden económico y político que se impone al resto del mundo es responsable de una injusticia global que se traduce en la imposibilidad de hacer efectivos los derechos humanos.
Pogge critica aspectos globales como los acuerdos comerciales, las leyes de patentes de los medicamentos y las políticas transnacionales de crecimiento. Los gobiernos de los países ricos y las corporaciones que se benefician del statu quo mantienen un sistema que cada año les cuesta la vida a millones de personas y que impide o retrasa las reformas que atenuarían el problema. A este respecto cabe mencionar dos hechos que son objeto de su crítica: en muchos países las vacas reciben subsidios mayores que los que reciben las personas en otras partes del mundo; y de otra parte, como es más rentable producir medicinas que eviten la caída del cabello, las compañías se dedican a esta investigación y descuidan la de medicinas que curen las enfermedades que causan muertes prematuras en los países pobres.
El cambio de perspectiva que propone Pogge, radica en que el derecho no tiene el papel de remediar el hambre sino el de evitar que haya hambre debido a la manera de regular la propiedad, los impuestos, las tierras, los recursos naturales, el comercio global y las transacciones financieras. El derecho no sólo tiene el deber de remediar la pobreza sino que tiene la responsabilidad directa de dejar de crearla.
Pogge critica las consideraciones del Banco Mundial sobre la magnitud, distribución y tendencia de la pobreza global por ser poco fiables. El Banco utiliza un parámetro internacional que, además de ser arbitrario, no se deriva de una concepción clara de la pobreza y da una imagen de precisión los gobiernos, instituciones e investigadores de todo el mundo usan tales estimaciones para sostener, por ejemplo, que la globalización ha contribuido a reducir la pobreza mundial, es imperativa una nueva metodología para calcular la pobreza global.
En contra del análisis usual de la pobreza mundial, para Pogge las circunstancias que la crean no son fundamental ni exclusivamente locales. Para Pogge, los países ricos tienen responsabilidad por las condiciones que padecen las regiones más pobres del planeta.
Pogge considera que el orden institucional global se debe considerar de la misma manera que el orden interno. No sólo los dirigentes de los países ricos y los ciudadanos que los eligen pueden o no atender el llamado a donar unos dólares para causas humanitarias, es decir, para contribuir a que mueran menos
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