Demandas colectivas y respuestas institucionalizadas
Enviado por sofiyvicky • 25 de Mayo de 2019 • Resumen • 4.108 Palabras (17 Páginas) • 257 Visitas
OLIVA ANDREA
CAPÍTULO 1: Demandas colectivas y respuestas institucionalizadas
Inmigrantes y necesidades sociales.
La asistencia social y el origen de la profesión de TS se inscriben en los procesos históricos, y en el movimiento contradictorio de la sociedad, que implica la lucha de clases. Es fundamental comprender que las oleadas de inmigrantes que ingresan a Argentina produjeron rupturas en la configuración institucional del país entre 1880 y 1930.
La política de inmigración vino de la mano del exterminio de la mayoría de las comunidades originarias existentes.
A partir de la redacción de la Constitución en 1853 se establece el fomento de la inmigración. La ley 817 tiene por objetivo realizar una selección de inmigrantes para que desembarquen los “honorables y laboriosos” y contener a los “viciosos e inútiles”.
La conformación del estado moderno se va realizando al compas de una política que va ocupando territorios y va incentivando la incorporación de mano de obra europea, como fuerza de trabajo asalariada para cubrir las necesidades del desarrollo del capital.
Con el telón de fondo de la tensión capital/trabajo, se desarrollan múltiples procesos de urbanización capitalistas.
Se considera a la ciudad misma cumpliendo ciertas funciones para el desarrollo capitalista, con la creación de los ferrocarriles, los servicios de luz eléctrica, el correo, las redes de agua, etc., estas obrar requirieron de mano de obra, fueron una fuerte de inserción laborar para los extranjeros.
La transformación de la estructura poblacional, no es una cuestión que pueda evaluarse solo desde lo cuantitativo, sino que contiene procesos que combinan aspectos económicos, políticos, culturales, sociales.
Esta inmigración masiva, contradictoriamente permitió el desarrollo de la economía capitalista, y en ese mismo movimiento, la concentración de fuerza de trabajo presento nuevas demandas que constituyeron una ruptura en las formas organizativas existentes.
El crecimiento poblacional no estuvo correspondido por una planificación urbana para la cobertura de alimentación, salud, vivienda, educación, por tal motivo esta población demando la cobertura de esas necesidades.
La Sociedad de Beneficencia daba cuenta de la imposibilidad de enfrentar las demandas multiplicadas en virtud del crecimiento de la población urbana. La asistencia que brindaban estas instituciones no se corresponde con las necesidades de ese momento de la reproducción de las fuerza de trabajo, y ello constituye una ruptura en las formas de gestión de recursos y su suministro asistencial.
La Iglesia Católica también tuvo que modificar su intervención ante la emergencia de la “cuestión social” en Argentina. El crecimiento explosivo de la población urbana, interpelo a las instituciones de la Iglesia, así como provoco la creación de nuevas organizaciones de distintas órdenes religiosas.
Esta institución, basada en la acción caritativa, debió enfrentar un nuevo problema poniendo el acento en la acción hacia la población obrera, reemplazando la ayuda a individuos por una cobertura a sectores.
Si bien crece el número de instituciones, el problema no era una cuestión cuantitativa, sino que las respuestas merecieron un cambio cualitativo: el carácter colectivo de las demandas de la época, no permite que la dadiva puntual sea la forma de resolver las necesidades, sino que se requieren acciones más complejas para dar respuestas no a “un” desocupado sino a la “población obrera”.
Las demandas de fines del S. XIX y principios del S. XX en los principales centros urbanos del país, generan la constitución de una gama de organizaciones del movimiento obrero muy variada, pero con un punto de coincidencia: el carácter colectivo en la cobertura de necesidades.
Surgieron distintas fuerzas políticas que se expresan en partidos y sindicatos así como también en organizaciones de colectividades, cooperativas, asociaciones de socorros mutuos. Una de las características de la nueva población en los centros urbanos está dada por la particularidad de sectores de inmigrantes que buscaron distintas formas de organizarse.
La participación política, es un sello distintivos de la inmigración que potencio demandas de esa población, trajeron la riqueza de las experiencias del movimiento obrero europeo.
Parte de los inmigrantes no participa del enfrentamiento entre clases, promoviendo organizaciones de autoprotección de las colectividades.
El desconcierto frente a la ciudad lleva a los inmigrantes a crear los círculos de cada colectividad, inclusive con diferenciaciones de cada pueblo, donde se tienden a preservar el lenguaje, las comidas, la música, los recuerdos y tradiciones de cada pueblo.
La gran masa de inmigrantes que se incorpora al proceso de industrialización y urbanización capitalista, no son artesanos ni propietarios de medios de comunicación, sino mano de obra libre, que comienza a organizarse en los centros urbanos.
Organizaciones de autoprotección
En los años de consolidación del estado moderno en Argentina, coexisten prácticas asistenciales de instituciones de la Sociedad de Beneficencia y de la Iglesia católica, con otras experiencias basadas en la ayuda mutua. Surgen asi ciertos sistemas de protección para la cobertura de las necesidades sociales.
Las sociedades de socorros mutuos son las primeras respuestas derivadas de la auto-organización de los trabajadores. Las organizaciones de consumo colectivo o de socorros mutuos son anteriores a los sindicatos.
Las diversas asociaciones de colectividades extranjeras desempeñaron una función importante en la cobertura de necesidades creando hogares, asilos para huérfanos, hospitales, escuela, así como otorgando diversos beneficios. Esto comenzó a modificarse en la medida que empieza a intervenir el estado promoviendo la educación pública por ejemplo. En cuanto a la salud cada colectividad creo sus propios hospitales.
Organizaciones de lucha
En relación al ascenso y descenso de la lucha de la clase obrera, el primer ciclo se inicia en la década de 1870 y culmina a mediados de la década de 1920. Este periodo se caracteriza por luchas que enfrentan el sistema institucional.
Las luchas obreras que se inician en la década de 1870 en Argentina, tuvieron la influencia de la Asociación Internacional de Trabajadores, quienes impulsaron la formación de sindicatos y la solidaridad de clase por encima de la cuestión nacional.
Las organizaciones de lucha de los trabajadores atravesaron distintos mecanismos con el fin de mejorar las condiciones de vida, desde el enfrentamiento individual del obrero con el patron, hasta ganar mas fuerza agrupándose por lugares de trabajo, por rama, por ciudad.
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