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Demografia


Enviado por   •  20 de Octubre de 2011  •  2.786 Palabras (12 Páginas)  •  687 Visitas

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La demografía histórica ha calculado que hace diez mil años, cuando se inició el cultivo de las plantas y la domesticación de animales, la población mundial debía estar muy debajo de los 10 millones.

En 1750, 750 millones

En 1830, 1000 millones

En 1930, 2000 millones

En 1960, 3000 millones

En 1975, 4000 millones

En 1980, 4500 millones

En 1990, 5500 millones

En 2000, casi 7000 millones

La población humana tardó centenares de miles de años para llegar a los primeros mil millones, sólo cien años para llegar a los dos mil, treinta años para alcanzar los tres mil, quince años para alcanzar los cuatro mil, diez años para alcanzar los cinco mil, etc. Esto da una idea del tipo de crecimiento exponencial ya comentado. Tal idea se puede precisar comparativamente: cuando Europa y Japón se industrializaron las tasas de crecimiento demográfico presentaban niveles equivalentes a una duplicación de la población cada 70-100 años; actualmente, en los países en vías de industrialización, las tasas se encuentran en niveles que equivalen a una duplicación de la población en 25-30 años, o incluso menos en algunos casos.

El crecimiento moderno de la población no se ha debido a un incremento de la tasa de natalidad a nivel mundial, sino a un declive de la mortalidad, sobre todo después de la segunda guerra mundial. El declive de la mortalidad se debió esencialmente a una reducción drástica de las defunciones producidas por enfermedades infecciosas. Probablemente antes de 1935 la causa principal de la redución de la mortalidad han sido las mejoras en el medio ambiente y las medidas higiénicas (sobre todo en relación con las enfermedades intestinales). A ello hay que añadir las tecnologías médicas en lo que hace a causas de mortalidad no infecciosas (infanticio, inanición): y los cambios en el comportamiento reproductivo tendente a evitar embarazos no deseados, extensión de la anticoncepción y mejoras en la nutrición. [G. Tapinos, Elementos de demografía. Madrid, Espasa, 1988 y Thomas McKeown, El crecimiento moderno de la población. A Bosch, 1978].

1.2. La conciencia del problema

Ya en 1968, cuando la población mundial era aproximadamente de 3.500 millones, el profesor de ciencias biológicas de la Universidad de Stanford (California), Paul Ehrlich publicaba un libro polémico con el significativo título de The Population Bomb.Ehrlich consideraba que el principal problema del momento era, precisamente, el demográfico:

La cadena causal del deterioro del ambiente puede seguirse fácilmente hasta su origen. Demasiados coches, demasiadas fábricas, demasiados detergentes, demasiados plaguicidas, demasiados gases tóxicos, plantas de tratamiento de aguas residuales inadecuadas, demasiada poca agua, demasiado dióxido de carbono. Todo eso conduce fácilmente a esta constatación: demasiada gente.

Fue el origen de una sonada controversia sobre el concepto de “sobrepoblación”: el retorno a Robert Malthus (1776-1834), cuya famosa ley de progresión geométrica preveía que la población humana se duplicaría cada 25 años amenazando fatalmente la subsistencia de los seres humanos. El malthusianismo predicaba la restricción voluntaria de la natalidad; en 1969 Ehrlich creó una sociedad denominada “Crecimiento Nulo de la Población”. Para hacerse una idea de la posición de Ehrlich basta con reproducir su respuesta, en 1972, a la pregunta que se le formuló sobre el primero de los Informes del Club de Roma, el dedicado a los límites del crecimiento:

Si lo que usted pregunta es cuánto tiempo nos queda hasta que una catástrofe manifiesta asuele el mundo occidental, creo que el informe del MIT [“Los límites del crecimiento”] peca por exceso de optimismo. Pienso que ocurrirá en algún momento en el transcurso de los próximos veinte años, probablemente antes que después de esa fecha.

Situación actual

Los víveres mundiales se definen como la relación entre los alimentos producidos y la población mundial; existen otros factores, no obstante, que determinan la extensión del hambre y la malnutrición. Entre ellos se encuentran: la demanda de alimentos, la distribución y disponibilidad de los mismos, y su pérdida o desperdicio. La disponibilidad de alimentos se ve también influida por la cantidad de cereales y leguminosas producidas que se emplean para alimentar animales en vez de dedicarse a la alimentación de la población humana.

Los avances sanitarios han favorecido el descenso importante de la tasa de mortalidad en la mayoría de los países, pero tan sólo han contribuido a una reducción poco significativa de las tasas de natalidad en la mayoría de los países en vías de desarrollo. Las diferencias entre ambas tasas (véase tabla) han contribuido a un crecimiento explosivo de la población mundial, que sobrepasó los 5.000 millones de habitantes en 1987, de los que más de un 75% vive en países no industrializados.

Los científicos han establecido dosis diarias recomendadas (RDAs) de nutrientes esenciales para las personas. Éstas son aplicables a un ser humano, con variaciones específicas en función de las diferencias de edad, sexo, actividad, estructura corporal y localización en el planeta. En los países desarrollados, el habitante medio recibe una aportación más que suficiente de nutrientes. En los países en vías de desarrollo mucha gente padece ligeras deficiencias calóricas, y la mayoría de los habitantes padece deficiencias sustanciales en proteínas, minerales y vitaminas. Entre 1988 y 1990, se estimó que alrededor de un 20% de los habitantes de las regiones en desarrollo se alimentaba de forma inadecuada.

El suministro total de alimentos está en función de la superficie de tierra dedicada al cultivo y al rendimiento por unidad de superficie. Es posible, en muchas situaciones, aumentar la superficie dedicada a la producción de alimentos, pero la viabilidad económica de un proyecto semejante es a menudo cuestionable. Con todo, existen grandes posibilidades de incrementar la producción de alimentos por unidad de superficie, tanto en los países desarrollados como en los países en vías de desarrollo, y se han logrado ya considerables avances en este sentido. La producción total a nivel mundial creció a un promedio anual de un 2% entre 1981 y 1991. Entre los países en vías de desarrollo, la tasa de crecimiento fue de alrededor de un 3,3%, pero el incremento en la producción de alimentos se vio en gran medida contrarrestado por el subsiguiente incremento de la población.

Cómo hacer frente al problema

El desafío es, por una parte, equilibrar la oferta y la demanda de alimentos y, por otra, lograr una mayor igualdad, reducir la pobreza y garantizar un suministro

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