Deontología
Enviado por 18031960 • 4 de Mayo de 2015 • 2.918 Palabras (12 Páginas) • 221 Visitas
Deontología
En su acepción más habitual, el término deontología suele usarse para designarla "moral profesional", situándola así como una "moral especializada", aunque debe subrayarse el hecho de que también frecuentemente se limita a la expresión y exigencia de normas precisas de conducta. Es conveniente señalar que, ante todo, la deontología es un capítulo de la ética general, concretamente el campo de los deberes. Por su parte, los deberes profesionales son sólo un segmento de los deberes en general.
Lo que en primer término destaca en toda profesión y lo que le confiere su peculiar dignidad como trabajo ejercido por individuos, es el servicio a la persona, lo que implica tanto al beneficiario de la prestación, como al trabajador mismo e incluso a la sociedad. Se entiende que las profesiones, cada vez más especializadas, han de garantizar la calidad en la prestación del servicio correspondiente. Para ejercer ese control de calidad, se han establecido colegios de profesionales que elaboran códigos de buena práctica profesional.
Para ponerlo en términos más claros y directos, conviene señalar que la deontología profesional es, según nos recuerda el Dr. Ignacio Chávez, la ciencia de nuestros deberes, la norma de nuestra conducta en tanto médicos. Al mismo tiempo nos señaló que no es algo inamovible, permanente o que tenga vigencia por sí sólo y menos para siempre.17
De la misma forma nos hizo notar que hay principios fundamentales que son, ellos si, parte inseparable de la moral médica de toda la historia. No matar, no dañar al enfermo, procurar la salud de las personas, respetar la confianza y el cuerpo de los pacientes son, desde la antigüedad y hasta nuestros días, principios éticos ampliamente aceptados. Sin embargo, también existen aspectos secundarios que han variado con el tiempo y con las culturas. La aceptación de las disecciones, la investigación en pacientes, el manejo de la información médica o el papel del paciente y de sus familiares en la toma de decisiones, son sólo algunos ejemplos.
Etica y medicina
No se puede hablarde un sistema de atención a la salud sin que vengan a la mente ideas relacionadas con su compromiso moral. En un muy amplio sentido, la atención a la salud lleva implícita la búsqueda del bien para seres humanos, sean individuos sanos o enfermos, sean grupos aquejados de algún problema o a los que se trata de evitarlo al realizar acciones preventivas.18
Algunos consideran que los problemas de la genética y la genómica no son médicos. A pesar de lo discutible del punto, se puede sostenerque en esencia sí lo son, particularmente por los alcances de las posibles consecuencias de la aplicación de estos conocimientos. La preocupación central de la medicina y, por supuesto la del médico, es el bien de los pacientes y la responsabilidad moral que su búsqueda implica. En este sentido, la mayor parte de la problemática moral y de la reflexión ética que suscita, se dan alrededor de la relación médico–paciente.
La suma de la autonomía del paciente como concepto básico, permite modificarla posición tradicional del médico, paternalista, para buscaruna corresponsabilidad en latoma de decisiones, misma que lleva en sí la ventaja de que los puntos de vista del paciente y su familia entran en juego. Las decisiones no pueden ser solamente técnicas. Involucran múltiples factores que dependen de las características y condiciones de todo ser humano, de cada caso médico en particular. Por ello, tomar en cuenta opiniones, saberes e inquietudes del paciente y su familia, en el caso en que esto sea factible, permitirá disponer de una mayor y mejor posibilidad de hacer las cosas de forma conveniente.
Por otra parte, la dimensión actual de la salud pública trae consigo otros problemas morales: se debe tener en cuenta la responsabilidad de la sociedad y del Estado en la búsqueda de la salud de sus miembros. Junto a este compromiso poblacional, también se debe considerar la necesidad de hacerlo con la intención de alcanzar condiciones de justicia social, en lasque la distribución de los recursos para la salud sea accesible a todos, además de equitativa. En este sentido, los asuntos económicos, de costo–beneficio, de eficiencia y eficacia de las medidas terapéuticas y preventivas toman un papel preponderante.19
También es necesario considerarque la actitud moral del médico y su capacidad de reflexión ética, son principios básicos para que alguien sea considerado como un buen médico. Sin embargo, debe tenerse en cuenta que, por supuesto eso no basta, se requiere otro aspecto, el conocimiento adecuado, actualizado y pertinente para el contexto en el que desarrolle su actividad profesional.20
La primera y fundamental obligación moral del médico tiene que ver con el conocimiento, con la capacidad, con el manejo de los procesos diagnósticos y de los esquemas terapéuticos más indicados, en una palabra, con su preparación. En ese sentido, se debe entender que esta es una responsabilidad que requiere de la actualización continua y sistemática del médico. No basta con haber sabido, con haberse formado en la escuela o en la residencia con un nivel adecuado. Privar a un paciente de una posibilidad terapéutica conveniente es algo inadmisible. Actuar por omisión o por comisión es absolutamente rechazable.
Esto tiene que ver con todas las etapas del quehacer médico, con la prevención, con la fase diagnóstica, con la etapa de la instalación del tratamiento, con el seguimiento de los enfermos, con el manejo del dolor o de la fase terminal de la vida de un individuo, con el consejoa los pacientes y sus familiares, con todo el quehacer médico y no sólo con la terapéutica.
Se complica hoy más que nunca por la velocidad con que cambia el conocimiento, por los increíbles intereses económicosque hacen que, con soltura y cinismo, se hable de la industria de lasalud, del mercado médicoy de la salud. La sentencia de Chávez seguirá vigente por mucho tiempo. "Nunca sabrá el médico lo bastante, ni menos estará en posibilidad de dar siempre el mejor servicio". Su conciencia será su juez. Frente a sí deberá estar, constantemente, la frase de Louis Portes, que le define su situación y le sintetiza su deber: "una confianza frente a una conciencia".
Junto a los deberes individuales también se presentan los de orden familiar y cada vez más los de orden social, colectivo o poblacional. Esto tiene numerosas implicaciones. Por una parte, debemos reconocer que los asuntos de un paciente son muy importantes pero no los únicos. También están presentes los asuntos de otros enfermos, los
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