Derechos Humanos E Internet
Enviado por malusil • 1 de Mayo de 2012 • 5.890 Palabras (24 Páginas) • 444 Visitas
El autor, en los capítulos a analizar, trata los conflictos que se suscitan en la red entre los soberanos. A su modo de ver, dichos conflictos demostrarán ser los hechos generativos más importante de la internet que viene.
Abarca la cuestión en dos pasos, primero analiza el tema relativo a la soberanía. En el segundo paso, se refiere a la dinámica particular que genera el conflicto entre soberanías.
Soberanía
El autor efectúa una comparación entre dos países, a saber, Vietnam y E.E.U.U. El primero es una nación soberana y comunista. En cambio, el segundo, país vencido por Vietnam en la guerra de igual nombre, no es una nación comunista. Por el contrario dicha nación se define en oposición a la ideología comunista.
Por un lado se encuentra Vietnam, quien defiende como ideal poner el Estado al servicio de un Estado decadente. Por el otro, E.E.U.U. cuyo ideal es poner un Estado decadente al servicio de la libertad. El control constituye el modelo del comunismo y la libertad el de E.E.U.U..
La ideología de un estado comunista admite muy poca limitación al poder estatal. El estado de Vietnam -en particular- antepone como ideal el bien común al bien o a las libertades individuales. A pesar de ello Lessig siente que, contrariamente a lo esperado, la gente en Vietnam en su existencia diaria está mucho menos regulada que la de E.E.U.U..
Expone que la ley en Vietnam puede ser o no un regulador más estricto o más amplio que la ley de EEUU, sin embargo la arquitectura de la vida en Vietnam impide cualquier regulación real por parte del Estado. En este país no existe una infraestructura de control, no existe una infraestructura que pueda hacer efectivas las regulaciones del estado. Aún si en Vietnam existiera más regulación que en EEUU, el país referenciado en primer lugar goza de una libertad efectiva a diferencia del segundo.
El poder de regulación es una función de la arquitectura tanto como de la ideología. Las arquitecturas permiten la regulación del mismo modo que las restringen. Para entender el poder que un Estado puede tener, hay que comprender las arquitecturas en el seno de las cuales gobierna.
Llega a la siguiente conclusión: el poder estatal puede ser absoluto pero si la arquitectura no respalda la regulación, en la práctica el poder del Estado se ve bastante disminuido. Por otra parte, el poder del estado puede estar limitado, pero si las arquitecturas de control son muy eficaces, este poder presuntamente limitado puede ser extraordinariamente amplio.
Manifiesta que, para poder entender la soberanía en el ciberespacio, debemos preguntarnos ¿Qué poder poseen los soberanos para regular la vida en el ciberespacio? ¿Cómo respaldan o limitan ese poder las distintas modalidades de regulación?
A partir de ese cuestionamiento, trata el tema en tres partes. Primero, trata la naturaleza de la soberanía en el ciberespacio y las diferencias con la soberanía en Francia. Segundo, se pregunta qué limita la soberanía del ciberespacio. Y, tercero, trata la cuestión de cómo interactuarán los soberanos en la regulación del ciberespacio, no para controlar la conducta allí sino para controlar sus efectos aquí; y cómo competirán entre ellos.
El soberano del espacio: Reglas
Relata que, cuando uno ingresa como un personaje nuevo en el mundo de un video juego multijugador masivo en línea (o MMOG) como lo es Second Life recibe una explicación sobre las reglas del juego. Algunas de las reglas son las técnicas que se necesitan para desplazarse por Second Life, otras son órdenes normativas que nos señalan lo que podemos hacer y lo que no.
Expone que estas restricciones provienen de una construcción humana y que una dimensión importante de dicha construcción se efectúa mediante código. Según él, nadie puede ignorar que en Second Life se han tomado decisiones. Todo el mundo reconoce que una parte crucial del mundo del ciberespacio está construido mediante código. En palabras del director ejecutivo de SL podemos decir que “El único Dios es el código”.
En este punto efectúa una comparación entre espacios muy controladores y escasamente controladores.
En Seconf Life se controla ampliamente la vida de las personas que juegan en ellos. A este tipo de lugares los denomina ciberespacio. Pero el ciberespacio es muy diferente a la vida en los sitios web de pago de facturas o de correo electrónico. Si bien estos también están controlados por el código, el control o la soberanía es muy diferente allí. En el mundo virtual o ciberespacio el control es ubicuo, esto es, que está presente al mismo tiempo en todas partes. En cambio en un sitio web de pago de facturas (o internet) el control es pasajero, transitorio. Estos espacios añaden un complejo conjunto de código para autentificar la identidad del usuario cuando entra a un sitio. La única limitación para codificar es la confrontación entre el coste marginal del código y el beneficio marginal del control añadido.
Por el contrario, en los entornos ampliamente controladores como Second Life, encontramos un límite en el uso del código para guiar la conducta social. A veces un código mejor puede debilitar la comunidad.
Existe un segundo modo, más importante aún, en que el código puede debilitar la comunidad. Second Life no permite fácilmente la segregación entre la gente. Según Rosedale, director ejecutivo de Second Life, en el mundo virtual se da la oportunidad de comunicarse e interactuar, cosa que el mundo real ofrece sólo en circunstancias excepcionales.
De esto se desprende que el código no hace desaparecer todos los problemas de un plumazo, dado que no elimina la necesidad de que los vecinos solventen sus disputas, contribuye de ese modo a construir una comunidad. La práctica de la interacción genera lazos que no aparecerían si el código produjera los mismos resultados de forma automática. El diseño óptimo deja que sean los jugadores quienes resuelvan ciertos problemas –no porque no pueda codificarse la solución, sino porque hacerlo arrearía costes colaterales-.
Sin perjuicio de ello, sigue siendo el soberano de estos espacios virtuales quien elige una modalidad en lugar de otra. La compensación es complicada. La eficacia perfecta de los resultados no siempre es perfectamente eficaz.
El soberano del espacio: elegir las reglas
¿Cómo se lleva a cabo esa elección? ¿Qué hay de la democracia?
En el espacio real la regla es que los soberanos son legítimos sólo si son democráticos. La norma general para la vida del espacio real es que, en última instancia, el pueblo es soberano.
En el ciberespacio, conforme expone Casanova, no hay rastro de democracia alguna. La única excepción real es un mundo llamado A Tale in the Desert. En el ciberespacio la democracia
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