Internet. derechos humanos

No resulta novedoso que los  Derechos Humanos hoy, sean reconocidos  como los principales deberes de los Estados para con todos sus ciudadanos.

Cuando hablamos hoy de los derechos humanos de cuarta generación, nos referimos a la aplicación y conquista de los mismos en el actual contexto digital, ya que la a cibercomunidad representa hoy el nuevo escenario en el cual deben aplicarse aquellos conceptos  de justicia y libertad, por los cuales se ha luchado  durante siglos.

Así, con la aparición de   las  Tecnologías  de  la  Información  y Comunicación (TIC),  la  sociedad debe repensar  los  derechos  humanos puedan ser tutelados en la sociedad virtual.

En los tiempos que corren, reviste gran importancia el beneficio otorgado por la innovación tecnológica, por tanto, se requiere pues de una  reformulación de los  derechos  humanos,  lo  que ha  dado origen a lo que hoy llamamos  cuarta  generación  de derechos  humanos.

Hoy, con la aparición de estos   escenarios  en la sociedad  del  siglo  XXI,  aparecen corrientes que sugieren distintas   apreciaciones sobre una  cuarta  generación de los  derechos  humanos, frente a lo que una corriente de ideas no serían más que   los  derechos  humanos  ya consagrados  como de primera,  segunda y  tercera  generación,  con la salvedad de analizarlos o considerarlos en estos   nuevos  entornos  y  actuales formas de manifestaciones  sociales.

Es así entonces que la aplicación  de  las  Tecnologías  de  la  Información  y  Comunicación  y  la  característica  de sociedad  telemática que  ha adquirido la humanidad, tienen un papel fundamental.  Basta con ver la   particularidad definitoria de  la  sociedad  actual,  el  estar interrelacionado,  vinculado a redes, socializado  o sencillamente  conectado  al  uso  de Internet.

Internet ha pasado a ser una herramienta revolucionaria en cuanto a la forma de comunicarse en el mundo, y a la vez ha dado lugar a la aparición de nuevos  métodos de propagación de posibles amenazas de violencia que se pueden generar a través de redes sociales, las cuales son utilizadas por lo general por los más jóvenes y en las que se utilizan formas de comunicación que, en muchas ocasiones,  y pueden vulnerar los derechos humanos.

Es dable destacar la importancia, pues, que representa hoy la  World Wide Web (WWW), siendo el principal escenarios donde se deciden temas como la libertad de expresión y, por ende, por los derechos humanos en general. Por tanto hoy, es en el ciberespacio donde las acciones cobran un cierto grado  de igualdad en la raza humana.

“El  desarrollo  de  las  nuevas  tecnologías,  conceptualizadas  como  aquellos instrumentos  de  creación  de  nuevos  medios  comunicacionales  y  de  expresión,  que facilitan a  los  implicados  la posibilidad de  desarrollar  nuevas  experiencias formativas,  representa  un nuevo  desafío de adaptación de  las  tres  generaciones de derechos  humanos  a estas  nuevas  prácticas.  En este orden y  ante la inmensidad del  alcance  de  redes  como  la  telefonía celular  y/o  Internet,  se  observa el  riesgo y  el  peligro de  ver  arrasados  valores  asociados  a la libertad,  la  seguridad y  la privacidad”^[1]

Es pues con la aparición de estas  nuevas tecnologías de la comunicación, que aparecen notables cambios en la forma de ser, de pensar y  actuar de las personas en todo el mundo, movimiento que también repercute en todas las ciencias, y, en lo que aquí nos atañe, la ciencia jurídica.

Ello, por cuanto con estas  nuevas tecnologías de la información se puede convocar a miles de personas, transmitir millones de mensajes, y, consecuentemente frente a  esta realidad, se hace necesario  tener un marco jurídico adecuado para la protección de los titulares de los derechos que surgen, y poder así, regular esta nueva forma de comunicación a nivel mundial y los derechos de las personas que actúan en este escenario de realidad virtual, de manera tal de poder evitar que se afecten derechos tanto de terceros como del interés público en general. Por ello, se torna  imperioso considerar  el acceso a Internet a la categoría de un derecho  de cuarta generación, pues con la aplicación de todas las nuevas herramientas tecnológicas, se está frente a una modificación sustancial  de  los  derechos  humanos si tenemos en cuenta   la  alfabetización  digital  a los fines de  lograr  inclusión  social,  la democratización  del  conocimiento  mediante  la  tecnología  comunitaria  y  el empoderamiento  de los  saberes  por  las  redes  sociales.

Es por lo dicho, que, en primer lugar,  el tema de la   alfabetización  digital  se torna en nuestros días  de vital importancia para el  desarrollo  del  individuo,  pues ello conlleva inexorablemente  a  su  inserción  en  la  sociedad  de una  manera  activa,    dotándola  de  las herramientas necesarias  para  que pueda aplicarla en  las Tecnologías  de la  Información y  Comunicación,  así como en el uso de   computadores,    programas  de procesamiento de  datos  y  tomar provecho de  los beneficios  que le proporciona el  acceso  a  Internet,   indispensables  para la adquisición de  una  cultura  digital,  y dar lugar a que se generen así, las consecuentes  transformaciones sociales.

Es que hoy, el uso de la tecnología en los distintos estratos sociales, es lo que permite el acceso igualitario a la información  globalizada, mediante la  transmisión del  conocimiento, fomentando la  integración del  individuo al  mundo  de  las  redes,  preconizando de esta manera la eliminación de cualquier barrera cognitiva, promoviéndose consecuentemente una integración inclusiva de la sociedad en esta nueva era digital.

Cabe destacar que así como Internet resulta ser una importante fuente de oportunidades, también es representa un gran riesgo para los derechos humanos, pues un uso indebido podría conllevar al menoscabo de las libertades privadas y públicas.

Por ello,  se requiere  una implementación de políticas públicas  que persigan la inclusión tecnológica a toda la ciudadanía  a los fines de que la alfabetización digital resulte efectiva, lo que implica asimismo  estrechar la relación entre el marco tecnológico y el acceso general al conocimiento, adoptando, en caso de ser necesario, la experiencia de sectores provenientes de otros países en los que la tecnología ha sido aprovechada de manera eficaz en pro del beneficio de los componentes sociales.

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