Desarrollo Sostenible

Primer Ciclo de Conferencias "Cultura y Desarrollo" Pechina, 29 – 31

de julio de 1998

Resumen de la Intervención

DESARROLLO SOSTENIBLE Y FUTURO DE LA HUMANIDAD:

ACCIÓN GLOBAL, ACCIÓN LOCAL

Por: Julián Blanco Gálvez

Primer Ciclo de Conferencias "Cultura y Desarrollo" Pechina, 29 – 31 de julio de 1998 organizado por el Club UNESCO de Pechina gracias a la colaboración de sus socios de honor el profesor Günther Kunkel y Julián Blanco.

1. 1. INTRODUCCIÓN

Cuando se habla de medioambiente, normalmente pensamos en los aspectos más tangibles: el aire que respiramos, el agua que bebemos o la comida que tenemos sobre la mesa. Todas estas cosas son críticamente importantes. Pero el medioambiente debe ser también algo menos tangible pero no por ello menos importante, como es nuestro sentido de la comunidad: la obligación que tenemos los unos con los otros y con las futuras generaciones de salvaguardar esta tierra que, algo superior a nosotros, nos ha dado.

Y es precisamente este sentido de responsabilidad el que nos debe de llevar a comprender que la belleza natural y los recursos que nos rodean y que han tardado millones de años en formarse pueden quedar irremisiblemente dañados o arrasados en unas pocas docenas de años.

A través de la presente disertación se pretende hacer un breve repaso a algunas de las principales problemáticas medioambientales que sufre nuestro planeta y, partiendo de una visión global, intentar extraer conclusiones que nos marquen unas pautas de comportamiento válidas y aplicables a un nivel local e individual como es el nuestro.

La idea básica que deben de encerrar estas pautas debe de ser, obviamente, la del desarrollo sostenible cuya definición no es otra que la de aquel desarrollo o actividad humana que permite satisfacer las necesidades de una generación sin comprometer el desarrollo de las generaciones futuras. En palabras mas llanas, se trata de satisfacer nuestras necesidades actuales sin hipotecar las de nuestros hijos.

Hasta hace muy pocos años, el ser humano no tenía capacidad para influir sobre su entorno, pero esto ha cambiado dramáticamente en los últimos 20 a 30 años y cambiará aún más dramáticamente en los años sucesivos. Sin un cambio igualmente dramático en la percepción del ser humano hacia su entorno, las consecuencias pueden ser absolutamente catastróficas. Algunas de las problemáticas globales a las que anteriormente se hacía referencia son:

• • la superpoblación mundial,

• • la escasez de agua,

• • la creciente necesidad de energía,

• • la contaminación de los océanos y su agotamiento,

• • la desertización y desaparición de los bosques,

• • la contaminación de la atmósfera,

• • la desaparición de la capa de ozono,

• • el calentamiento global de la tierra,

• • la extinción de especies vegetales y animales,

• • la producción de residuos,

Para poder solventar todos estos problemas se necesita un profundo cambio de actitud a nivel global en el planeta. Sin embargo esta acción global solo puede y debe de ser entendida como la suma de las acciones locales en todos y cada uno de los entornos locales del planeta. Debemos de tener muy claro que, cualquier otra consideración, está irremediablemente condenada al fracaso.

Pasemos a comentar y reflexionar sucintamente sobre algunos de estos fenómenos, todos ellos estrechamente conectados entre sí.

2.- LA SUPERPOBLACIÓN MUNDIAL, LA CRECIENTE DEMANDA DE MATERIAS PRIMAS Y LA GENERACION DE RESIDUOS

El hambre y la creciente necesidad de recursos y materias primas para abastecer una población cada vez mayor del planeta son, sin duda alguna, es uno de los más dramáticos problemas con que se enfrenta en la actualidad el ser humano. La primera condición para que se pueda hablar de respeto sobre el medioambiente es, obviamente, la de tener garantizada al menos la subsistencia. No se puede pedir respeto medioambiental alguno a aquel que solo pretende salvar su vida o la de su familia, aunque esto solo sea hasta mañana.

Hoy día cerca de 1,000 millones de personas en el planeta tienen problemas de nutrición como consecuencia de guerras, pobreza e incompetencia política. Afortunadamente, las previsiones apocalípticas realizas hasta hace pocos años se han desvanecido del horizonte. La población mundial ha crecido un 105% entre 1955 y 1995, alcanzando los 5,700 millones de personas, pero durante el mismo periodo la producción mundial de alimentos ha crecido un 124%. Los problemas actuales son producto de la distribución, no de la producción.

También el crecimiento de la población se ha ralentizado. En 1990 se tuvo el máximo de incremento neto de población mundial en 87 millones de personas, siendo el crecimiento en 1997 de 80 millones. El promedio de hijos por mujer, a nivel mundial, en 1985 era de 4,2 y en la actualidad ha descendido hasta el 2,9. Sin embargo, no esta claro que un crecimiento hasta los 10,000 millones de personas, cifra en que se espera se estabilice la población mundial alrededor del año 2050, pueda ser absorbido por incrementos equivalentes en la producción tanto de alimentos como de materias primas.

La problemática actual en este tema, a corto y medio plazo, no se centra pues en la falta de alimentos y debemos de ser optimistas pensando que el progreso de tecnologías responsables permitirá volver a doblar la producción mundial en otros 50 años. La problemática fundamental de la superpoblación mundial se centra en la insostenible presión que ejerce sobre los limitados recursos y materias primas existentes y la consiguiente generación de residuos posterior al uso de los mismos.

Durante los años 60 y 70 uno de los motores de desarrollo económico fue el modelo de consumismo basado en el concepto de “usar y tirar”. Creció la demanda sobre la base de la producción masiva de productos de bajo precio cuyo objetivo era que fuese más barato la adquisición de uno nuevo que el reuso del mismo. Esta filosofía continúa hoy día profundamente arraigada en nuestra cultura pero claramente no es una práctica que pueda ser sostenible no ya a medio o largo plazo, sino a muy corto plazo.

En la actualidad un 20% de la población mundial, situada en los países denominados desarrollados, necesita del 80% de los recursos y materias primas que se obtienen del planeta para poder mantener su nivel actual de confort. Ello, además, con la consecuencia de producir millones de toneladas en basura doméstica y residuos industriales altamente contaminantes.

El

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