Desarrollo Vs. Conservacion
Enviado por jhoselinmamani • 10 de Octubre de 2011 • 1.352 Palabras (6 Páginas) • 808 Visitas
TIPNIS: Desarrollo vs. Conservación
Ramón Rocha Monroy
Dos posiciones se han contrapuesto en el problema del TIPNIS, y las dos, en sus orígenes, son parte del movimiento popular. Sin embargo, hay intereses políticos y electorales que buscan postergar la conciliación o resolución de ambas posiciones en una que contenga a ambas y las supere
A menos de un mes de las elecciones para renovar el órgano judicial, la oposición, que busca el voto nulo, parecería perseguir la prolongación del conflicto para influir en los electores. Es como si trataran de demorar la fermentación de un líquido que tiene su proceso interno en tiempos y resultados previstos. Quizá intuyen que al final se impondrá el interés general, como en toda democracia, pero entretanto buscan hacer durar el conflicto y amplificarlo hacia las ciudades. Que este sea un movimiento sincero, no interesa a la hora de medir sus resultados electorales. La oposición quiere el fracaso de las elecciones del órgano judicial y tiene entre manos un motivo digno de invertir en una campaña por el voto nulo. Elegir por sufragio general a los magistrados es un principio bueno, importante, quizá el más apropiado para luchar contra la corrupción de la justicia; pero la oposición no busca elegir sino anular. Su apuesta es dura: todo o nada.
Nunca en el pasado triunfó la opción del voto nulo o en blanco, pero hoy la oposición está concentrando su esfuerzo en esta sumatoria que marcaría el rechazo general a las próximas elecciones. Y para ello, el conflicto del TIPNIS es un motivo importante para explotarlo contra el gobierno. Lo que menos hay es un juicio sereno sobre los orígenes de esas dos tendencias del movimiento popular que se enfrentan en el TIPNIS: el desarrollo vs. la conservación.
El desarrollo de las fuerzas productivas
El movimiento popular tiene una fuerte raigambre marxista en sus concepciones. Una de las leyes básicas del marxismo es la contradicción entre el desarrollo de las fuerzas productivas y las relaciones de producción, que genera las revoluciones, los grandes cambios históricos.
La carretera Beni-Cochabamba es un anhelo viejo como la república, un sueño persistente desde Sucre y Ballivián, este último creador del Departamento del Beni. La apertura de esa carretera es un anhelo de integración territorial y no sólo un afán del Brasil para llegar al Océano Pacífico. Las veces que ha sido planteada su construcción, han aparecido “cien ingenieros de escritorio” (la expresión es del escritor beniano Rodolfo Pinto Parada) los cuales han frustrado esos intentos.
Son tres millones de cabezas de ganado que se van a volcar hacia el centro del país, y de ahí van a ser distribuidas en el mercado interno y para la exportación. Esa carretera va a desarrollar la industria cárnica en los dos departamentos, y ha de multiplicar el PIB beniano, cuya participación en el PIB boliviano es muy pequeña.
Con esa carretera, será muy fácil el acceso del conjunto del país al inmenso territorio del Beni, y aumentará el desplazamiento de la población beniana a otros centros. Todo ello significa desarrollo de las fuerzas productivas. Sin embargo, las relaciones de producción que plantean los conservacionistas no permite ese desarrollo, y entonces, en esa lógica marxista, ese desarrollo no tardará en imponerse. Beni y Cochabamba son mucho más en territorio, población y recursos naturales que el TIPNIS.
El marxismo es un pensamiento liberador; ha sido concebido para buscar una sociedad más justa y equitativa y no como instrumento de opresión.
Sin embargo, tiene limitaciones históricas debido a sus orígenes en el pensamiento occidental. El marxismo es heredero del racionalismo occidental, es su producto más importante, es un pensamiento cartesiano. Por eso mismo, tiene limitaciones históricas, porque no tiene respuestas a nuevas problemáticas surgidas en el campo popular.
El yo cartesiano es el sujeto que conoce; el resto es sólo objeto de conocimiento. Pero el yo cartesiano es un individuo varón, blanco, europeo, letrado, propietario, heterosexual, cultor de la inteligencia técnica, de la cultura occidental, de la civilización material. En cambio, para el yo cartesiano, son sólo objetos de conocimiento la comunidad, la mujer, la gente de color, los no europeos, los analfabetos,
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