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Desarrollo sostenible en los ecosistemas


Enviado por   •  16 de Marzo de 2016  •  Resumen  •  2.648 Palabras (11 Páginas)  •  294 Visitas

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ECOLOGIA

DESARROLLO SOSTENIBLE EN LOS ECOSISTEMAS

LINA ACUÑA GULLO

VERUSCA FLOREZ RANGEL

GABRIELA MACHADO

DANIEL SERNA MACIAS

DOCENTE

UNIVERSIDAD DEL MAGDALENA

FACULTAD DE INGENIERIA

GRUPO 2

SANTA MARTA

2015

Introducción

La distribución y abundancia de las especies y la estructura biológica de la comunidad varían en respuesta a las condiciones ambientales. Sin embargo, es igualmente cierto, que los mismos organismos definen en parte, el ambiente físico. Un ejemplo es el papel que juegan los cambios de la comunidad biótica en la disponibilidad de luz y nutrientes, que son los que dirigen la sucesión vegetal. Es esta inseparable unión entre el ambiente biológico (la comunidad) y el ambiente físico que llevo a Tansley a acuñar el término ecosistema (Smith, 2001).

El vocablo fue acuñado por el ecólogo inglés Arturo C. Tansley en 1935, para denominar a aquellos sistemas formados por la suma de los elementos vivos y no vivos de la naturaleza. Los elementos vivos (o bióticos) son las plantas, los animales, los hongos, las bacterias y los protistas, mientras que los elementos no vivos (o abióticos) comprenden las rocas, el aire, las sales minerales y el agua. Actualmente se concibe a un ecosistema como un sistema abierto formado por el conjunto de las comunidades vivas y los elementos abióticos dentro del cual ocurren  movimientos de materia y energía. Un sistema es un complejo de elementos que interactúan, generalmente dentro de un espacio tridimensional que tiene límites reales o imaginarios. Los sistemas pueden ser abiertos o cerrados, de acuerdo con la posibilidad de que entren o salgan sus componentes. En el caso de los ecosistemas, estos componentes pueden ser materia o energía (Valverde, et al, 2005).

La evolución de los ecosistemas está determinada por sus factores históricos, es decir, la riqueza y diversidad de un ecosistema depende de los procesos históricos a través de los cuales se formó. Asimismo, la situación actual está también determinada por factores como el clima y el tipo de suelo. La riqueza y diversidad de un ecosistema pueden cambiar continuamente; estos pueden colonizar áreas nuevas y extinguirse en otros sitios, con registros históricos que muestran una secuencia de ecosistemas en áreas específicas (Mulder, 2007).

Los ecosistemas son muy complejos, por lo que su importancia biológica significa mucho, ya que están ampliamente relacionados con la vida, y por esta misma razón se necesita que se creen estrategias para que estos puedan conservarse de manera sostenible, debido a que, la mala intervención de los humanos ha causado en estos alteraciones, que  afectan no solo a la flora y la fauna, sino a ellos mismos. Si bien, cada elemento vivo y no vivo de los ecosistemas tiene una función importante que hay que preservar. A continuación se hablará del desarrollo sostenible en los ecosistemas.

Objetivos

General

Estudiar de manera general la incidencia de la acción del hombre en los ecosistemas y la manera en que se han creado estrategias para su desarrollo sostenible.

Específicos

  • Profundizar nuestros conocimientos acerca de los ecosistemas.
  • Promover el desarrollo sostenible en los ecosistemas.
  • Conocer cómo se da el desarrollo sostenible en los ecosistemas.

Desarrollo sostenible en los ecosistemas.

Los ecosistemas son naturalmente sostenibles, ya que reciclan todos sus elementos de modo que se libran de los desechos y reponen los nutrientes, formando parte de un ciclo de vida coherente. Los ecosistemas aprovechan la energía solar como fuente de energía: casi el 100% de la energía de la Naturaleza viene del sol gracias a la fotosíntesis de las plantas (verdes en su mayoría).  Asimismo, cada ser vivo tiene un código genético (ADN) único (excepto gemelos y clones) que garantiza la variedad y la riqueza de adaptación en caso de cambiar o alterarse las condiciones de vida. Sin embargo, el tamaño y las conductas de las poblaciones de consumidores tanto animales como humanos deben permitir la regeneración de los alimentos consumidos. Si una población crece demasiado o tiene conductas depredadoras, agota los recursos y muere. Y eso es lo que está pasando en el mundo. Los modelos de desarrollo convencionales (basados en indicadores de crecimiento económico), están teniendo graves implicancias ambientales, que como resultado han incidido en las denominadas crisis ambientales y energéticas, y por lo tanto, en los desequilibrios ocasionados en los diversos ecosistemas a nivel mundial, lo que pone en peligro su sostenibilidad (1).

Uno de los elementos más importantes de perturbación del equilibrio de los ecosistemas naturales actuales es el “proceso de acumulación capitalista”. La racionalidad capitalista induce a la desestabilización del comportamiento natural de los ecosistemas, es decir, ejerce una mayor presión económica sobre el ambiente.  El Fondo Mundial para la Naturaleza ha calculado que, entre 1970 y 1994, la economía natural se redujo en un 30 %. A partir de 1990, la tasa de reducción era de un 3% anual, y este nivel se ha mantenido, si no es que ha empeorado. Tales datos que la economía de mercado denomina externalidades, tienen graves consecuencias pues pueden poner en juego la biósfera y hacer inviable el futuro de la humanidad. La principal aportación a la humanidad no proviene de la economía de mercado, sino de la economía de la naturaleza. Existen cálculos macroeconómicos que han cuantificado el valor de los servicios prestados a la humanidad por el conjunto de los ecosistemas. En 1977 un grupo de ecologistas y economistas sensibles a estos temas estimó en 33 billones de dólares al año el valor de la aportación de la naturaleza, lo cual representa dos veces el producto mundial bruto, que fue de aproximadamente 18 billones de dólares. En otras palabras, si la humanidad quisiera sustituir los servicios de la naturaleza por recursos artificiales, necesitaría incrementar su PBI mundial en al menos 33 billones de dólares al año, cosa que es prácticamente imposible. La sostenibilidad del ecosistema seguirá estando amenazada en tanto de acuerdo al modelo de desarrollo convencional se sigan priorizando el crecimiento económico y tasas crecientes de extracción del stock natural, sin considerar su condición de finitud ni los costos por las consecuencias negativas ambientales causadas. Es por ello que es necesario cambiar este enfoque tradicional y aspirar a lograr la sostenibilidad en el marco de modelos de desarrollo que proponen un enfoque alternativo para revertir estos problemas (1).

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