Desempleo
Enviado por GT17 • 17 de Septiembre de 2013 • 1.715 Palabras (7 Páginas) • 211 Visitas
La economía mexicana se ha caracterizado, en las últimas dos décadas, por una alta volatilidad y una creciente dependencia del mercado norteamericano. Como consecuencia de ello, el país su vulnerabilidad económica ante episodios de crisis internacional se ha tornado palpable, como lo muestra el comportamiento económico del país en los últimos dos años de la primera década del siglo XXI.
Como ha sido ampliamente documentado (CEPAL, 2009a y b), la crisis mundial se transmitió a las economías latinoamericanas por diversos medios, entre los cuales cabe mencionar: la caída de las exportaciones debido a la reducción de la demanda externa, la disminución de las inversiones extranjeras directas, la menor disponibilidad de créditos internacionales, el descenso de las remesas y la contracción de los ingresos derivados del turismo internacional. La dependencia comercial mexicana respecto del mercado norteamericano potenció el impacto de estos factores, contribuyendo así a que la crisis impactara con mayor fuerza en nuestro país.
Esta recesión, desencadenada por la crisis financiera global, trajo una caída abrupta del Producto Interno Bruto (PIB) y un proceso importante de pauperización de los hogares mexicanos.
En parte, el deterioro económico de las unidades familiares está asociado con el desempleo de alguno de sus integrantes. Uno de los sectores más afectados por este fenómeno es la población joven, cuyas tasas de desocupación superan, ampliamente, el promedio nacional.
La situación de precariedad laboral del grupo de 14 a 19 años se agudiza en el marco de la crisis económica global a causa del aumento del desempleo, la informalidad y/o la ausencia de seguridad social en los contextos laborales específicos. Mediante la comparación de cinco contextos laborales -diferenciados de acuerdo con el grado de asalarización de la mano de obra-, mostramos que el impacto de la crisis económica sobre la mano de obra juvenil se ha expresado en forma diferenciada a lo largo del país.
Variaciones que dependen de la naturaleza más o menos asalariada de los mercados de trabajo, de las características de la estructura productiva de las entidades federativas así como del mayor o menor grado de integración a la economía mundial. Los contextos laborales con muy altos o altos grados de asalarización de la mano de obra muestran las repercusiones más severas de la crisis sobre la mano de obra juvenil. Además, constatamos que la repercusión de la crisis económica es diferencial según la condición de hombre o mujer de la fuerza de trabajo juvenil.
El estudio se centra en el análisis de la información sobre los jóvenes de 14 a 19 años de edad proporcionada por el INEGI en la consulta interactiva de la Encuesta de Ocupación y Empleo (ENOE) del segundo semestre de 2008 y 2009, así como la obtenida mediante el procesamiento de las bases de datos de la ENOE para los mismos períodos. Asimismo, utilizamos datos publicados por el CONEVAL (2005) y CONAPO (2000 y 2006) para caracterizar las entidades federativas en cuanto al grado de rezago social, proporción de población rural, grado de intensidad migratoria y proporción de población que gana hasta 2 salarios mínimos mensuales.
Desempleo juvenil en México es de 9.6 por ciento.
De los 400 mil jóvenes que cada año demandan empleo en México, entre 38 mil y 40 mil no lo encuentran, con lo que el desempleo juvenil representa el 9.6 por ciento de ese total, tasa que duplica la de la población adulta, según el Instituto Mexicano de la Juventud (IMJUVE).
De acuerdo con la Encuesta Nacional del Emprendedurismo 2009 del INJUVE, el 22.7 por ciento de los jóvenes (siete millones 665 mil) en México ha intentado poner su negocio, de los cuales 14.5 por ciento asegura que logró ponerlo y aún funciona.
Además, revela que 62 por ciento de los jóvenes es emprendedor por necesidad, y sólo 38 por ciento lo hace por vocación empresarial. El rango de edad de los jóvenes empresarios es entre 27 y 28 años y con nivel de estudios de preparatoria y superior.
“Por ello, resaltó, hay que arropar a la juventud, sensibilizar a los jóvenes a través de los esquemas educativos que les permita también impulsar a las escuelas y a los mismos jóvenes una agenda y una cultura emprendedora en edades más tempranas”.
Por su parte, el presidente nacional de la COPARMEX, Alberto Espinosa Desigaud, señaló que en la Cuarta Cumbre de Jóvenes Emprendedores del G20 se debatirán las propuestas de los jóvenes “ante un entorno pesimista con señales de una recuperación económica global más lenta de lo que se había anticipado”.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) estima que hay 200 millones de personas desempleadas en el mundo y 400 millones buscarán empleo en el futuro cercano.
En México, entre 1995 y 2011 se acumuló un rezago de más de ocho millones de plazas, según registros de la Secretaría del Trabajo, y el porcentaje de desempleo es de 5.2 por ciento, y 13.7 millones de mexicanos, es decir 28.75 por ciento de la población ocupada, laboran en la informalidad.
La alta incidencia del empleo informal sigue siendo un tema de preocupación en México. La ausencia de un sistema público de prestaciones por desempleo explica en parte la relativamente baja tasa de desempleo mexicana comparada con la de muchos otros países de la OCDE.
Para compensar la merma en los ingresos
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