Despedida Grado 11

Muy buenas tardes señoras y señores de la mesa principal: Rector: Reverendo Milciades Pua, Presidente de la sala general: Reverenda Vilma Yanez, Secretaria General: Magister Dione Navarro, Vicerrector académico: Magister José Pernet, Capellán de la Universidad: Reverendo Diego Higuita, Invitado especial: Dr. Juan José Tamayo, Decano de la facultad de ciencias sociales y humanidades: Reverendo Adriano portillo, señores directores de programa, Orquesta de Cámara Universidad Reformada, profesores, padres de familia, graduandos y asistentes en general.

Hoy mi corazón palpita emocionado. Es incalculable el honor de compartir estos momentos maravillosos e inolvidables con todos ustedes. En mi corazón reverberan sentimientos encontrados; por un lado  salta frenéticamente de alegría y satisfacción por una meta alcanzada y del otro, no menos fuerte,  un cierto tono de nostalgia al entender que al salir de este recinto, que rápidamente se convirtió en un hogar más para nosotros, dejamos parte de nuestro ser y con él infinidad de sentimientos  que junto a todos ustedes vivimos durante estos encantadores años.

Hoy, más que hablar de nuestras emociones, expectativas o planes,  quiero expresar nuestro más sentido y profundo agradecimiento en primer lugar a DIOS por el don de la vida, y también a todas y cada una de las personas que nos acompañaron y que agregaron sus matices en  la composición de un movimiento de la sinfonía  de nuestras vidas.  Subimos hoy el último peldaño  hacia la culminación de un sueño que nos abrigó desde la niñez  y que en  muchas ocasiones  quizás no era fácil de responder cuando nos hacían la insistente pregunta;  ¿Y tú que quieres ser cuando Grande?, a lo que hoy ya tenemos mucho más que una inocente respuesta.

A nuestras familias a quienes me atrevo a definir en dos palabras, apoyo incondicional, a nuestra querida Universidad por ser siempre esa casa de puertas abiertas que creyó en nosotros y que puso a nuestra disposición toda su infraestructura física y humana, gracias. A todos nuestros amigos y compañeros incondicionales que con el paso del tiempo se convirtieron en nuestros confidentes, hermanos y cómplices y a quienes debemos muchos de nuestros mejores recuerdos, experiencias y aventuras, gracias.  Y con el mayor y el más profundo sentimiento e incalculable gratitud, a nuestros profesores y mentores que no solo caminaron a nuestro lado cultivando y abonando nuestras mentes con su sabiduría, iluminando nuestro sendero, dando luz de brillo a nuestros ojos y aire puro a nuestros pulmones,  guiándonos con paso firme siempre enfocados en la conquista de nuestras metas. Son ustedes los arquitectos, diseñadores y gestores absolutos de cada uno de estos profesionales que hoy iniciamos nuestro propio andar por la vida,  llenos de fe y esperanza que ha sido recibida de ustedes profesores y atesorada en nuestros corazones para disponer de ella cuando

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