Despedida de la preparatoria

“Donde hay educación, no hay distinción de clases”

(Confucio, filósofo chino)

Con el permiso del honorable presídium, maestros, padres de familia, compañeros y público en general.

Es para mí, un honor representar la voz de cada uno de mis compañeros, para hacer llegar unas palabras de agradecimiento y despedida.

Sé, que en el trayecto de la vida hay despedidas que nos suelen hacer llorar, existiendo motivos que entristecen nuestro corazón, sin embargo, en esta ocasión, es para nosotros, que somos egresados de nuestra ESCUELA PREPARATORIA OFICIAL ANEXA A LA NORMAL DE TENANCINGO, motivo de orgullo y satisfacción haber terminado la Educación Media Superior.

Razón por la cual, es necesario dar gracias.

Agradezco a las autoridades estatales y municipales por apoyar la educación en nuestro Estado y municipio a través de diversos programas y recursos.

A nuestros maestros, que han dejado parte de su vida en cada una de las aulas por las que han pasado, así como los recuerdos que cada uno de sus alumnos ha dejado, las enseñanza, los consejos, los regaños y las alegrías que hemos vivido con ustedes.

A ti maestro, te agradezco y te encargo las generaciones que vienen, sé, que las llevarán de la mano así como lo hicieron con nosotros. En nuestras mentes de adolescentes, llevamos grabadas las horas de alegrías que vivimos en nuestra escuela, en donde las enseñanzas y travesuras fueron compartidas con nuestros compañeros y docentes.

Agradecemos profundamente a nuestros padres que nos apoyaron, nos comprendieron y nos dieron la confianza de demostrar que somos capaces de recompensar sus sacrificios, esperando que la felicidad que en este día estamos compartiendo sea el motor que guíe nuestras vidas por el sendero de la superación, pues ya lo decía el célebre autor Benjamín Franklin, una inversión en conocimiento, siempre paga el mejor interés.

Gracias papás, porque nunca nos soltaron de su mano, porque nos advirtieron aquello que afectaría nuestro desempeño, y porque, aunque hicimos berrinche y nos enojamos con ustedes, hoy estamos aquí, y les damos las gracias por habernos negado esos permisos que solo perturbaban la concentración para cumplir esta meta.

Amigos, éste no es un adiós, sé que hubo diferencias de unos con otros, pero al final las superamos. Sé que vamos a extrañarnos, pues somos parte de la vida, con ustedes conocí la amistad verdadera y el saber en quién confiar.

Cierto es que tenemos que marcharnos y que una vida difícil nos aguarda, pero llevamos en nuestras manos un estandarte que fuimos construyendo con esfuerzo y dedicación.  Ahora dependerá de nosotros aprovechar las competencias desarrolladas en este nivel.

Mañana comienza un nuevo ciclo en nuestra vida, pues hemos dejado atrás al adolescente para convertirnos en jóvenes con más experiencias y deseos de superación para emprender una vida de triunfos y sueños que podemos cumplir, como lo decía el célebre Martín Descalzo “No es grande el que siempre triunfa, sino el que jamás se desalienta”.

...