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Diferencias En Tipos De Carnes


Enviado por   •  17 de Noviembre de 2012  •  2.136 Palabras (9 Páginas)  •  622 Visitas

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Diferencia en los tipos de carnes

Sección: Carne y huevo | Autor: Redacción/facilisimo.com |

El concepto 'carne' lo solemos utilizar indistintamente para denominar a los alimentos que proceden de diversos animales. Aunque es un término correcto, estaría mejor si supiéramos distinguir dentro de ella a los distintos tipos que consumimos y que, según del animal del que provengan, poseen unas características u otras. En esta ocasión nos vamos a centrar en dos clases muy consumidas: la de vacuno y la de cerdo.

Aunque generalmente se los suele concebir como alimentos no muy buenos para mantener controlado el colesterol o nuestro peso por los niveles de proteínas grasas que contienen, hay que saber interpretar esto. Como todos los alimentos, tomados en una medida apropiada y seleccionando las partes o tipos más adecuados, podemos introducirlos en nuestra dieta con total tranquilidad.

La carne de vacuno es una de las que más se demandan. Sin embargo, muchos desconocen las variedades que existen

Ternera: ejemplar que aún no tiene 14 meses. Se alimenta sólo de leche materna y por ello su carne es muy tierna. Suele tener menos grasa que las otras variedades.

Añojo: animal de menos de 2 años. Su carne es excelente para guisar.

Novillo: los que tienen entre 2 y 4 años.

Cebón: de la misma edad que el anterior, se refiere tan sólo a los machos castrados.

Buey: machos castrados de más de 4 años. Su carne entra dentro de las denominadas carnes rojas.

Vaca: las hembras de más de 4 años.

Además de esta clasificación general, existe otra que se refiere a la calidad de la misma y que se denomina ¿extra¿, 1ª A, 1ª B, 2ª' y 3ª. Clasificar el vacuno dentro de una u otra categoría depende la cantidad de nervio y de dureza que posea.

Los nutrientes del vacuno

Este tipo de carne es una buena fuente de nutrientes esenciales. Contiene proteínas, fundamentales para el crecimiento, las defensas y la regeneración de los tejidos. Además, también es rica en hierro y en vitamina B12, imprescindibles para mantener a nuestro organismo alejado de la anemia. En cuanto a las grasas, representan entre el 10% y el 20% de la carne, siendo el resto agua.

Igualmente, se diferencia entre la roja y la blanca. En el caso de la de vacuno, la carne roja procede de los animales adultos como la vaca o el buey. Su sabor es mucho más fuerte que la blanca y tiene un aporte mucho mayor de grasa y de proteínas. Por tanto, es importante que se consuma moderadamente, ya que en exceso puede ocasionar graves trastornos de salud, como el colesterol.

Lo que nos ofrece el cerdo

La carne de cerdo está presente en la gastronomía de muchos países. Sus variedades no son tan amplias como las de vacuno, reconociéndose principalmente la carne de lechón o cochinillo, que es la cría de cerdo de unos seis semanas y de unos 8 kilos de peso, muy tierna y considerado un plato exquisito, y la del cerdo adulto; que es verraco si es macho y marrana si es hembra.

Lo que sí que podemos admitir es la existencia de cuatro cortes principales en el cerdo del que luego saldrán las distintas variedades que conocemos:

Paleta: de ella se extraen los filetes de paletilla y la carne de donde se hacen las salchichas y las hamburguesas.

Costillar: parte de donde se extrae el tocino y el beicon.

Lomo: de donde se dan forma a las chuletas y el sabroso solomillo.

Pierna: origen del delicioso jamón.

Otros: muchas otras partes y órganos del cerdo son también empleadas para hacer más alimentos. Así, su hígado es empleado para hacer estupendos patés. También de este animal obtenemos morcillas y chorizos.

Grasas a la medida

Muchos destierran el consumo de cerdo de su dieta porque consideran que su exceso contenido graso engorda. Aunque es cierto que este tipo de carne es bastante más grasa que la de otros animales, siendo clasificada dentro de las denominadas rojas, lo que hay que tener en cuenta es que la cantidad de ésta dependerá de la parte de este animal que consumamos y de cómo la cocinemos. Por tanto, lo razonable es consumirla en su justa medida.

En definitiva, estas carnes nos ofrecen todo un mundo de posibilidades culinarias y de sabores exquisitos. Saber comprarlas, conservarlas y prepararlas es muy importante, pues de esta forma sabremos extráelas todos las ventajas que tienen y sacarlas de la concepción general negativa que suele haber hacia ellas por su estrecha vinculación con la grasa.

Art Tomado de Sección: Carne y huevo | Autor: Redacción/facilisimo.com

Seguramente han escuchado decir más de una vez que para la salud siempre es mejor comer carnes blancas y reducir en la dieta la presencia de carnes rojas, pues a continuación te contamos la verdad acerca de esta afirmación y además, nos extendemos un poco más describiendo los diferentes tipos de carnes y su influencia en la salud en función de la composición de cada una de ellas.

¿Carnes rojas o blancas?

La gran clasificación en el mundo de las carnes es aquella que divide a estos alimentos en carnes rojas y blancas. Las primeras incluirían carne vacuna, de cordero o de buey, mientras que entre las segundas encontraríamos carne de cerdo, de pescado, pollo, pavo u otras aves.

La notable diferencia entre éstas es el color que se debe a la mayor o menor presencia de mioglobina. Ésta sustancia es la que también describe la presencia de purinas, sustancias que en el organismo se descomponen a ácido úrico y que en exceso, resulta perjudicial para la salud.

Las carnes rojas son las que contienen en mayor proporción este tipo de sustancias que también demandan un mayor trabajo digestivo.

Por otro lado, siempre se cree que son mejores las carnes blancas porque éstas son más ligeras, sin embargo, la presencia de grasas y calorías depende mucho del corte y tipo de carne. Por ejemplo: una carne de ternera derivada del lomo es bien magra y mucho más pobre en grasas y calorías que un ala de pollo con piel. Asimismo, ésta última presa puede tener más colesterol que la anterior.

Entonces, no siempre son mejores las carnes blancas que las rojas.

En el cerdo, sucede algo parecido, la forma de alimentación de los porcinos y la calidad de la misma ha cambiado y por ello, en la actualidad tenemos cerdo con mejores grasas para el organismo. De todas formas, aquí también

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