Direccion Biologica
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Dirección Biológica De La Criminología
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UNIVERSIDAD DE ESTUDIOS AVANZADOS
MAESTRIA EN CRIMINOLOGIA
CORRIENTE BIOLOGICA DE LA CRIMINOLOGIA
ENSAYO
MARIA DE LOS ANGELES RAMIREZ ALVAREZ
29 de Abril de 2011
Aguascalientes, Aguascalientes.
DIRECCION BIOLOGICA DE LA CRIMINOLOGIA
INTRODUCCION
A lo largo de la historia la criminología se ha preocupado por estudiar las conductas antisociales de los seres humanos y las causas que las provocan. La Criminología nace con el estudio de las causas de la criminalidad, primero comienza con el biologismo que le atribuyeron Darwin y Lombroso, posición que permaneció fuerte durante más de cinco décadas. A partir de los estudios de Lombroso comienzan a desarrollarse diferentes escuelas y direcciones para el estudio de la criminología, entre ellas, la corriente biológica, dentro de la cual, se estudia la Endocrinología, La Tipología, La Herencia, La Genética, La Caracterología y la Teoría Biocriminogenética.
Es importante conocer los avances científicos en la endocrinología y la genética, ya que estos han llevado a varios investigadores a creer que una disfunción orgánica puede explicar la delincuencia y que combatiendo tal anomalía se podría eliminar el rasgo criminal.
DESARROLLO
Endocrinología Criminal
La endocrinología criminal pretende explicar la conducta criminal por el funcionamiento anormal de las glándulas de secreción interna (glándulas endócrinas). Estas glándulas son: La mucosa duodeno-yeyunal, el páncreas endócrino, tiroides y paratiroides, la epífisis, el timo, las suprarrenale
s, la hipófisis, la glándula intersticial del testículo, el ovario endócrino, la glándula mamaria, el útero y la placenta.
La secreción del páncreas se debe a la presencia en la sangre de una sustancia llamada secretina, que preexiste en las células de la mucosa duodeno-yeyunal en forma inactiva. En la materia criminológica existe la posibilidad de que la alteración de esta glándula, pudiera explicar algunos casos de robo de famélico.
Las glándulas suprarrenales, son indispensables para la vida, producen diversas hormonas, entre ellas cinco clases de glucocorticoides: el más conocido es la adrenalina. Esta es un excitante de otros órganos y puede actuar, por ejemplo, sobre el sistema simpático glucosecretor, para proporcionar la glucosa que requiere el esfuerzo físico que se presenta en el estado emotivo de agresividad ya sea defensiva u ofensiva.
Las glándulas sexuales desempeñan un papel importante en la anatomía, fisiología y psicología del individuo. Desde el punto de vista de la Criminología, uno de los aspectos más interesantes, es el de las perturbaciones que sufre el instinto sexual y que pueda conducir al crimen. Tales perturbaciones pueden ser cuantitativas; que se relacionan con el aumento o la disminución del impulso sexual, o cualitativas o perversiones, como: la satiriasis, ninfomanía, masturbación, exhibicionismo, fetichismo, sadismo, masoquismo, bestialidad, necrofilia y homosexualidad.
Estas perturbaciones sexuales no siempre se atribuyen a problemas de función endocrinológica, sin
o más bien a problemas de orden psicológico, pero no se descarta la concurrencia de factores endócrinos. Por ejemplo: el aumento del impulso sexual puede conducir a la satiriasis en el hombre, esta consiste en la relación sexual entre un hombre maduro, con adolescentes, casi niñas. Los endocrinólogos lo explican como las manifestaciones de los últimos destellos del vigor sexual, y que influyen en el anciano para cometer actos delictuosos: corrupción de menores, estupro, violación, y aún el homicidio para ocultar las relaciones sexuales.
Los trastornos endocrinológicos en algunos casos, pueden estimarse como causales de la conducta delictuosa, pero en muchos otros no lo son. Ya que no todas las personas que tienen trastornos endocrinológicos delinquen.
La Tipología Criminal
Esta disciplina agrupa a los individuos tomando en cuenta su morfología, basándose en el principio de una correlación entre soma y psique. Refleja una serie de características físicas, que son producto de condiciones funcionales, incluyendo las psíquicas que permiten precisamente establecer una serie de categorías aplicables a un determinado número de personas que constituyen el tipo.
A lo largo de la historia se han formulado muchas clasificaciones tipológicas y caracterológicas. La escuela de Antropología de Lombroso, precipitó el estudio de los biotipos, afirmando que el temperamento es al individuo lo que la raza al pueblo, y que cada individuo tiene su temperamento formado por herencia y medio.
Las clasificaciones que han
percutido con mayor fuerza en el campo criminológico, han sido las que se enriquecen con estudios de la endocrinología. Algunas clasificaciones biotipológicas como la alemana de Kretschmer, tenían una tendencia antropométrica. Sheldon consideraba que el distinto grado de desarrollo del ectodermo, mesodermo y endodermo, permiten distinguir tres tipos corporales básicos, en el que cada individuo posee los tres componentes, pero uno predominante. Esta clasificación se refiere más a criterios estructurales que funcionales, y con esta, Sheldon ha comprobado que una vez clasificada una persona en un somatotipo, éste no varía, ni con el aumento, ni disminución del peso. El somatotipo se obtiene mediante el auxilio de la técnica fotográfica y del examen de 17 medidas que comprenden la parte inferior, posterior y costado del individuo, llegando a 19 somatotipos diferentes.
Sheldon aplicó su método al estudiar 200 delincuentes jóvenes, entre los 16 y 24 años, y obtuvo resultados que más tarde fueron corroborados por el investigador Carl Seltzer, estos fueron los siguientes:
a) En los delincuentes jóvenes, la tendencia mesomórfica es dos veces mayor que en los no delincuentes, y que en estos últimos, los ectomorfos son tres veces más numerosos que en los primeros.
b) La tendencia endomórfica se equilibra entre los dos grupos, pero los endomesomorfos son cuatro veces mayor entre los delincuentes.
Benigno Di Tullio sostuvo en 1939 que existen individuos congénitamente incapaces de adaptarse a las exigencias del
medio social y que ese es un factor esencial en el proceso de la conducta criminal. Para él existe una constitución regresivo-atávica o hipoevolutiva preponderante, semejante a la idea del delincuente nato de Lombroso,
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