Discapacidades Ante La Sociedad

Discapacidades ante la sociedad.

En el siguiente trabajo se ponen en evidencia la manera de actuar de las personas y sobre todo de ver las distintas discapacidades que se presentan en nuestra sociedad, y aún más cómo es que nosotros vemos dichas discapacidades y la forma de tratar a quienes las padecen, la falta de información o preparación para tratar o convivir con alguien que tiene o sufre alguna discapacidad nos orilla a actuar en muchos de los casos de manera inadecuada y en otros tantos de causar más daño al querer o tratar de ayudar y no saber cómo hacerlo. Por lo tanto antes de actuar o prejuiciarnos debemos prepararnos acerca del tema.

La discapacidad no es la mayor dificultad a la que se enfrentan las personas discapacitada, sino que su mayor reto es poder luchar día a día por tratar de sobrevivir o valerse por sí mismos en una sociedad la cual no toma en cuenta a las minorías y las rezaga tanto afectiva como estructuralmente, las ciudades incluso algunas mas civilizadas no cuenta con la infraestructura necesaria no adecuada para poder facilitar el acceso o desplazamiento a lugares públicos a las personas discapacitadas.

Las personas minusválidas o con discapacidades físicas, se deben admirar por su esfuerzo, dedicación y alta autoestima para poder seguir adelante y superar las críticas de los demás, claro, que para muchos llegan a ser puntos de atracción por su discapacidad física, o para otros un fenómeno, pero lo que no pueden notar es que su discapacidad es solo algo de apariencia, algo físico, que lo único que le impide es caminar, o según cual se su problema, ya que son personas que de una u otra forma llegaron a cambiar su vida por completo, al tener que adaptarse a una

nueva forma de vida, y muchos llegan a tener que depender de alguien más, con más obstáculos que enfrentar, tomando en cuenta los que se presentan día a día.

Son personas que sus ideas y sus ganas de seguir viviendo son las que los sacan adelante.

Los discapacitados a veces tienen dificultad para ciertas actividades consideradas por otras personas como totalmente normales, como viajar en transporte público, subir escaleras o incluso utilizar ciertos electrodomésticos. Sin embargo, el mayor reto para los discapacitados ha sido convencer a la sociedad de que no son una clase aparte.

Históricamente han sido compadecidos, ignorados, denigrados e incluso ocultados en instituciones.

Hasta la segunda mitad del siglo XX fue difícil que la sociedad reconociera que los discapacitados (aparte de su defecto específico) tenían las mismas capacidades, necesidades e intereses que el resto de la población; por ello seguía existiendo un trato discriminatorio en aspectos importantes de la vida. Había empresarios que se resistían a dar trabajo o promocionar a discapacitados, propietarios que se negaban a alquilarles sus casas y

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