Don Quijote
Enviado por katy_9 • 11 de Junio de 2013 • 18.429 Palabras (74 Páginas) • 344 Visitas
CAPITULO 5: Don Quijote una vez es apaleado por el mozo que andaba con los mercaderes, se tiende sobre el suelo y recita romances del marqués de Mantua que le vienen a su mente tras los hechos que le han acontecido. “¡Oh noble marqués de Mantua, mi tío y señor carnal!” Con esta cita Don Quijote se confunde a él mismo con un Héroe Romancero, y por lo tan sobrino de mismo marqués. Unos cuantos momentos luego se aproxima su vecino Pedro Alonso quien lo ayuda a levantarse y lo lleva devuelta a su hacienda. Don Quijote le dice disparates, entre ellos menciona a su amada Dulcinea como acostumbra hacerlo a cada encuentro. “Sepa vuestra merced, señor Don Rodrigo de Narváez, que esta hermosa Jarifa que he dicho es ahora la linda Dulcinea del Toboso, por quien yo he hecho, hago y haré los mas famosos hechos de caballerías que se han visto, vean ni verán en el mundo.” No solo menciona a su amada Dulcinea del Toboso, pero también confunde a su vecino Pedro con el Don Rodrigo de Narváez de la historia que él ha recitado sobre el moro Abindarráez. Tras haber llegado al pueblo por el anochecer para que nadie viera a él Hidalgo en tan pésimo estado, el vecino se adentro a su casa y en ella estaban el Barbero, el cura, la sobrina y la ama de llaves quienes lo recibieron, le dieron de comer, y maldijeron los libros que le hicieron perder la cordura. Al fin y al cabo tomando la decisión entre todos de someter los libros a las llamas.
CAPITULO 6: Don Quijote se encuetar durmiendo durante el transcurso de este capítulo, en el cual los personajes en él se encargan de seleccionar los libros de su librería que para ellos son aptos para quemar. El cura y el barbero se encargan de revisar los libros cautelosamente antes de tirarlos hacia el corral. Por el otro lado el ama de llaves y la sobrina desean botarlos todos de una sola vez, argumentando que si se dejan algunos serán estos los que causan la locura de su horrado hidalgo. El capitulo trata en su mayor parte sobre los libros que botan y la opinión que el cura da sobre estos. En sus páginas se puede ver el gran gusto que el cura tiene por estos libros, y el gran conocimiento que tiene en general. La mayoría de los libros son para quemar mientras que ay 4 o 5 títulos que son reservados según el criterio de Pero Pérez, entre ellos uno mismo de Miguel de Cervantes, cosa que causa cierta gracia ya que cervantes salva y adorna con cumplidos a su escritura a través del cura.
“Muchos años ha que es grande amigo mío ese Cervantes, y sé que es más versado en desdichas que en versos. Su libro tiene algo de buena invención: Propone algo, y no concluye nada; es menester esperar la segunda parte que promete: quizá con la enmienda alcanzará del todo la misericordia que ahora se le niega; y entre tanto que esto se ve, tenedle recluso en vuestra posada, señor compadre.” Con esta cita podemos ver como emplea el cura la salvación del libro de Cervantes y a la vez podemos darnos cuenta de cómo Cervantes usa esta capitulo para criticar a muchos libros de caballería, al igual que para horrar a muchos aquellos que se lo merecen.
CAPITULO 7: Tras haber quemado sus libros, el cura, la sobrina y el ama de llaves inventan una grandiosa excusa para hacer creer a Don Quijote que estos desaparecieron gracias al acto de un sabio encantador que bajo en una nube y se llevo consigo la librería. Don Quijote parece estar de mucho mejor ánimo al levantarse y esta vez decide que tiene que acabar de juntar todo lo que le hacía falta para poder ser completamente un caballero andante. Este lo primero que decidió fue conseguir su escudero como cualquier digno caballero. Gracias a la suerte un labrador vecino de poco dinero, con mujer e hijos fue el adecuado para el trabajo. Quijote le convenció de ser su escudero tras largas explicaciones y argumentos que le dio. Don Quijote vendió algunas de sus pertenecías y así logro recaudar una suma considerable de dinero para su futura expedición. Este también empaco sus varias camisetas y cumplió con los demás consejos que el ventero le había dado tras su nombramiento como “Armado Caballero”. Finalmente una noche sin avisar Sancho Panza y Don Quijote partieron para comenzar su expedición. “Mire vuestra merced, señor caballero andante, que no se le olvide lo que de la ínsula me tiene prometido, que yo la sabré gobernar, por grande que sea.” Esta es la primera vez que Sancho Panza (el nuevo escudero de Don Quijote) habla concretamente en la novela entera. Es importante mencionar que se puede percibir el lenguaje menos avanzado de Sancho y mucho más simple de elaborar. También se puede notar como la primera impresión que se tiene de Sancho es que es un labrador muy pobre y que el sacrificio que está haciendo, lo hace con el objetivo de tener la recompensa que le fue prometida. Por lo tanto así concluye la partida de Don Quijote y su escudero en lo que será su primera aventura.
CAPITULO 8: El octavo capítulo hace parte del último de la primera parte de la novela. En este Don Quijote una vez esta acompañado de Sancho Panza, decide salir a explorar una vez más el mundo lleno de aventuras que le esperan. Entre estas futuras aventuras se encuentra una de las más reconocidas y tal vez más significantes en la historia de nuestro caballero andante. Don Quijote y Sancho se acercan a un campo donde hay unos 30 molinos de viento, y don quijote reaccionando rápidamente le dice a Sancho “Porque vez allí, amigo Sancho Panza, donde se descubren treinta o pocos más desaforados gigantes, con quien pienso hacer batalla y quitarles a todos las vidas, con cuyos despojos comenzaremos a enriquecer, que ésta es buena guerra, y es de gran servicio de dios quitar tan mala simiente de sobre la faz de la tierra.” Don Quijote como podemos ver confunde los molinos de viento con grandes gigantes a los cual él dice será la oportunidad perfecta para adinerarse y volverse famoso. Esta cita tiene gran importancia en el libro ya que esta es el prologo a lo que es el evento más importante del Quijote. Este toma su lanza y decide atacar el gigante y en su rocín sale a pique, quien choca contra la pared del molino y sus alas destrozan la lanza y mandan a volar al Rocinante y a su jinete a rodar. Enseguida Sancho anda a buscarlo y una vez está de pie, se van ambos a buscar un lugar donde reposar. Sancho Panza come y bebe vino de su bota mientras que Quijote se desvela pensando en su amaba Dulcinea de Toboso. Continuando al día siguiente Sancho Panza dice haber dormido placenteramente, mientras que Don Quijote velo toda la noche pensando. Esto demuestra un contraste entre Sancho quien es un hombre simple y sin complicaciones, y nuestro Hidalgo que ya no puede ni dormir por el tormento que su obsesión y locura le causa. Al avanzar el día, el valiente caballero y su escudero topan con una nueva aventura. Se encuentran con dos monjes de San
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