ECONOMIA SUSTENTABLE Y FINANCIERA

ECONOMÍA SUSTENTABLE Y CULTURA FINANCIERA

PRODUCTO 1

Agenda 21

Antes de empezar a hablar de la agenda 21, es conveniente recordar que el desarrollo sustentable o sostenible es “un proceso de cambio progresivo en la calidad del ser humano, que lo coloca como centro y sujeto primordial del desarrollo, por medio del crecimiento económico con equidad social y a transformación de los métodos de producción y de los patrones de consumo y que se sustenta en el equilibrio ecológico y el soporte vital de la región”.

El proyecto de la Agenda 21 surge como un modelo de desarrollo sostenible en el cuál los países se comprometen a aplicar políticas ambientales, económicas y sociales en el ámbito local encaminadas a lograr un desarrollo sostenible. Cada región o cada localidad, por su parte, desarrolla su propia Agenda Local 21, en la que deberían participar tanto ciudadanos, como empresas y organizaciones sociales, con el objetivo de generar y consensuar un programa de políticas sostenibles.

Se podría definir la Agenda 21 como una estrategia global que se lleva a la práctica de manera local y que implica a todos los sectores de una comunidad: sociales, culturales, económicos y ambientales.

No es posible la Agenda 21 sin la participación de la ciudadanía, aunque alentada de manera efectiva por los poderes públicos y las diferentes asociaciones públicas o privadas. Por lo tanto, la Agenda 21 es un compromiso hacia la mejora del medio ambiente y, por ende, de la calidad de vida de los habitantes de una comunidad, municipio o región.

La responsabilidad en la protección del planeta incluye la protección de la atmósfera, la planificación y la ordenación de los recursos de tierras, la lucha contra la deforestación, contra la desertificación y la sequía, el desarrollo sostenible de las zonas de montaña, el fomento de la agricultura y del desarrollo rural sostenible, la conservación de la diversidad biológica, la protección de los océanos y de los mares, así como de las zonas costeras, la calidad y el suministro de los recursos de agua dulce, la gestión racional de los productos químicos tóxicos, de los desechos peligrosos, sean o no radioactivos, y de los desechos sólidos.

Todo esto sólo se puede llevar a cabo y depende de la participación ciudadana.

Para no contribuir con el calentamiento global se pueden seguir las siguientes acciones:

• Hacer uso de la energía solar, como por ejemplo calentadores solares.

• Dejar de utilizar aerosoles.

• Reciclar basura.

• Usar focos ahorradores de energía.

• Evitar fugas de gas y cerrar el gas mientras no se utiliza.

• Cuidar áreas verdes.

• Apagar la luz cuando no se ocupe.

• Desconectar los aparatos eléctricos.

• Si se va a algún lugar cercano, ir caminando para no utilizar el coche.

• Ahorrar el agua, bañándose con poco agua.

• No tirar basura

PRODUCTO 2

Mi institución educativa, así como las demás tienen una corresponsabilidad con los alumnos, los padres de familia y la comunidad en general para enfrentar los retos ambientales actuales, así como buscar el desarrollo humano sostenible mediante instituciones democráticas y seguridad.

Se trata de formar una sociedad justa, responsable e informada. Así que la Carta de la Tierra es una herramienta educativa, una alternativa para lograr una forma de vida sostenible.

Esto se logra primeramente mediante la concientización de los alumnos, los padres de familia y la comunidad en general con respecto al daño de los ecosistemas, las consecuencias de la contaminación ambiental y del calentamiento global, el uso de reciclaje, en fin, contribuir a la preservación del medio ambiente y de todo lo que lo compone, se debe buscar proteger y restaurar el medio ambiente, es respetar y cuidar la vida.

La institución educativa debe erradicar cualquier tipo de discriminación, asegurar el acceso universal a la educación y defender los derechos de los niños para así promover el desarrollo humano de forma equitativa y sostenible,

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