EL AÑO NUEVO SERI
Enviado por RAMIREZHANNA • 16 de Marzo de 2014 • 6.667 Palabras (27 Páginas) • 321 Visitas
EL AÑO NUEVO SERI
MTRA. ANA HILDA RAMÍREZ CONTRERAS
PRESENTACIÓN
En este ensayo se da cuenta de una de las festividades que el pueblo seri realiza en su territorio, ésta representa, para el calendario festivo de los seris, el inicio y el fín de su ciclo vital. Festividad que esta marcada por la visibilidad de los “roles sociales”, la representatividad festiva y las alianzas estratégicas.
Se compone de dos apartados: La etnografía del pueblo seri y una etnografía básica de la fiesta, aclarando que dicha descripción corresponde a lo observado directamente en la comunidad de Punta Chueca.
I.- LOS SERIS DE PUNTA CHUECA
Los Seris o Comca’ac son un pequeño grupo de alrededor de mil personas que viven en dos comunidades, Punta Chueca y Desemboque, en la costa central de Sonora, en el corazón del desierto sonorense.
El paisaje del territorio comca’ac está dominado por las cactáceas grandes como los saguaros y las pitayas y las pequeñas como las choyas así como los mezquites y el palofierro, vegetación que se alimenta de lluvias de verano e invierno que solo en los años buenos superan los 250 milímetros.
En la costa y le mar sin embargo los últimos esteros con manglares de la costa del pacífico, protegidos de las corrientes por la península de California generan una productividad pesquera que hace posible a los comca’aac habitar estos ambientes.
En el canal del Infiernillo, entre la Isla Tiburón y el continente, una planicie de pastos marinos genera una abundancia de tortugas marinas o caguamas de gran importancia para la pesca tradicional y actualmente protegidas de la pesca comercial aunque siguen apareciendo como “pesca incidental” con más frecuencia de la que sería esperable.
Finalmente, el golfo de California añade una dimensión muy importante de flora y fauna a la costa central. Además de los mamíferos marinos y las aves, el golfo provee una gran diversidad de peces y tiburones, moluscos y crustáceos. Muchos de estos organismos habitan en la zona intermareal donde son fácilmente accesibles al ser humano. Así por ejemplo, la vasta presencia de concheros o concentraciones de conchas marianas a lo largo del litoral de la costa central, señala la importancia que los moluscos representaban en la dieta de estos grupos [Bowen, 1976: 87]. Por tal motivo, el golfo de California es considerado como un ecosistema de gran importancia por su enorme diversidad ecológica y ha sido fundamental para la subsistencia de los grupos humanos.
La lengua y las prácticas culturales de los Comca’ac indican que llegaron a ocupar este territorio tan agreste hace por lo menos dos mil años en una migración desde la península de Baja California a través de las grandes islas del centro del golfo, navegando en frágiles balsas de carrizo a través de las fuertes corrientes que genera la circulación y las mareas al embotellarse el agua entre las islas.
La lengua comcaac o kuikítom tiene semejanzas con las lenguas hokanas del sur de California y ciertas prácticas como el remo de dos paletas o el tipo de cerámica tradicional los relacionan con los Cochimíes hoy casi extintos en la península, al otro lado del golfo.
La cerámica tradicional llamada Tiburón lisa por los arqueólogos es el principal testimonio de esta temprana y larga ocupación de la costa central. Con una pasta desgrasada con mica o arena y una técnica de construcción basada en rollitos de cerámica luego pulidos hasta lograr una pasta de tres a cinco milímetros las mujeres comca’ac hacían grandes ollas para guardar y transportar el agua a sus campamentos costeros, o para guardar semillas en las cuevas de las montañas cerca de sus campamentos de tierra adentro.
Uno de los problemas que presenta la arqueología del territorio comca’ac es la permanencia y estabilidad de este estilo de cerámica desde los primeros asentamientos en que aparece cerca del siglo V d.C. hasta que gracias al contacto con las prácticas cerámicas de las misiones establecidas en los límites de su territorio empezaron a incluir boñiga de conejo en vez de mica como desgrasante en la pasta de cerámica cerca de 1750, práctica que no se volvió común hasta bien entrado el siglo XIX.
Los comcaac no practicaron ni practican la agricultura en su territorio, aunque podemos suponer que favorecieron el crecimiento y difusión de las plantas que les eran útiles por sus frutos como la pitaya, el saguaro, el cardón o los mezquites, entre otras.
Además los comcaac cosechaban y a veces todavía aprovechan las semillas del alga Zostera o pasto marino, que arriba flotando a sus playas en grandes cantidades, lo que los convierte en el único grupo humano en aprovechar la semilla de una planta marina.
Grandes concheros de varios metros de altura en la costa donde es frecuente encontrar fragmentos de cerámica dan cuenta de la importancia de las almejas y ostiones en la dieta tradicional y el conocimiento ancestral de los sitios en que estas especies podían ser aprovechadas.
Este conocimiento tradicional ha sido transmitido a través de relatos y canciones y recientemente fue registrado tanto en grabaciones de sonido y video como en mapas y transcripciones por un equipo de jóvenes y ancianos comcaac apoyados por el equipo de la doctora Diana Luque del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo.
Los comca’ac aprovechaban su medio ambiente con instrumentos como arpones de madera afilada de formas especializadas según la especie a aprovechar, arco y flechas con puntas de diferentes tamaños y materiales y otros instrumentos de piedra.
Con un medio ambiente que ofrece recursos relativamente abundantes pero por periodos breves y sin la práctica de la agricultura el nomadismo en su territorio era una necesidad, que defiine muchos rasgos de su cultura como respuesta a los retos ambientales hasta la fecha.
Los pequeños grupos familiares se desplazaban por el territorio siguiendo el ritmo de las estaciones y reuniéndose en las temporadas y lugares con comida abundante y dividiéndose en unidades más pequeñas cuando ésta escaseaba.
Noticias recogidas a mediados del siglo XX hablan de bandas con territorios específicos tanto en la isla San Esteban como en varias partes de la isla Tiburón y el continente, sin embargo el análisis posterior de este relato revela que algunos de los territorios asignados por el informante son muy pequeños o carecen de fuentes de agua potable o una variedad suficiente de recursos para la subsistencia a lo largo del ciclo anual.
Al momento del contacto con los españoles en el siglo XVI los
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