“EL BUEN ACUERDO” Un relato sobre las claves para una buena negociación
Enviado por diana260492 • 13 de Septiembre de 2015 • Ensayo • 4.207 Palabras (17 Páginas) • 234 Visitas
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“EL BUEN ACUERDO”
Un relato sobre las claves para una buena negociación
Integrantes:
- Acevedo Escobar Martha Elba
- Chávez Velázquez Ma. Fernanda
- Flores Salazar Zeltzin
- Gómez Flores Paula Michelle
- Mora Muñoz Marcia
- Ortega Mata Diana Berenice
- Rodríguez López Marco Antonio
- Ruiz Ángeles Raúl
- Zamora Tiburcio Jonathan Iván
Grupo: 4RMA
Equipo: 1
08/07/2015
INTRODUCCIÓN
El libro en el que se basa éste análisis nos recuerda que negociamos en todo momento, en nuestro trabajo y en nuestra casa. Pretende hacernos conscientes de que si buscamos el beneficio de ambas partes, si somos constructivos y creativos, obtendremos lo que deseamos y ayudaremos a los otros.
El libro nos invita a no ver a “los otros” (aquellos con quienes estamos buscando acuerdos) como adversarios sino a verlos como parte de este mundo diverso que necesitamos compartir. Ellos, “los otros” al igual que nosotros buscan alcanzar sus intereses, los cuales son muchas veces, tan legítimos o más que los nuestros.
Análisis
Massimo viajaba mucho de roma a Florencia a lo largo de los años logro hacerlo más rápido que jóvenes que emprendían ese viaje, un día fue convocado para ir a entrevistar al presidente del banco donde él trabajaba desde hace más de 14 años para esto tenía que ir a Florencia y pasar por muchos lugares entre ellos el gran banco de los Midicis donde encontraba mucha gente importante que estaba haciendo negocios.
Después de pasar por todos los banqueros de diferentes giros y pasar por donde estaban los libros tan importantes de registro y de secretos que era en el que las cuentas requerían una discreción especial, empezó a subir las escaleras para poder llegar al tercer piso que era donde se encontraba el Sr. Arrigo Donati.
Al llegar hasta la habitación de messer Donati se acercó a la cama de su amigo, mentor y jefe los doctores le dijeron que estaba a punto de dar el último aliento y que su visita lo animaría un poco aunque sea al momento en que se acercó el seños le agarro la mano y la acerco a su pecho y con un último aliento y esfuerzo lo único que le pudo decir fue “NICCOLO”
Al principio del siglo XIV entro una crisis en el área de los bancos por el desinterés de Lorenzo el Magnífico esto produjo grandes pérdidas a tal medida que antes de esto en la vía porta rosa había más de 70 bancos y después de que paso esto quedaron menos de 30 bancos.
Aunque el bando Donati no tenía la reputación o prestigio de bancos como el de medicis, había creado una presencia en las principales calles de Italia ya que sus movimientos eran chicos y se mantenía alejado del ojo público y políticos.
La mala situación de debía a que se hicieron préstamos sin tener en cuenta que a quienes otorgaban los prestamos no tenían para pagarlos y el dinero tardaría mucho en ser reflejado para el banco.
Las principales oficinas eran la de Venecia y la de Roma, la primera la dirigía massimo como la dirigía el difunto Sr. Donati, el director de la oficina de Roma era Paolo MAffei. El heredero al banco Niccolo Donati era hijo de Piero y Piero amigo de Paolo.
El carácter de Piero no podía aceptar que Niccolo fuera quien cuestionara su autoridad, y Niccolo por su parte no estaba deacuerdo con que su padre lo tratara como un empleado siendo el prácticamente el dueño del banco.
A Niccolo le gustaban mucho las matemáticas y la astronomía y estudiaba estas y muchas más materias cuando no estaba en el banco ya que su padre le pagaba los mejores tutores que habían en Florencia y estos le inculcaban valores humanistas importantes para él.
Antes de que el Sr. Donati diera el último aliento el joven Niccolo salió a caminar por la grande y estruendosa calle de porta rosa pero él no escuchaba nada.
El joven Niccolo siguió caminando hasta llegar a las puertas del paraíso un lugar en el baptisterio que el propio miguel ángel apodo de esa manera, Niccolo pensaba que su abuelo estaría cruzando las dichosas puertas del cielo.
Al entrar a la iglesia Niccolo reflexiono al ver diferentes obras de arte y se puso a pensar la historia de Lorenzo el Magnífico que se refugió en esa iglesia cuando lo querían matar en la conjura plaza.
Niccolo siguió andando por la calle observando las obras de arte que le ofrecían las calles de Florencia y que siempre estuvieron ahí y nadie las notaba de la misma manera que él, y reflexiono como se construyeron esas obras de arte gracias al talento de los artistas pero masque nada gracias al talento de aquellas personas que invertían su dinero para enriquecer a la ciudad con esas obras de arte y que se transmitirían a través de las generaciones.
Massimo ingreso a trabajar al banco desde muy pequeño entregando mensajes y con el paso de los años fue escalando los peldaños para poder posicionarse en los más altos puestos del banco que más ingresos generaba y por lo tanto de los más importantes de Florencia, gracias a que era el ejecutivo de uno de los más grandes clientes de los bancos “la iglesia católica”, no era director general porque Piero tenía ese puesto.
Massimo era de pietrasanta y tenía casi 60 años pensaba retirarse y con lo que había ganado en todo ese tiempo podría vivir sin ningún problema con su esposa Simonetta en una cabaña frente al mar en su pueblo. Después de la muerte de su mentor Massimo entiendo el último mensaje que le dijo y tenía que enseñarle a Niccolo a poder hacer todo lo que él hacía para que pudiera quedar a cargo del negocio familiar.
El banco tenía tres pisos en el primero piso se atendían negocios y tratos pequeños en el segundo las oficinas del banco y hasta arriba en el tercer piso la mansión de la familia. Arriba de la chimenea tenía un una placa en donde se podía leer “un acuerdo es bueno solo cuando las dos partes ganan”
En cuanto entró Massimo a la casa y vio a Niccolo sentado en un escritorio con una ropa elegante viendo papeles que aparentemente no entendía él le indico que se sentara frente a él, le dijo que sabía que su abuelo y su padre confinaban en él y que por tanto tenía su confianza también.
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