EL DESPEGUE HACIA EL DESARROLLO AUTOSUSTENTABLE

Como indica el texto de W. W. Rostow: “su estudió sostiene que el desarrollo rápido de uno o más sectores es un motor poderoso y esencial de transformación económica. Su fuerza procede de la multiplicidad de formas de sus efectos, cuando una sociedad está preparada para responder positivamente a dichos efectos”. Esto quiere decir, que poder crecer rápidamente o no depende de que la sociedad esté dispuesta a sacrificar ciertas cosas y a apoyarse para poder trabajar y lograr las metas planteadas por todos, para un bien común.

El proceso de creación de condiciones previas para el despegue, empiezan con una sociedad razonablemente estable y tradicional, que contiene una economía principalmente agraria, que usa métodos de producción más o menos inmutables y que invierte productivamente poco más de lo necesario para hacer frente a la depreciación. Habitualmente desde fuera de la sociedad, pero a veces de su propia dinámica, surge la idea de que es posible el progreso económico; y esta idea se propaga entre la minoría consagrada, o (más habitualmente) entre algún grupo desfavorecido cuya falta de posición no impide el ejercicio de alguna iniciativa económica. Los móviles económicos para buscar el progreso económico convergen con algún móvil no económico, como el deseo de más poder y prestigio sociales, el orgullo nacional, la ambición política, etc.

En la actualidad, vemos que México, al igual que muchas sociedades; está pasando por una crisis y un estancamientos económico debido a un dejo del gobierno y de la sociedad por no apoyarse; pero podemos salir adelante como una sociedad creciente si todos nos comprometemos y apoyamos el desarrollo de nuestra sociedad. Según Rostow, existen individuos que quieren movilizar los ahorros y correr riesgos en busca de ganancias, principalmente en el comercio (SLIM, SALINAS PLIEGO, AZCARRAGA). Se debe ampliar el capital básico, principalmente en transporte y comunicaciones, para llevar al mercado materias primas en las que otras naciones tienen interés económico, aunque el financiamiento sea capitalizado por el extranjero.

Para poder tener un despegue considerado en México, se tiene que considerar el aumento de la proporción de inversión productiva del 5% o menos, a más del 10% del ingreso nacional; la creación de uno o más sectores manufactureros esenciales, con una alta tasa de desarrollo, y por sobre todas las cosas la existencia o la aparición rápida de una estructura política, social e institucional que explote los impulsos de expansión en el sector moderno y los efectos económicos potenciales externos del despegue, y dé al desarrollo un carácter progresivo.

Los fondos prestables necesarios para financiar el despegue de México tienen que proceder de dos tipos de fuentes: De cambios en el control sobre las corrientes del ingreso, incluidos los cambios en la distribución del mismo, esto es, reducir salarios exorbitantes a

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